Conmoción en Alemania por el ataque terrorista que ha dejado al menos dos muertos

Aún quedan muchos interrogantes sin resolver, pero el hecho de que el sospechoso haya sido detenido con vida y que subiera un vídeo del ataque a internet, facilita mucho la investigación.

Esto es lo que se sabe hasta ahora del ataque en Halle.

¿Cuántas personas han muerto?

Dos. Una mujer que paseaba cerca de la sinagoga de Halle y un hombre que se encontraba en la puerta del kebab. También hay varios heridos.

¿Quién ha sido?

De momento, los medios locales informan de que se trata de un alemán, Stephan B., un neonazi de 27 años. En un primer momento, la Policía de Halle indicó que podría haber recibido ayuda, aunque parece, por los vídeos que subió, que actuó solo.

¿Cuál era el objetivo?

La sinagoga de Halle, que se encontraba en plena celebración judía del Yom Kipur. El atacante no logró derribar la puerta, pues se había aumentado la seguridad con motivo de la festividad. También dejó un artefacto explosivo, de fabricación casera, junto al cementerio. Por suerte, no funcionó.

¿Qué hizo después?

Abrió fuego contra una mujer que se encontraba en una parada del tranvía cercano y después se metió en el coche hacia el kebab. Allí mató un hombre, un trabajador que había ido a comer al local turco. Entró disparando fuertemente y remató en tres ocasiones a su segunda víctima.

¿Por qué se grabó?

Está de moda entre los supremacistas grabar y transmitir en directo las matanzas. Cada vez más buscan “la fama” en internet. Ya lo hizo el terrorista de Nueva Zelanda en marzo de este año. Durante el vídeo en Halle, Stephan B. muestra todo su arsenal y suelta todo tipo de improperios, comentarios antisemitas, y críticas contra los extranjeros.

¿Dónde lo subió?

A Twtich, una plataforma de internet que ofrece un servicio de streaming propiedad de Amazon. com. La plataforma ya ha perdido perdón.

¿Estaba Halle en el punto de mira?

Según informa EFE, Halle es una ciudad del “Land” de Sajonia-Anhalt, uno de los estados federados del este del país donde, además de una fuerte implantación de la ultraderecha, están bajo vigilancia de los servicios secretos de Interior grupúsculos neonazis violentos.