Graves disturbios a las afueras de París por la muerte de un adolescente a manos de la policía

Francia vive pendiente de una situación explosiva en sus suburbios. La muerte de un adolescente de 17 años a manos de la Policía tras darse a la fuga en Nanterre, barrio periférico al oeste de París, ha desencadenado una noche de graves altercados con casi media decena de coches incendiados y 24 personas detenidas. La ira desatada se ha ido descontrolando aún más al irse conociendo algunos detalles e imágenes del caso como un vídeo grabado por un testigo en el que uno de los agentes apunta con su arma junto a la ventanilla con el coche parado mientras el adolescente, con antecedentes y sin carnet de conducir, hablaba con el otro agente antes de darse a la fuga. El disparo mortal se produjo en el momento en que el coche aceleraba, sin amenazar directamente la integridad de los policías, que fue sin embargo lo que alegaron en una primera declaración que ha supuesto más gasolina para las calles.

El policía autor del tiro se encuentra detenido y la Justicia ha abierto dos investigaciones, una por homicidio voluntario cometido por una persona depositaria de la autoridad pública, que concierne directamente la responsabilidad de ese brigadier. La segunda por saltarse un control policial tiene que ver con el comportamiento del adolescente, Naël, un procedimiento que ha provocado la indignación de la familia del joven cuya abogada, Jennifer Cambla, ha recordado que en Francia no se puede juzgar a una persona fallecida.

En declaraciones a la emisora France Info, la abogada ha indicado que la familia tiene intención de presentar una denuncia por falsificación al considerar que los agentes implicados en el incidente mintieron en esa primera declaración y ha subrayado que la reacción de los policías fue "absolutamente ilegítima" y que "no entra en el marco de la legítima defensa" porque "sentirse amenazado no es suficiente para disparar una bala en el tórax". Las imágenes de los disturbios han provocado estupefacción y cólera en un país donde, repetidamente, la policía es señalada por su uso excesivo de la fuerza.

Desde la tarde del martes, se ha producido una cadena de protestas en las calles de Nanterre y de otros barrios periféricos de París, rompiendo mobiliario urbano y cubos de basura. En el caso de Nanterre, donde todo se produjo, las fuerzas de seguridad han utilizado gases lacrimógenos para hacer retroceder a los manifestantes, que han levantado barricadas para impedir el ingreso al barrio y han coreado consignas contra la Policía. A media tarde de este miércoles, la zona de la estación de tren Nanterre-Prefecture, a pocos metros de dónde perdió la vida el joven Naël, vivía una calma tensa. Mucha presencia policial según ha podido constatar LA RAZON ante la amenaza de un estallido que pueda desbordarse en las próximas horas.

Una ley aprobada en 2017 precisa las circunstancias en las que policías y gendarmes pueden hacer uso de sus armas. El texto señala textualmente que pueden ser usadas solo “en caso de absoluta necesidad y de manera estrictamente proporcionada”. Pero la norma, fruto de controversias desde entonces, añade también “cuando los agentes no pueden inmovilizar salvo a través del uso de las armas vehículos, embarcaciones u otros medios de transporte, cuyos conductores no acatan la orden de detenerse y cuyos ocupantes son susceptibles de perpetrar, en la huida, atentados contra su vida o integridad física o la de los demás”. Cada año se registran en torno a 150 casos de uso de arma por parte de los agentes contra vehículos en movimiento.

Estos hechos han generado muchas reacciones en diferentes campos de la sociedad francesa, desde la política hasta el deporte. Especialmente enérgicas han sido las reacciones sobre todo de algunos responsables de izquierdas que han denunciado el gran número de muertos a manos de la policía que tratan de ampararse en la legítima defensa, en particular cuando un automovilista se salta un control. También ha reaccionado la estrella de la selección francesa de fútbol Kylian Mbappé, que en un mensaje en su cuenta de Twitter escribe al respecto: "Me duele Francia. Una situación inaceptable. Estoy con la familia y los allegados de Naël, este angelito que se ha ido demasiado pronto".

El alcalde de Nanterre, Patrick Jarry, ha solicitado que se aclaren cuanto antes “las circunstancias de la tragedia", y ha pedido "calma" a la población.El Ayuntamiento ha puesto a disposición de la Policía las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia del lugar de los hechos. Jarry, que ha trasladado sus condolencias a los seres queridos del fallecido, ha hecho un llamamiento "a todos y cada uno a la moderación y la dignidad, a pesar de la legítima emoción que suscita esta tragedia".

El alegato de la madre

La madre del menor arremetió contra los agentes en sus primeras declaraciones: “Perdí a un niño de 17 años, estaba sola con él, me quitaron a mi niño. Esta mañana me dio un beso muy grande y me dijo ‘Mamá te quiero’. Le dije 'te quiero, cuídate'". “Una hora más tarde me dicen que le dispararon a mi hijo". “¿Qué voy a hacer? Estoy indefensa. Le di todo para que un hijo de puta me quitara a mi hijo. Solo tengo uno, no tengo diez, solo tengo uno. Era mi vida, era mi mejor amigo, era mi hijo, era todo para mí".