Moscú
"Ucrania es Rusia": así quiere Moscú repartir el territorio ucraniano para poner fin a la guerra
El expresidente ruso Medvedev pide dividir la nación ucraniana entre los países fronterizos, lo que dejaría a Kyiv muy empequeñecido
Más de dos años de guerra en Ucrania tras la invasión rusa y el conflicto parece no tener fin. Tanto las autoridades de un país como otro han puesto condicionantes a lo largo de la contienda para detenerla, sin éxito, y ni Zelenski ni Putin ceden para acabar esta situación crítica en Europa. Tal es así, que el expresidente del país y presidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, Dmitri Medvedev, presentó un mapa para repartir el territorio ucraniano entre Moscú y Kyiv, que saldría muy mal parado comparado con su actual extensión.
Ucrania tiene una extensión de más de 600.000 kilómetros cuadrados, lo que le hace el país más grande de Europa (sin incluir a Rusia, ya que este país se encuentra entre dos continentes). Asimismo, limita con varios países como Bielorrusia, Moldavia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia y Polonia.
Ucrania se convirtió en país tras la disolución de la URSS en 1991, pero tras más de treinta años, Rusia se niega a ceder ese territorio, que considera como propio. "El territorio en ambas orillas del Dniéper es inherentemente parte de las fronteras estratégicas históricas de Rusia", declaraba Medvedev, añadiendo que "Ucrania es definitivamente Rusia".
La división de Ucrania según Rusia para poner fin a la guerra: así quedaría el nuevo mapa de Europa
Medvedev, que fue presidente de Rusia entre 208 y 2012, es una de las figuras públicas de Rusia más polémicas. Suele emplear un vocabulario agresivo en sus declaraciones, cada vez más violento. Así, en base a su proposición, Moscú se apoderaría de la parte oriental y centro de Ucrania. Rumanía y Hungría de pequeñas regiones del este del país, y Polonia gran parte del este. Tan solo una pequeña área del mapa, la correspondiente al óblast de Kiev, pertenecía a Ucrania.
Oor otro lado, descartó entablar conversaciones de paz con Ucrania y que la situación geopolítica internacional “es mucho peor que la de 1962″, en relación a la crisis de los misiles de Cuba, que estuvo a punto de hacer estallar un conflicto bélico mundial durante la Guerra Fría.
"Se trata de una guerra en toda regla contra Rusia con armas estadounidenses y con la participación de fuerzas especiales y asesores estadounidenses", aseguró. Según sus palabras, las potencias occidentales, lideradas por Washington, tratan de realizar "intervenciones geopolíticas" contra el país. "Primero en Georgia, luego en Ucrania, estamos observando intentos similares en Moldavia y en los países de Asia Central", alertaba el dirigente.
Así, aunque el expresidente ruso consideró que "Oriente es un asunto delicado", ha ensalzado que los países de la región "no se desgarran ni se quiebran bajo la más fuerte presión de Occidente". Ha recalcado, además, que estos se centran en afianzar relaciones con "la gran Eurasia" en vez de con una Europa "dependiente".
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