Guerra
Estos son los peligros de un ataque con armas químicas y sus aterradoras consecuencias
La posibilidad de que Rusia utilice este tipo de armas en la invasión de Ucrania es cada vez más real
La posibilidad de que Rusia acabe utilizando armas químicas en la invasión de Ucrania sería cada vez más real, según alertan los altos cargos de la OTAN. Así, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, advirtió este jueves de que un ataque químico ruso en Ucrania “cambiaría enormemente la naturaleza” de la guerra que allí se libra y podría afectar también a países aliados vecinos, sin querer entrar en si ello motivaría una reacción de defensa de la Alianza.
“No voy a especular más allá del hecho de que la OTAN siempre está dispuesta a defender, proteger y reaccionar a cualquier tipo de ataque contra un país aliado”, indicó Stoltenberg ante la prensa a su llegada a la cumbre extraordinaria de líderes de la Alianza para abordar la crisis en Ucrania.
No obstante, no sería la primera vez que en un conflicto se utilizan armas químicas, de la que el político noruego advirtió de “la gravedad del uso de armas químicas por supuesto es todavía más obvia sabiendo que hay un riesgo de contaminación al expandirse esos químicos a aéreas más grandes, y llegar incluso al territorio de la OTAN”. En Siria, han sido utilizadas este tipo de armas en varias ocasiones.
Siria usó cloro como arma química durante un ataque en la ciudad de Saraqib en febrero de 2018, tal y como afirmó la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) tras una investigación. En abril de ese año, la ciudad siria de Duma sufrió otro ataque químico en el que al menos murieron entre 40 y 50 personas y más de cien resultaron heridas tras el supuesto uso de sarín y cloro, según informaron médicos y testigos. En Jan Shijún, terribles imágenes de niños asfixiándose, con espuma en la boca o con la mirada perdida se pudieron ver tras otro ataque con armas químicas, en el que un total de 27 menores. Una grave violación de los derechos humanos.
Las armas químicas está prohibidas por la comunidad internacional desde 1997 para poner límite a las crueldades de las guerras y conflictos. El cloro, aunque no es en sí mismo un arma química, es un producto químico industrial tóxico que es muy útil para purificar el agua. Pero es un agente que afecta a los ojos y la capacidad respiratoria. Al mezclarse con agua, produce ácido de clorhidrato.
Los agentes de guerra química se pueden clasificar en varias categorías. Por ejemplo, el gas mordaza. Al ser utilizado contra personas y entrar en contacto en la piel, provoca una reacción química y produce ampolla; si entra en contacto con los ojos, produce ceguera, y cuando ingresa en los pulmones, impide la respiración.
En el caso del sarín o el VX, detienen la actividad de una enzima asociada a los músculos, generando calambres en todos los músculos, además de los pulmones, pudiendo provocar la muerte por sofocación. Más allá, tenemos el caso del cianuro, que impide la respiración celular, siendo uno de los componentes con mayor tasa de mortalidad al ser utilizados.
Estos son solo algunos ejemplos de ataques con armas químicas. Pero también el fósforo blanco, un elemento totalmente prohibido en las contiendas bélicas desde la Convención de Ginebra, al igual que las armas termobáricas, podrían ser utilizadas por Rusia, según alertó Ucrania.
El fósforo blanco se trata de una sustancia que puede causar lesiones graves y dolorosas, como quemaduras químicas, daños en los huesos y la médula ósea, muerte de tejidos o muerte lenta y dolorosa. En el caso de las lesiones, recalcar que se curan lentamente y son propensas a las infecciones.
En 2009, las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron aproximadamente 200 municiones de fósforo blanco sobre zonas pobladas de Gaza, matando al menos a doce civiles y dejando decenas de heridos tras el impacto de esta peligrosa sustancia. También las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos utilizaron fósforo blanco lanzado desde tierra en 2017 mientras luchaban contra el Estado Islámico tanto en la ciudad del norte de Irak, Mosul, como en la ciudad del norte de Siria, Raqqa.