Oriente Próximo
Israel responde a Irán con un ataque «simbólico» en el 85 aniversario de su líder supremo, Alí Jamenei
La ofensiva israelí sobre la ciudad de Isfahán marca el inicio de la desescalada en Oriente Próximo
La agencia de noticias iraní Tasnim, el medio de comunicación más próximo a la Guardia Revolucionaria Islámica, colocó en la portada de este viernes las declaraciones escritas en hebreo de Itamar Ben Gvir, el ministro más radical del ala más extremista del Gobierno de Benjamín Netanyahu. Es un detalle, paradójico, sí, también contradictorio, que condensa la escalada en Oriente Próximo.
«Débil», así, en una palabra, describió el líder supremacista judío el ataque aéreo lanzado de madrugada por Israel sobre Isfahán, la ciudad iraní conocida por sus suntuosas mezquitas que alberga una base aérea y el centro de producción de los famosos drones Shahed y otro tipo de armamento made in Iran. Isfahán acoge, además, una planta de enriquecimiento de uranio y cuatro pequeñas instalaciones nucleares en las que Teherán amenaza con producir armas atómicas.
La respuesta israelí a la represalia persa de la pasada semana –motivada, recordemos, por el bombardeo del consulado iraní en Damasco, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria, entre ellos el general de brigada Mohamed Reza Zahedi, encargado de coordinar las operaciones de la guardia pretoriana del régimen de los ayatolás en Siria y Líbano– acabó siendo mucho más contenida de lo esperado. Por eso, Ben Gvir y los suyos están decepcionados.
Israel había garantizado que no dejaría pasar el ataque sin precedentes de Irán del pasado fin de semana. En la noche del sábado, más de 300 drones y misiles, en su mayoría lanzados desde suelo iraní, algo inédito hasta la fecha, chocaron con las defensas aéreas de Israel. La Cúpula de Hierro y la Honda de David hicieron su trabajo, detuvieron el 99% de los artefactos. Israel no tuvo que lamentar daños materiales significativos ni víctimas mortales. De momento. Amina al-Hassouni, una niña beduina de 7 años, sigue hospitalizada tras resultar herida de gravedad en la cabeza por la metralla de uno de los misiles que cayó en la aldea de Al-Fura.
Sin embargo, la beligerancia escenificada por Netanyahu y la cúpula militar israelí en las horas posteriores al ataque acabó materializándose cinco días después en una respuesta limitada y precisa. «La fecha fue claramente deliberada y simbólica», apunta también Sanam Vakil, directora del programa de Oriente Medio y Norte de África de Chatham House. Coincide con el 85 aniversario del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, eterno sustituto del padre de la Revolución iraní, Ruhollah Jomeini, que lleva los últimos 35 años gobernando con puño de hierro.
«El contraataque está igualmente dirigido contra un emplazamiento militar y calibrado para evitar daños y nuevas agresiones iraníes», añade Vakil. Nomi Bar Yaacov, miembro asociado del Programa de Seguridad Internacional de Chatham House, considera que «el contraataque israelí de madrugada en Isfahán tenía por objeto enviar a Irán el mensaje de que Israel tiene capacidad para atacar con precisión en el interior de Irán sin necesidad de recurrir a aviones de combate. Se llevó a cabo de una manera que permitirá a Irán negar el ataque y trazar una línea por debajo».
Para Vakil, «mientras Irán siga negando el ataque y desviando la atención sobre él, y mientras no se vean más impactos, hay espacio para que ambas partes desescalen». Los contados oficiales iraníes que han comentado el ataque en Isfahán han quitado hierro al asunto. El legislador Seyed Nezamedin Mousavi dijo que el ataque era «ridículo» y, en consecuencia, la demostración de que Israel «se contenta con estas acciones ineficaces». Una voz más autorizada, la del exministro de Exteriores Javad Zarif, lo comparó directamente con «fuegos artificiales».
Según Bar Yaacov, las presiones de Estados Unidos, Reino Unido y otros aliados propiciaron que la respuesta de Israel fuera «medida» para no llegar a un punto de no retorno. «Se aseguraron de que solo se alcanzara el lugar desde el que se lanzaron los drones iraníes el sábado por la noche y emplazamientos nucleares, evitando así víctimas», subraya la analista, que vuelve a poner el foco en la Franja de Gaza: «Mientras tanto, se han aprobado planes para evacuar a más de un millón de gazatíes desplazados de Rafah, antes de una invasión terrestre planeada por las Fuerzas de Defensa de Israel. Una invasión de Rafah causaría probablemente un gran número de víctimas civiles, con el riesgo de una grave escalada regional. La guerra contra los apoderados de Irán, Hizbulá, Hamás, la Yihad Islámica Palestina, los hutíes y otros grupos en Irak y Siria está lejos de terminar».