Nuevas medidas

Pánico en Francia ante la plaga de chinches

El Gobierno de Macron convoca reuniones de urgencia para combatir a estos insectos que han invadido las redes sociales y el transporte público

Chinches
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Pánico en Francia ante la plaga de chinches de cama que cada vez se extiende por más ciudades francesas. Las redes sociales se han llenado de fotografías con ejemplos de estos insectos campando a sus anchas en lugares como el metro de París, los trenes franceses y hasta en los cines. La insectofobia aumenta entre los franceses y en los medios internacionales preocupa la seguridad durante los Juegos Olímpicos.

Pero esta plaga de chinches no se ha quedado sólo en memes y bromas, es un problema de salud pública y el Gobierno de Emmanuel Macron quiere hacerle frente.

Cabe recordar que en apenas unos meses Francia celebrará los Juegos Olímpicos de 2024. París se convertirá en la capital del deporte y debe acoger a atletas internacionales y a aficionados sin que se enfrenten al escozor y a las picaduras provocadas por los chinches.

Es más, en el corto plazo, Francia acoge la Copa del Mundo de Rugby y la final está prevista para finales de este mes.

Chinche
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En las últimas horas la preocupación ha ido en aumento. Dos colegios, uno en Marsella y otro a las afueras de Lyon se han infectado de chinches y han tenido que ser clausurados para hacer una limpieza a fondo.

"Cada final de verano vemos un gran aumento de chinches", ha explicado Jean-Michel Berenger, entomólogo del principal hospital de Marsella y principal experto francés a la BBC.

"Esto se debe a que la gente se ha desplazado durante los meses de julio y agosto, y se las trae en el equipaje".

"Y cada año, el aumento estacional es mayor que el anterior".

Así el Gobierno francés ha anunciado este martes que organizará reuniones de urgencia durante esta semana para evaluar el creciente número de casos de chinches de cama.

Según informa la agencia AFP, este miércoles ha tenido lugar una reunión en la que el ministro de Transportes, Clement Beaune, recibirá a organizaciones de transportistas y viajeros, será "cuantificar la situación y reforzar las medidas", según su ministerio.

"Queremos informar sobre las acciones emprendidas y actuar al servicio de los viajeros para tranquilizarlos y protegerlos", declaró el ministerio.

Este viernes también se celebrará una reunión interministerial, según declaró a RTL TV el portavoz del Gobierno, Olivier Veran, que prometió "aportar rápidamente respuestas a los franceses".

Una ley para combatir el "azote" de las chinches

Por su parte, el jefe del partido Renacimiento del presidente Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional francesa, Sylvain Maillard, aseveró que se presentaría un proyecto de ley interpartidista "a principios de diciembre" para combatir el "azote" de las chinches.

Según Maillard, el partido del presidente y sus aliados han decidido hacer de este tema una "prioridad" y han instado a la oposición de derecha y de izquierda dura a presentar sugerencias para un texto transversal.

El ministro de Sanidad, Aurelien Rousseau, insistió en la radio France Inter que le preocupaba que la gente no "sea estafada por empresas que le hacen pagar 2.000 o 3.000 euros" para librar sus casas de chinches, denunciando "abusos" en el sector del control de plagas.

Cuestión de salud pública

Las chinches, que habían desaparecido en gran medida de la vida cotidiana en los años 50, han resurgido en las últimas décadas, debido sobre todo a la alta densidad de población y al aumento del transporte público.

Se cree que una décima parte de los hogares franceses han tenido problemas de chinches en los últimos años, lo que suele requerir una operación de control de plagas que cuesta varios cientos de euros y que a menudo hay que repetir.

Estos insectos hematófagos se han detectado en el metro de París, en los trenes de alta velocidad y en el aeropuerto Charles de Gaulle.

Pero los casos individuales no han sido confirmados por las autoridades y RMC TV informó de que una investigación realizada por el operador de transporte de París RATP no había encontrado chinches en sus servicios.