Oriente Medio

Las imágenes por satélite muestran los daños causados por Israel en dos bases militares secretas iraníes

El director de la OIEA, Rafael Grossi, confirma que «las instalaciones nucleares de Irán no han sido afectadas» y minimiza el riesgo de una escalada

This satellite photo from Planet Labs PBC shows damaged buildings at Iran's Parchin military base outside of Tehran, Iran, Sunday, Oct. 27, 2024. An Israeli attack on Iran damaged facilities at a secretive military base southeast of the Iranian capital that experts in the past have linked to Tehran's onetime nuclear weapons program and at another base tied to its ballistic missile program, satellite photos analyzed Sunday by The Associated Press show. The damaged structures are in the bottom ...
Algunas de las infraestructuras destruidas se encuentran en la base militar de Parchin, donde el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sospecha que Irán ha llevado a cabo pruebas de explosivos de alta potenciaASSOCIATED PRESSAgencia AP

El ataque aéreo israelí dirigido en la madrugada del sábado contra una serie de objetivos militares en Irán dañó las instalaciones de una base secreta a las afueras de Teherán, relacionada con el programa nuclear iraní, así como otra base vinculada con el programa de desarrollo de misiles balísticos, según las imágenes por satélite analizadas por la agencia de prensa norteamericana Associated Press.

Algunas de las infraestructuras destruidas se encuentran en la base militar de Parchin, donde el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sospecha que Irán ha llevado a cabo pruebas de explosivos de alta potencia. Irán ha insistido durante mucho tiempo en que su programa nuclear es pacífico, aunque la OIEA, los servicios de Inteligencia occidentales y otras fuentes sostienen que la República Islámica tuvo un programa de armas activo hasta 2003.

En el ataque israelí del sábado también resultó afectada la base militar de Khojir, donde los analistas consultados por Associated Press estiman que Irán oculta un sistema de túneles subterráneos y fábricas de producción de misiles. Las Fuerzas Armadas de Irán no han reconocido daños en ninguna de las dos bases, aunque han confirmado que el ataque mató a cuatro soldados iraníes que trabajaban en los sistemas de defensa aérea del país.

Este domingo, el líder supremo iraní, Alí Jamenei, ha declarado que la ofensiva israelí del sábado «no debe ser exagerada ni minimizada», pero tampoco exigió una respuesta inmediata. En cambio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presumió de que los ataques «dañaron severamente» a Irán y consiguieron «todos sus objetivos».

Sin embargo, sin estar del todo claro cuántos blancos en total fueron alcanzados por la Fuerza Aérea israelí. No hay un balance de daños oficial por parte de Irán. En un comunicado emitido inmediatamente después del ataque, el Ejército hebreo afirmó haber dirigido la operación contra «las instalaciones de fabricación de misiles utilizadas para producir los misiles que Irán disparó contra el estado de Israel durante el último año».

Las áreas afectadas se encuentran en las provincias de Ilam, Juzestán y Teherán, según muestran las imágenes satelitales de Planet Labs PBC. Y todas parecen ser áreas militares. Ni energéticas ni nucleares. Aunque una de las fábricas golpeadas en la Ciudad Industrial de Shamsabad, hacia el sur de Teherán, cerca del Aeropuerto Internacional Imam Jomeini, corresponden a la dirección de una firma conocida como TIECO, que se presenta como fabricante de maquinaria avanzada utilizada en la industria del petróleo y gas de Irán.

El director de la OIEA, Rafael Grossi, confirmó en la red social X que «las instalaciones nucleares de Irán no han sido afectadas». Una posibilidad que amenazaba con provocar una respuesta contundente por parte de Teherán y, sobre todo, consecuencias insospechadas para Irán y el resto de países de la región. «Los inspectores están a salvo y continúan su vital trabajo», añadió Grossi, quien quiso hacer un llamamiento «a la prudencia y la moderación ante acciones que podrían poner en peligro la seguridad de materiales nucleares y radiactivos».