América Latina
Leopoldo López: "Si desde este lado no peleamos, las autocracias acabarán ganando"
El opositor venezolano se convierte en el protagonista del nuevo libro de Javier Moro, "Nos quieren muertos"
Si hay una figura pública que refleja la deriva dramática de la Venezuela de los últimos años esa es la del político y opositor venezolano Leopoldo López. Así lo vio el escritor Javier Moro, ganador el premio Planeta y Primavera, cuando se propuso contar la historia del que durante años ha sido el gran rival de Nicolás Maduro. El resultado es una novela de no ficción titulada "Nos quieren muertos" (Espasa), un relato trepidante y preciso de las trágicas peripecias en torno a la vida de Leopoldo López y de su familia a partir de 2014, cuando decidió entregarse a la policía en Caracas tras ser acusado de provocar la muerte de varios venezolanos en unas protestas contra el gobierno.
Durante años estuvo preso en una cárcel militar cerca de Caracas, después pasó por un arresto domiciliario hasta lograr escapar de sus guardianes para refugiarse en la embajada española en la capital venezolana. Tras permanecer un año y medio como huésped del embajador Jesús Silva, finalmente logró salir de la embajada y huir del país con pasaporte falso, escondido en el maletero de un coche y después de atravesar por veinte puestos de control. "La mascarilla de la covid me salvó", asegura el opositor, que finalmente logró llegar a España, donde vive actualmente con su esposa Lilian Tintori, la otra gran protagonista del libro de Moro.
El título del libro, ¿habla de la familia de Leopoldo o de todos los venezolanos que se oponen a Maduro?
Leopoldo López: El título refleja lo que es la realidad de mucha gente allí, nos quieren muertos. La dictadura quiere muerta la justicia, la libertad de expresión y la prosperidad. Retratar lo que sucede ahora en Venezuela en un momento en que el ciclo de noticias sobre mi país no acompaña es algo que ayuda a poner el foco en un problema que sigue allí. Toda la desgracia de mi país tiene un origen en la dictadura. Ahora existen intereses a muchos niveles para normalizar la dictadura, por eso está bien este retrato sobre lo que ha sido el colapso del país.
Javier Moro: Lo de Venezuela es un eslabón de una cadena que nos afecta a todos. A los demócratas nos quieren muertos los chinos, los rusos, los iraníes y todas estas autocracias que no han parado de crecer y que cada vez tienen más poder. Para ellos somos una amenaza.
¿Hay algo de novela en este libro?
Javier Moro: Nada, yo he contado la historia desde dentro de los personajes. Ellos tienen la voz. No es un tratado político ni de periodismo sobre Venezuela, sino la historia de una familia enfrentada a una dictadura cruel y cómo esta familia ha salido adelante. Su historia muestra también cómo está el país. Ficción no hay. Pero por ejemplo tuve que recrear el diálogo de Diosdado Cabello cuando fue a ver a los padres de Leopoldo. Yo no estaba allí, pero he recreado los diálogos con bastante precisión porque me lo ha contado gente que estaba allí.
¿Le hubiera gustado entrevistar a personajes del entorno de Maduro?
Javier Moro: Sí... pero no. Tuve la oportunidad, pero ya sabes lo que te van a contar de antemano. Para qué quiero hablar con Miguel Rodríguez Torres, que ahora está paseando por Madrid, y que es la persona que inventó la “tumba”, la cárcel más sofisticada de Venezuela. Ya sé lo que me va a contar. A mí me interesaba contar la verdad de los que han huido y han sido perseguidos, como el diputado Gilber Caro, un personaje tan formidable que no te lo puedes inventar porque nadie se creería que un tipo así ha aguantado tanto.
¿Ve a Leopoldo como un auténtico héroe?
Javier Moro: Leopoldo es el héroe mítico, yo le llamo mi héroe preferido. Lo vi claramente cuando el 18 de febrero de 2014 se entregó a la policía en Caracas. Me dije: este está loco o es un héroe. Y resultó ser un héroe. Leopoldo hizo lo que están haciendo Navalni en Rusia y monseñor Álvarez en Nicaragua ahora. Daniel Ortega le puso un avión para que se fuera de Nicaragua, pero no quiso irse. Es la conciencia de ese país, porque se ha sacrificado por el bien común, como hizo Leopoldo López. Leopoldo es el único de los muy pocos líderes políticos venezolanos que nunca se ha comprometido con el régimen. Es un puro.
El bisabuelo de Leopoldo López también estuvo preso por enfrentarse a un dictador y acabó en el exilio.
Javier Moro: En sus primeros cien años de independencia, Venezuela ha tenido unos 39 caudillos. Chávez, que llegó al poder con la connivencia de la élite venezolana, es otro caudillo más, pero éste ha acabado con el país. Los índices de desarrollo humano ponen a Venezuela al nivel de Afganistán y Haití. Ocho millones de venezolanos se han tenido que exiliar. Eso es una locura. Hay gente que lo sigue blanqueando, incluso en el Gobierno de España.
