Paramilitares de las RSF asesinan a pedradas a civiles en las calles de Sudán

Las palabras y los hechos chocan de manera directa en Sudán, especialmente en lo que concierne a las Fuerzas de Apoyo Rápido comandadas por el general Hemedti. Los paramilitares sudaneses han acudido a las redes sociales para proyectar una imagen humanista y acorde con los derechos humanos dictados por las Naciones Unidas, mientras la realidad sobre el terreno muestra una dinámica opuesta. Un usuario sudanés de Twitter señalaba con acierto que las RSF han aprendido a utilizar el lenguaje de las ONG y organismos humanitarios con los que se han encontrado a lo largo de su sangrienta carrera en Yemen y en Darfur.

Podría darse un ejemplo práctico de este contraste en el tweet publicado este lunes por la cuenta de las RSF:

“En los últimos dos días, ha habido informes de actos generalizados de vandalismo y saqueo de casas de ciudadanos y sedes de empresas y fábricas. Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han descubierto un astuto plan por parte de los remanentes y elementos del régimen desaparecido para acusar a las RSF de estos actos criminales. Las RSF están trabajando para brindar los servicios necesarios y asegurar sus fuentes, incluso en medio del desarraigo de las fuerzas golpistas y elementos del difunto régimen. Además, las RSF está facilitando la evacuación de ciudadanos extranjeros y asegurando las carreteras para garantizar la seguridad de los ciudadanos. RSF insta al pueblo de Sudán a permanecer alerta durante estos tiempos difíciles. Estamos comprometidos a garantizar que nuestros ciudadanos reciban los servicios necesarios y que los autores de estos actos delictivos sean llevados ante la justicia.”

La brusca realidad sale a la luz con este video que circula por las redes sociales y donde puede comprobarse cómo las RSF asesinan de forma brutal a más de una decena de hombres vestidos con ropas civiles. En el vídeo, cuyo contenido es altamente explícito, aparecen sujetos vestidos con los uniformes de las RSF mientras apalean hasta matarlos o incluso estampan rocas contra la cabeza de estos hombres. No importa que sean prisioneros de guerra o saqueadores: asesinar a pedradas a un grupo de individuos en tiempo de guerra contradice hasta el extremo a la Convención de Ginebray cada párrafo dedicado a garantizar los derechos humanos.

Esta es hoy la realidad en Sudán. La barbarie de dos generales enfrentados se extiende como una mancha de sangre sobre el mantel de la población civil, que hoy vive aterrada, si no de los saqueos y las violaciones que denuncian las propias RSF, de las ejecuciones barbáricas y sumarias que se están desarrollando en sus calles.