Cumbre en Bruseas
La OTAN y la UE acogen con poco entusiasmo el "Plan de la Victoria" de Zelenski para Ucrania
El presidente ucraniano alerta en Bruselas de una guerra mundial por la participación de tropas norcoreanas
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha abandonado la capital comunitaria con un regusto amargo. En lo que parece una ofensiva diplomática antes de las elecciones del próximo 5 de noviembre en Estados Unidos y la posible vuelta de Trump a la Casa Blanca, el presidente de Ucrania ha presentado su denominado Plan de la Victoria a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete y a los aliados de la OTAN.
Pero a pesar de las buenas palabras, la acogida parece más bien tibia y con pocos compromisos contantes y sonantes. Quizás ante tan poco entusiasmo, Zelenski ha alertado de un guerra mundial. “Sabemos que Corea del Norte está preparando a 10.000 soldados para enviarlos a luchar contra nosotros”, ha asegurado. Esto, a juicio del mandatario supone un punto de inflexión. “Irán le da drones y misiles, pero no personas. Y aquí vemos que este es el primer paso para una guerra mundial”.
El Plan de la Victoria presentado por Zelenski pretende que la guerra termine en el año 2025 y propone cinco puntos para conseguirlo: una invitación incondicional a que el país invadido se adhiera a la OTAN; la eliminación de las restricciones al uso de armas, incluidas las de largo alcance y la continuación de las operaciones militares ucranianas en suelo ruso; el despliegue de armas de disuasión no nucleares en Ucrania por parte de los aliados occidentales; el uso de recursos naturales de Ucrania como el uranio, el titanio y el litio y la sustitución de contingentes militares estadounidenses estacionados en Europa por unidades ucranianas. Este plan contiene algunos puntos confidenciales que Ucrania ha desvelado a algunos socios como EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, sobre todo en lo referente a la armas de disuasión.
Pero parece que Zelenski ha pinchado en hueso. La OTAN se sigue negando a ofrecer una invitación clara de ingreso, tal y como ha venido sucediendo desde antes de la invasión rusa, y la oposición de algunos socios como Alemania a proveer a Kyiv de misiles de largo alcance, ante el temor a que esto desencadene un conflicto directo entre la OTAN y Rusia, continúa. El propio Zelenski ha reconocido con amargura que “no hemos usado misiles de largo alcance alemanes porque no nos los han dado”, en relación a las limitaciones para utilizar este tipo de armamento. “El apoyo militar se suministrará con respeto pleno a la política de seguridad y de defensa de ciertos Estados miembros y teniendo en cuenta los intereses de seguridad y defensa de todos los Estados miembros”, asegura el texto consensuado por los Veintisiete, en lo que parece el respaldo a la postura de Berlín de no dar este paso.
El cambio de guardia en la OTAN tras la salida de Jens Stoltenberg como secretario general después de 10 años no ha supuesto ningún vuelco en la postura de la organización militar. “Es, por supuesto, una fuerte señal de Zelenski y su equipo que diseñaran este plan, que ahora lo estén impulsando. Esto no significa que pueda decir aquí que apoyo todo el plan. Eso sería un poco difícil porque hay muchas cuestiones, por supuesto, que tenemos que entender mejor”, ha asegurado el nuevo secretario general, Mark Rutte, en rueda de prensa. En la pasada cumbre de Washington, que supuro la conmemoración del 75 aniversario de la organización, los aliados señalaron el camino “irreversible” de Ucrania en la organización, pero sin ningún apetito de hablar de plazos.
“La trayectoria para convertirse en parte de la OTAN está ahí, pero naturalmente en el periodo en el que Ucrania esté en guerra es duro ponerlo en marcha, pero está claro que Ucrania será parte de la OTAN”, ha señalado el primer ministro belga Alexandre de Croo.
“Estaremos de vuestro lado el tiempo que sea necesario”, ha prometido el presidente del Consejo Charles Michel quien también ha señalado que la presencia del presidente ucraniano en Bruselas es un mensaje sin ambigüedad sobre el futuro de Kiev en el club comunitario.
Pero a pesar de estas buenas palabras, el primer ministro Viktor Orban sigue defendiendo que la paz llegue cuanto antes, aunque suponga que Ucrania pierda la guerra y vea amputado parte de su territorio.
El primer ministro húngaro ha calificado de “aterrador” el plan esbozado por Zelenski y ha defendido que la Unión Europea “cambie su estrategia de guerra por una estrategia de paz” mientras el documento presentado por el presidente ucraniano “apunta en la dirección contraria”. Orban ha solicitado al presidente francés, Emmanuel Macron y al canciller alemán Olaf Scholz iniciar conversaciones con Moscú en nombre del club comunitario para “encontrar una salida a esta solución”.
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