Niza se suma a la «guerra del ‘burkini’»

Pocos días después de que el Ayuntamiento de Niza se sumara a la prohibición de llevar «burkini» en las playas, la Policía interrumpió ayer la tranquilidad de los bañistas para hacer cumplir la ordenaza municipal. Provistos de porras y gas pimienta, los agentes atravesaron la playa para dirigirse a una mujer de origen musulmán cubierta con una vestimenta que sólo dejaba al aire la cara, las manos y los pies mientras tomaba el sol. Advertida de que su comportamiento podría conllevar una multa, la mujer de mediana edad decidió finalmente despojarse de la prenda que cubría su bañador negro. El suceso tuvo lugar en el Paseo de los Ingleses, donde la noche del 14 de julio un yihadista mató a 86 personas que disfrutaban de los fuegos artificiales de la Fiesta Nacional.

La cercana Cannes, también en la Costa Azul, fue la primera localidad francesa en prohibir el «burkini» por razones de seguridad y de respeto al laicismo el pasado 28 de julio. En este tiempo, ya ha sancionado a cuatro mujeres con multas de 38 euros.

La polémica medida ha sido repaldada por el primer ministro francés, Manuel Valls, que cree que el «‘burkini’ no es una moda, sino la traducción de un proyecto político de contrasociedad fundado principalmente sobre la esclavitud de la mujer».