El Cairo
La brutal muerte del estudiante italiano en Egipto
Indignación entre los académicos de todo el mundo por la desaparición y posterior fallecimiento en El Cairo de Giulio Regeni, investigador de la Universidad de Cambridge.
Sus amigos piden que Reino Unido también se involucre en la investigación y que “los responsables sean llevados ante la justicia”. Egipto niega que sus Fuerzas de Seguridad tengan algo que ver en la violenta muerte.
Precisamente en el día del quinto aniversario del levantamiento popular contra el férreo régimen de Hosni Mubarak, Giulio Regeni, un joven italiano estudiante de doctorado en la Universidad de Cambridge, desapareció. Los activistas egipcios están, desgraciadamente, acostumbrados a las desapariciones forzosas desde que el presidente Abdel Fatah Al Sisi llegara al poder en 2013, pero es un hecho sin precedentes para un extranjero.
Durante nueve días, nada se supo del joven, a pesar de los esfuerzos de su familia y amigos por dar con su paradero. Regeni estaba en El Cairo investigando sobre los movimientos sindicalistas independientes, un asunto sensible en Egipto. El 4 de febrero se encontró su cadáver. Tenía quemaduras de cigarrillo, moretones y cicatrices por todo el cuerpo. Los medios italianos han culpado a las Fuerzas de Seguridad egipcias algo que niegan en rotundo las autoridades del país norteafricano. Pero la muerte del joven de 28 años no va a quedar relegada a un segundo plano. De acuerdo con “The New York Times” , el brutal fallecimiento del italiano será tratado en los encuentros bilaterales del ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, en Washington esta semana, que ayer ya se reunió con el secretario de Estado, John Kerry. Tanto dentro como fuera de Egipto, el caso Regeni “se ve como una muestra más del alarmante abuso por parte de las Fuerzas de Seguridad donde las detenciones arbitrarias y la tortura se han convertido en cada vez más comunes”.
El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, aseguró la semana pasada que Regeni fue sometido a una “violencia inhumana y animal”. Por su parte, el ministro de Exteriores Paolo Gentiloni ha informado de que Egipto está cooperando y ha permitido a un grupo de investigadores ialianos desplazarse hasta El Cairo, pero también advierte de que Italia buscará justicia. “No nos conformaremos con presuntas verdades. Queremos que los auténticos responsables sean identificados y castigados por la ley”, aseveró el titular de Interior a “La Repubblica”.
Desde El Cairo, el ministro egipcio del Interior, Magdi Abdelgafar, negó que Regeni hubiera sido detenido por las fuerzas del orden de Egipto. “No fue detenido de ninguna forma. Ya lo he dicho y vuelvo a insistir: eso no ocurrió”. Abdelgafar pidió tiempo pues “todas las posibilidades están abiertas” y añadió que era complejo porque el italiano “tenía muchos contactos con extranjeros y egipcios, y se movía por muchos lugares en El Cairo”.
Regeni llevaba muerto tres o cuatro días cuando su cuerpo fue encontrado con signos de tortura en una cuneta en la autopista entre El Cairo y Alejandría. Según el forense egipcio encargado de su autopsia, la principal causa de su muerte fue un grave traumatismo en la parte trasera de la cabeza provocado mediante un objeto punzante. El golpe le acarreó fractura craneal y graves hemorragias internas.
En el campo de la investigación, la noticia de la violenta muerte de Regeni ha causado total indignación entre los académicos. Más de 4.600 investigadores de todo el mundo han firmado una carta abierta de protesta y demandan una investigación del aumento de desapariciones forzadas en Egipto. Neil Pyper, amigo de Regeni y vicedirector de la Facultad de Estrategia y Liderazgo en la Universidad de Coventry, explica a LA RAZÓN que espera que Reino Unido también se involucre en la investigación de la violenta muerte de Regeni, pues era un estudiante de doctorado en la Universidad británica de Cambridge.
“Tanto yo como otros amigos de Giulio creemos que si le sucede algo a algún universitario británico, estudiante o investigador, se trata de un asunto que concierne a las autoridades británicas. Los británicos deberían sumarse a esta demanda”. En cuanto a la actuación del Gobierno italiano, a Pyper le parece “que ha reaccionado de manera adecuada”. En suma, “para nosotros lo más importante es que se investigue el suceso y que los responsables sean llevados ante la Justicia”.
Pyper conoció a Regeni en una consultora en Oxford, casualmente habían ido al mismo instituto cuando eran adolescentes. “La clave es que ningún investigador o estudiante debería morir con extrema violencia mientras realiza su trabajo. La presión internacional es muy importante, tenemos que asegurarnos de que se investiga apropiadamente y que se juzga a los culpables”. Regeni estaba estudiando a los sindicatos de trabajadores independientes, “ a mi modo de entender, un campo de investigación sin duda controvertido en el contexto egipcio”.
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