La presidenta del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, ha sido la designada por el jefe del Estado italiano, Sergio Mattarella, para mediar en las próximas 48 horas entre la coalición de derechas y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y dar así un Gobierno al país.

La presidenta del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, ha sido la designada por el jefe del Estado italiano, Sergio Mattarella, para mediar en las próximas 48 horas entre la coalición de derechas y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y dar así un Gobierno al país.

Mattarella no solo ha elegido a la representante de la segunda institución del Estado sino a una exponente de Forza Italia y muy cercana a su líder, Silvio Berlusconi, cuya presencia en la coalición de derechas es el gran escollo para el M5S a la hora de formar un Gobierno.

El M5S ha declarado siempre que no piensa negociar con Forza Italia y reconoce solo a la Liga Norte como interlocutor para formar Gobierno, mientras que el partido de Berlusconi rechaza cualquier contacto con los «grillini» (nombre que reciben los integrantes del Movimiento 5 Estrellas).

Por lo que Alberti Casellati tendrá la labor sobre todo de intentar convencer al líder del M5S, Luigi Di Maio, de entrar en un Gobierno con Forza Italia.

En una reciente entrevista la presidenta del Senado alejó la idea de excluir a Berlusconi de las negociaciones y consideró que sería «una herida a la democracia no tener en una mesa a todos los interlocutores».

El jefe del Estado se juega así su última carta sobre la posibilidad de forjar un Gobierno entre las dos fuerzas políticas que obtuvieron más votos en las pasadas elecciones, para después en caso de fracaso de estas negociaciones tomar otra decisión que incluya, por ejemplo, al resto de partidos.

«Se ha encargado verificar si existe una mayoría parlamentaria entre los partidos de la coalición de centroderecha y el M5S y de una indicación compartida para el encargo del presidente del Gobierno para formar un Gobierno», comunicó el secretario general del Palacio del Quirinal, Ugo Zampetti.

Este añadió que la elegida tendrá que comunicar el próximo viernes los resultados obtenidos.

La presidenta del Senado de esta manera se concentrará en las próximas 48 horas sólo en verificar si las dos fuerzas políticas que obtuvieron más votos en las elecciones del pasado 4 de marzo pueden formar Gobierno.

La que es la primera mujer presidenta del Senado y miembro del partido Forza Italia aceptó esta misión y agradeció «la confianza» que le ha dado el jefe del Estado.

«Quiero realizar este encargo con el mismo espíritu de servicio con el que ejerzo mi papel de presidenta del Senado», agregó Alberti Casellati, que anunció que en breve comunicará la agenda de las reuniones y mantendrá constantemente informado a Mattarella.

La Liga Norte aplaudió con una nota el encargo a la presidenta del Senado y que la exploración para formar un Gobierno se concentre sólo «en el perímetro de un Gobierno de derechas y del M5S pues es exactamente lo que ha decidido el pueblo italiano. La liga está dispuesta a gobernar y ahora basta que los demás dejen de pelarse».

Por su parte, Luigi di Maio declaró que el encargo a Alberti Casellati es una «ocasión muy valiosa» y que «Italia no puede esperar más», pero reiteró que comunicará a la presidenta del Senado «lo que ya se ha afirmado en los últimos días», es decir el veto a Forza Italia.

Alberti Casellati es la segunda mujer en la Historia de la República italiana a la que se le encarga un mandato exploratorio después del de la presidenta de la Cámara de los diputados Nilde Jotti en 1987.

La que es la nueva presidenta del Senado tiene 71 años, es abogada y ha sido senadora de Forza Italia desde 1994 y reelegida en las elecciones de 2001, 2006, 2008 y 2013.

Nació en Rovigo (Véneto, noreste) y ha desempeñado, entre otros cargos, el de subsecretaria del ministerio de Salud entre 2004 y 2006 y del de Justicia del 2008 al 2011.

El 15 de septiembre de 2014 fue elegida miembro del Consejo Superior de la Magistratura, el órgano de autogobierno del poder Judicial.

En estos días los medios de comunicación han recordado sus declaraciones y apariciones televisivas defendiendo a Berlusconi de sus problemas con la Justicia.

Algo que podría pesar sobre la decisión del M5S, que considera a Berlusconi su enemigo acérrimo. EFE