Independencia de Reino Unido
Johnson sugiere retornar a una frontera entre las dos Irlandas tras el «brexit»
Señaló que el Gobierno debería concentrarse en evitar que la frontera sea «significativamente» más visible, dando a entender que habría otra vez controles fronterizos entre ambos territorios.
El ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, ha sugerido la posibilidad de reintroducir una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda tras el «brexit», uno de los puntos más conflictivos de las negociaciones.
El ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, ha sugerido la posibilidad de reintroducir una frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda tras el «brexit», uno de los puntos más conflictivos de las negociaciones.
En un documento enviado a la primera ministra británica, Theresa May, y filtrado hoy a la cadena Sky News, Johnson señaló que el Gobierno debería concentrarse en evitar que la frontera sea «significativamente» más visible, dando a entender que habría otra vez controles fronterizos entre ambos territorios.
La «premier» conservadora ha dejado claro que su objetivo es que la frontera entre las dos Irlandas siga siendo invisible después de que el Reino Unido salga de la Unión Europea (UE) en 2019 a fin de no perjudicar el proceso de paz en la provincia, si bien todavía no hay un acuerdo concreto sobre cómo se hará.
En la nota de Johnson, el ministro escribió que «aún si una frontera dura es reintroducida» en la isla de Irlanda, la gran mayoría de las mercancías no estaría sujeta a controles.
«Es equivocado ver esta tarea -dijo- como el no tener ninguna frontera en la isla de Irlanda y el objetivo del Gobierno será impedir que esta frontera se vuelva significativamente más dura».
Según añadió, hay «una impresión exagerada» de «cuán importantes los controles son» en las fronteras externas de la UE.
«Incluso si una frontera dura es reintroducida, esperaríamos ver el 95% o más de las mercancías pasar los controles de frontera» sin ser inspeccionados, agregó el titular de la diplomacia británica.
La frontera entre las dos Irlandas es uno de los puntos más difíciles de las actuales negociaciones del «brexit» ya que, si el Reino Unido sale del mercado común europeo y la unión aduanera, habrá que resolver cómo se harán los controles de las mercancías que pasen entre los dos territorios de la isla.
El probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte, del que May depende para gobernar tras perder la mayoría absoluta en los últimos comicios, ha dejado claro que se opone a que los controles se hagan entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña.
El diputado Jeffrey Donaldson, del DUP, dijo a los medios que si el mar de Irlanda se considera como frontera comercial, esto perjudicaría «el estatus constitucional de Irlanda del Norte» en el acuerdo del Viernes Santo (1998) y no sería aceptable.
Ayer, Johnson planteó la posibilidad de implantar controles electrónicos invisibles en Irlanda del Norte para evitar el establecimiento de una frontera estricta.
En declaraciones a la emisora de radio BBC 4, el político conservador señaló que se podría recurrir a la misma tecnología que permite controlar la entrada de vehículos privados en el centro Londres para cobrar la llamada «tasa de congestión».
Su opinión causó sorpresa en Irlanda, pues la imposición de cualquier tipo de traba a la libre circulación de bienes, servicios y personas entre las dos jurisdicciones de la isla, como consecuencia de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), es vista como una amenaza para sus economías y el proceso de paz.
May quiere abandonar la unión aduanera y el mercado único tras el «brexit», pero se ha comprometido a mantener la frontera norirlandesa abierta a través, entre otras opciones, del llamado «alineamiento regulador», por el que la provincia seguiría, de alguna manera, dentro de esos espacios económicos. EFE
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