Italia
La crisis del Cinco Estrellas amenaza el Gobierno de Draghi
El «premier» regreso antes de Madrid por las tensiones del Ejecutivo
Las tensiones en el Gobierno italiano tras la escisión del Movimiento Cinco Estrellas, principal socio de la heterogénea coalición que sostiene el Ejecutivo presidido por Mario Draghi, obligaron al primer ministro a abandonar la Cumbre de la OTAN de Madrid la noche del miércoles y regresar precipitadamente a Roma, ante los rumores de una posible salida de los ‘grillinos’ de la alianza gubernamental.
La foto de Draghi sentado solo en un banco del Museo del Prado hablando al teléfono mientras el resto de asistentes a la histórica reunión de la Alianza Atlántica disfrutaba de una velada en pinacoteca madrileña hizo saltar las alarmas. Según medios locales, al otro lado del teléfono se encontraba Giuseppe Conte.
El líder del Movimiento Cinco Estrellas exigió una explicación a Draghi, después de que un diario italiano publicara que el primer ministro había pedido su destitución al fundador del partido, el cómico Beppe Grillo. “El Gobierno no está en riesgo”, dijo Draghi a los periodistas desplazados a Madrid tratando de rebajar la tensión, pero sin desmentir la información. Poco después, un comunicado oficial anunciaba que el primer ministro italiano regresaba esa misma noche a la capital italiana y que en su lugar, Italia estaría representada por el titular de Defensa, Lorenzo Guerini.
La supuesta injerencia del primer ministro enfureció a Conte. “Es grave que un primer ministro técnico se entrometa en la vida de las fuerzas políticas que, además, apoyan al Gobierno”, lanzó el líder del Cinco Estrellas.
La versión oficial asegura que Draghi regresó a Roma para presidir un delicado Consejo de Ministros, convocado este jueves para analizar las medidas presupuestarias dirigidas a contener la escalada de los precios de la energía. “Estaba ya previsto”, dijo el primer ministro en la rueda de prensa posterior a la reunión. “No tengo intención de entrar en las cuestiones internas de ningún partido. No entiendo porque se me quiere meter en medio de este tema. En cualquier caso, estoy en contacto con Conte”, aseguró.
Por si había alguna duda, Draghi subrayó ante los periodistas que no seguiría al frente de la presidencia de Gobierno con una mayoría parlamentaria alternativa a la actual. “Siempre dije que el Gobierno no se podía formar sin el Cinco Estrellas y esta sigue siendo mi opinión”, añadió, especificando que Conte le había confirmado que no tenía intención de salir del Gobierno y limitar su contribución a un apoyo externo.
Pero los tambores de crisis ya han comenzado a sonar. El inesperado adiós del actual ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, al Movimiento Cinco Estrellas para formar su propia formación política junto a medio centenar de parlamentarios disidentes ha dejado muy tocados a los ‘grillinos’, que están divididos entre mantener su apoyo al Gobierno formando parte de la coalición o abandonar el Ejecutivo y garantizar su apoyo sólo en cuestiones concretas. En medio de la batalla política está el rechazo del partido de Conte al envío de ayuda militar a Ucrania, pero también una calculada estrategia electoral después de sus últimos batacazos en las urnas.
Italia celebrará elecciones generales la próxima primavera y la mayoría de los partidos ya han empezado a organizarse para marcar su propio perfil. Es el caso de la Liga de Matteo Salvini, que arremetió contra dos de sus socios en la coalición, el M5E y el PD, por llevar hasta el Parlamento un proyecto de ley para legalizar el cannabis y otro para dar la nacionalidad a los hijos de inmigrantes que lleven cinco años estudiando en el país, que su formación rechaza. “Es evidente la voluntad de la izquierda de querer hacer saltar por los aires el Gobierno”, sentenció.