Guerra en Ucrania
Xi Jiping visita Moscú para alzarse como el gran pacificador
Tras la orden de arresto de la CPI, el viaje del líder chino supone un golpe diplomático para Putin
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha vuelto a Moscú para empezar la que podría ser una semana crucial para el comienzo del fin de la guerra en Ucrania. La llegada hoy a Rusia del presidente chino, Xi Jinping, reunirá a los dos líderes durante tres días para dar impulso a las excelentes relaciones bilaterales que mantienen y abordar el plan de paz ideado por China como plato fuerte de la visita. El fin de semana ha sido intenso para el líder ruso, que se presentó por sorpresa en Crimea el sábado para celebrar el noveno aniversario de la anexión de la península a Rusia, llegando ayer a la asolada ciudad de Mariupol, en la que ha sido su primera visita al Donbás. Jornada que aprovechó el jefe del Kremlin para supervisar las obras de reconstrucción de la zona para después reunirse con el mando de la campaña militar en Ucrania, en la vecina ciudad de Rostov del Don.
A Xi Jinping le espera, nada más llegar a Moscú, un almuerzo informal con Vladimir Putin, para pasar la jornada de mañana en un ambiente de trabajo más intenso. A ambos líderes les une la tensa relación con Estados Unidos, más erosionada si cabe desde el comienzo de la guerra de Ucrania. Rusia se encuentra aislada y con su economía afectada tras las sanciones impuestas por Occidente desde febrero del año pasado, que han ido aumentando con el paso de los meses. El plan de paz redactado en Pekín, que ya fue presentado por el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, en su visita a Moscú hace algunas semanas parece lejos de las exigencias rusas, más bien a años luz, teniendo en cuenta que el documento establece la devolución de los territorios ocupados a Kyiv, algo a lo que no está dispuesto el Kremlin.
Desde Moscú ya se filtró la semana pasada que había voluntad de sentarse a negociar con el gobierno de Kyiv, exigiendo la retirada de las sanciones como primera medida. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha sido informado del plan chino a través de su ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, que mantuvo una conversación telefónica con su homólogo chino, Oin Gang, antes de la salida de Xi a Moscú. A pesar de que son pocos los que apuestan por el éxito de la intermediación china, esta es, a día de hoy, la única existente y con ciertas garantías, ya que China sí puede considerarse un socio fiable del Kremlin. Según el ministro de Exteriores chino, su país trabaja para “el cese de las hostilidades, el alivio de la crisis y el restablecimiento de la paz entre Ucrania y Rusia”.
Zelenski espera hablar con el presidente chino al término de su visita a Rusia en un momento de desconfianza hacia el gigante asiático después de publicarse que varios drones de fabricación china fueran encontrados en territorio ucraniano tras haber sido utilizados para el ataque por Rusia o que varias factorías chinas hayan enviado al ejército ruso 1.000 fusiles de asalto y otros equipamientos militares. Noticias publicadas por medios estadounidenses y tajantemente desmentidas por Pekín, que ha denunciado el interés de Washington por “echar leña al fuego” y “avivar” el conflicto. China siempre se ha mostrado en contra de la adopción de sanciones en contra de Rusia, siendo uno de los pocos países que se abstuvo en condenar la invasión de este país en Ucrania en la votación celebrada en la Asamblea de la ONU.