Estados Unidos se ha acercado a Venezuela con Biden, ¿qué le parece?
Leopoldo López: La política exterior de EEUU está dando prioridad ahora al tema energético y migratorio. Pero con los dos objetivos se van a dar un gran tortazo porque Maduro no va a recuperar la industria petrolera y, por tanto, no va a ser una fuente confiable de energía, ni tampoco se va a contener la migración si no resuelve el problema de origen, que es la dictadura, que recibe apoyo de otras autocracias como China y Rusia. El compromiso de estas autocracias para expandir su modelo y evitar que haya democracia es un desafío que tenemos en Venezuela pero también en España y en cualquier país democrático. Si desde este lado no se pelea, el otro lado gana te guste o no.
Javier Moro: En el fondo todo esto que está pasando en Venezuela viene de Cuba. Cuba es el estalinismo tropicalizado. Y con vocación permanente de exportar su modelo a todo el continente.
¿Hay muchos líderes opositores dentro de Venezuela dispuestos a liderar la lucha por la democracia? ¿Volverá la oposición a estar unida?
Leopoldo López: Claro que sí. La primera responsabilidad de la lucha hacia la transición democrática la tienen quienes están hoy en Venezuela. A los que estamos en el exilio nos toca apoyar el proceso que se está dando para unas primarias. Sobre las divisiones en la oposición hay que decir que no hemos dejado de luchar y que a pesar de las diferencias, en los momentos críticos hemos estado unidos. Y eso va a pasar en 2024.
¿Hay condiciones electorales para celebrar elecciones presidenciales en 2024?
Leopoldo López: hoy no las hay, y no creo que las haya para 2024. Pero hay que participar porque es la ventana que tenemos en estos momentos para lograr una movilización de los venezolanos. Esto son ciclos, hemos acariciado la transición en varios momentos, en 2002, cuando Chávez renunció; en 2013, cuando Capriles ganó la elección y decidió no defenderla; en 2017, con todas las protestas y todo el país movilizado; y en 2019, cuando Guaidó asumió la presidencia encargada. Cuando estás muy cerca y no lo logras, lo que viene es la frustración.
¿Qué puede pasar si hay elecciones?
Leopoldo López: Solo puede haber dos escenarios. Que Maduro robe las elecciones o que ganemos las elecciones. No hay ningún escenario en el que Maduro gane. Es verdad que en 2015 ganamos dos tercios de la Asamblea y no se pudo aprobar ninguna ley porque desmantelaron la capacidad efectiva de la asamblea. Una elección presidencial es distinto porque es el poder ejecutivo.
¿Por qué dice que Capriles no defendió una victoria presidencial en 2013?
Javier Moro: Eso está contado en el libro. A Capriles ya le habían metido en la cárcel durante tres meses unos años antes. Es un tío que no está hecho para estar en la cárcel, no es Leopoldo.
Leopoldo López: Capriles me lo dijo así, no quiero regresar a la cárcel. Le dio miedo. Yo le respondí que si no estaba dispuesto a ir a la cárcel, no podía estar dispuesto a liderar. El compromiso que requiere ese papel no fue correspondido en 2013 en el caso de Capriles. El que se mete en esto tiene que saber sacrificarse y saber que no sacará nada a cambio. Defender la libertad y la democracia en Venezuela tiene consecuencias. Mi partido Voluntad Popular llegó a sufrir más de 500 detenciones y más de cien presos políticos. Algunos salieron quebrados de la cárcel, traicionaron a la causa y otros salieron fuertes. Es un proceso psicológico muy intenso en el que no todos reaccionan de la misma manera. Ahí está el caso de Daniel Ceballos, que fue muy doloroso. Después de todo, he aprendido a mirar hacia atrás sin resentimiento. Es muy fácil anhelar la libertad desde la sed de venganza cuando has sido víctima.
Javier Moro: En el fondo todos son víctimas de la dictadura. El enemigo no es el individuo que queda quebrado sino el aparato que hay detrás.
¿Alguna vez pensó que entregarse a la policía en 2014 fue un error?
Leopoldo López: Nunca. Yo estaba en la clandestinidad y ellos hicieron lo posible por convencer a mi familia para que me fuera de Venezuela. Diosdado Cabello le dijo a mi familia que me iban a asesinar. Con esa angustia mi familia me pidió que hiciera una entrega controlada. Yo les dije que no, que si me van a matar no va a ser en una calle oscura sino en los términos que yo planteaba, en la calle rodeado con mucha gente. Hay muchas formas
Javier Moro: El mundo se enteró de lo que estaba pasando en Venezuela a raíz de lo que se montó cuando se entregó en Venezuela.
¿Volverá a Venezuela?
Leopoldo López: Seguro. Mi aspiración es ver una Venezuela libre y democrática, y por eso lucho. Para mí, ver la política española, con todo lo tensa que puede ser, sigue siendo un espectáculo de una democracia.
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