La Paz
Más de 100.000 camboyanos irregulares, deportados de Tailandia tras el golpe de Estado
Más de 100.000 camboyanos han sido deportados de Tailandia desde que el Gobierno del general Prayuth Chan-Ocha, que llegó al poder tras un golpe de Estado el pasado 22 de mayo, intensificase las medidas para regular a los trabajadores ilegales, según ha estimado la Organización Internacional para la Emigración (OIM).
La dictadura militar del Consejo Nacional para la Paz y el Orden (NCPO), sin embargo, insiste en que los camboyanos están dejando el país por su propia iniciativa y ha asegurado que unos 60.000 han cruzado la frontera desde este sábado. El NCPO estima que hay 90.000 trabajadores ilegales en Tailandia.
Los camboyanos que esperan a ser deportados en la base militar cercana a la frontera con Camboya lo hacen con las manos en los hombros del siguiente, en largas filas que incluyen mujeres y niños. Los deportados son transportados en camiones, autobuses y coches de Policía.
"Los soldados nos han dicho que nos vayamos a casa, pero yo quiero quedarme", ha relatado Mod, un joven de 15 años que a pesar de haber nacido en Tailandia está en la cola de deportación junto a su familia de cinco miembros que incluye a su padre, trabajador de la construcción.
La OIM ha mostrado su preocupación porque el retorno de estos inmigrantes a sus lugares de origen pueda crear una crisis humanitaria y pueda suponer una carga extra para las familias que ya pasan apuros en Camboya. "Muchos de los inmigrantes vuelven a sus pueblos sin trabajo, lo que podría significar una fuerte presión para sus comunidades", ha indicado un representante de la OIM, Joe Lowry.
"Los militares parecen muy eficientes. Hasta donde nosotros sabemos, nadie ha resultado herido, pero una de nuestras preocupaciones es que no hay agua ni comida disponibles", ha afirmado Lowry.
Muchos de los camboyanos han manifestado que temen la posible represión militar, aunque el Gobierno niega tal posibilidad y el Ministerio Asuntos Exteriores ha considerado que los rumores de las deportaciones "no tienen base alguna".
"Estoy demasiado asustado, así que no volveré", ha declarado Chok Kamchai, indocumentado de 27 años y antiguo repartidor en Bangkok. Muchos de los trabajadores han preferido marcharse debido a los rumores antes que enfrentarse a multas o penas de cárcel.
"Debemos regular a los trabajadores para que sean legales", ha dicho el portavoz del NCPO, Werachon Sukondhapatipak. Desde el golpe de Estado del pasado mes de mayo, el Gobierno militar se ha propuesto recuperar la maltrecha economía tailandesa y la regulación de los trabajadores ilegales es parte de su plan. "Es algo bueno que los trabajadores ilegales se vayan del país por decisión propia. Los militares están facilitando su partida", ha añadido Sukondhapatipak.
Por otra parte, los testigos presenciales han asegurado que el éxodo no tiene precedentes. "Nunca había visto a tantos marcharse de una vez. Hemos estado aquí durante cinco días y el flujo de personas no se ha reducido", ha dicho Chada Jaipluem un vendedor de fruta que ha sido testigo de las deportaciones.
La Policía ha afirmado que aquellos que no tengan papeles no serán encarcelados. "Normalmente deberían de enfrentarse al sistema legal pero simplemente estamos dejando que vuelvan a su país", ha afirmado Arnont Phetphanou, el policía responsable del puesto e control fronterizo de Sa Kaew.
"Algunos no tenemos dinero para gestionar la documentación oficial", ha dicho Chok, uno de los 'sin papeles'. "No tengo trabajo en mi país, pero si no vuelvo a Camboya, podría pasar meses en la cárcel", ha añadido.