En una noche llena de sorpresas y cambios en el escenario político argentino, Patricia Bullrich, candidata de Juntos por el Cambio, enfrentó una dura derrota en las elecciones presidenciales de Argentina. Con el 100% de los votos escrutados, quedó en tercer lugar con solo el 23,80% de los sufragios, alejada de su anhelo de llegar a la Casa Rosada. La candidata se mostró combativa y decidida en su discurso: "Nunca vamos a ser cómplices del populismo en Argentina. El populismo ha empobrecido al país, y no soy quien vaya a facilitar la vuelta al poder a quienes han sido parte del peor gobierno de la historia de Argentina".

La sorpresa en estas elecciones fue el doble triunfo de Sergio Massa, el candidato peronista, quien se llevó el 36% de los votos. Los sondeos nuevamente fallaron al predecir la victoria de Milei en las primarias de octubre y, esta vez, no anticiparon el fuerte respaldo que recibiría Massa. Resulta llamativo que el Ministro de Economía de un país cuya economía está en crisishaya logrado convencer a tantos argentinos de que es la solución a sus problemas.

Bullrich, por su parte, obtuvo el 23,8% de los votos, y la incógnita es si el partido conservador la respaldará en el balotaje. Hasta el momento, lo ha hecho de manera indirecta, ya que cuando Bullrich habla de populismo, se refiere al peronismo y no al candidato Milei. A pesar de su pasado peronista en su juventud, Bullrich ha dejado claro que no votará por Massa, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de esos 28,3% de votantes. Aunque parece improbable que todos respalden a Milei, los analistas argentinos consideran a Sergio Massa como el claro favorito en la segunda vuelta, pero para ello habrá que esperar hasta el 19 de noviembre.