Rusia
Las últimas revelaciones sobre el estado de salud de Putin que el Kremlin quiere silenciar
El estado físico del presidente de Rusia ha dejado evidencias de una posible enfermedad y se especula con Párkinson, demencia o cáncer
Vladimir Putin cumplirá 70 años el mes de octubre. Su estado de salud, que ha dejado varias referencias e imágenes preocupantes, ha sido objeto de todo tipo de rumores, sobre todo en lo que respecta a la falta de información sobre el bienestar del presidente de Rusia. Las especulaciones sobre una posible enfermedad han ido desde un posible cáncer hasta la demencia o el Parkinson, sobre todo desde el comienzo de la guerra en Ucrania, que ha sido visto más de cerca por la opinión pública.
La página web rusa Proekt publicó la investigación más completa sobre el estado de salud del mandatario, en el que revelan que los viajes del mandatario durante los últimos años a su casa en Sochi, a orillas del mar Negro, han coincidido con la llegada al lugar de un amplio grupo de médicos.
A finales del mes de mayo, el Kremlin compareció por primera vez sobre el estado del presidente ruso, del que destacaron “su buena salud” y que nadie “en su sano juicio, puede apreciar un síntoma de enfermedad”, tal y como definió el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
“El presidente Putin aparece públicamente todos los días. Pueden verlo en las pantallas, escuchar sus discursos. No creo que las personas en su sano juicio pueda apreciar un síntoma de enfermedad en este hombre”, dijo Lavrov en una entrevista televisada a las cadenas TF1 y LCI en Francia.
“Si la operación lleva tanto tiempo es porque el Ejército ruso ha pedido evitar a todo coste el ataque contra infraestructuras civiles”, aseguraba el diplomático. Por otro lado, el portavoz de la presidente rusa, Dmitri Peskov, también ha desmentido cualquier información negativa relacionada con la salud del mandatario.
Pero las evidencias muestran lo contrario, o al menos, nada que ver con una gran robustez y físico. Según Valery Solovey, exjefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacional de Moscú, estaba claro que Putin “tiene cáncer, y también síntomas de la enfermedad de Parkinson”. En las últimas apariciones, el presidente ha mostrado “manchas oscuras en sus mejillas” que podrían ser fruto de una enfermedad, tal y como sugiera The New York Post.
A principios de junio, el presidente de Rusia recibió “asistencia médica urgente” después de que comenzara a sentirse mal mientras hablaba con sus jefes militares. Se habla de “fuerte malestar, debilidad y mareos” al levantarse de su mesa, tras una sesión virtual de 90 minutos. Después, los sanitarios le confirmaron que “necesitaba asistencia médica urgente”, según fuentes de inteligencia británicas.
Sky News reveló en una entrevista que el general de División Kyrylo Budanov, de 36 años, se ha puesto en marcha un golpe de Estado para derrocar a Putin y Rusia “podría perder la guerra a finales de este año”. Además, otro oligarca, que se hizo llamar Yuri -para proteger su identidad- dijo a New Lines que el mandatario padecía problemas en la parte inferior de la espalada y que “tiene cáncer en sangre”.
Según Paris Match, durante las visitas a Francia en 2017 y Arabia Saudita en 2019, Putin era escoltado al baño por un equipo encargado de recoger sus heces para evitar cualquier muestra que pudiera dar información sobre su salud. El semanario Newsweek, citando fuentes de inteligencia estadounidense, afirmó que Putin había sido tratado en abril de un cáncer avanzado. El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos negó ser la fuente de la información.
Además, la pandemia de covid-19 hizo que el mandatario “se comportara de forma extraña”. Pero las autoridades rusas, no han querido dar detalles. “El país no tiene ni una pizca de verdad sobre el estado físico y emocional de su presidente”, lamenta el redactor jefe de Proekt, Roman Badanin. “El planeta entero no sabe si una persona que puede destruir la humanidad pulsando un botón rojo goza de buena salud”, señala.
La única vez que el Kremlin confirmó que Putin tenía un problema de salud fue en otoño de 2012, cuando desapareció de la escena pública y canceló reuniones.