Nueva York
Obama se rodea de escuderos fieles
Denis McDonough, que lleva desde 2007 con el presidente, elegido jefe de Gabinete
Al anuncio de ayer del nombramiento de Denis McDonough para suceder como jefe de Gabinete a Jack Lew, elegido nuevo jefe del Tesoro, acudió hasta el cocinero de la Casa Blanca. McDonough ha acompañado a Barack Obama desde 2007, cuando su consejero de política exterior fue destinado a Irak. Un año después, se convirtió en el asesor jefe de asuntos internacionales de la campaña presidencial.
McDonough es quien aparece a la derecha de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en la fotografía más famosa de la Casa Blanca, la que retrató el momento en el que el Gabinete de Obama siguió la caza de Osama Bin Laden en Pakistán en 2011.
McDonough será quien tenga que coger el teléfono de ahora en adelante para despertar al presidente y hacerle saber que al otro lado del mundo ha ocurrido un incidente que tendrá repercusión directa en cómo y por qué la Casa Blanca lleva su política exterior.
Muy querido en el Ala Oeste, donde Obama y su personal tienen sus despachos, ayer el presidente bromeó con que «este anuncio es uno de los peores secretos de Washington. He contado con Denis desde hace casi diez años. Es uno de mis mejores amigos e indispensable en mi equipo de seguridad», reconoció el presidente de McDonough, hasta ahora su segundo consejero de Seguridad Nacional.
De esta forma, el demócrata continúa con su decisión de rodearse de amigos y personal con el que se siente a gusto. Son todos caras familiares que se intercambian los puestos para el segundo mandato de Obama, que, si sigue la tradición de los presidentes estadounidenses, centrará sus próximos cuatro años en política exterior. Así, podrá dejar algún tipo de legado que se pueda escribir en los libros de historia. McDonough, ardiente defensor del presidente, tendrá que estar pendiente del regreso de las tropas de Afganistán, la cuestión de Irán, la Primavera Árabe o la solución del conflicto palestino-israelí.
De momento, Obama tiene que abordar importantes asuntos dentro de las fronteras de su país, entre ellos destaca el relanzamiento de la economía, la solución definitiva al asunto del techo de deuda, la reforma sanitaria y la ley de control de armas, que puede traer un elevado coste político a su partido. El presidente ha respondido a las llamadas del ala liberal al intentar estrechar el cerco a la cultura de las pistolas en su país, pero sabe que ni siquiera todos los legisladores demócratas le apoyarán. En 2014 se enfrentan a duros procesos electorales, y nadie quiere perder su asiento en el Capitolio.
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