Tensión

Biden amenaza a Putin con “sanciones severas” si Rusia procede con la invasión de Ucrania

Ante un inminente ataque a gran escala, el presidente de EE UU recuerda a su homólogo ruso que Washington «está preparado para otros escenarios» si falla la diplomacia. El Kremlin denuncia que la «histeria» sobre el ataque ruso ha llegado a su punto álgido

Pasaban cuatro minutos de las once de la mañana cuando, desde la residencia presidencial de Camp David, Joe Biden recibía la llamada de Vladimir Putin. La reunión telefónica entre ambos líderes políticos, que tuvo una duración exacta de una hora y dos minutos, mantuvo en alerta la atención del mundo entero, pendiente de cualquier giro inesperado en las estancadas negociaciones.

A iniciativa de Rusia, que trasladó a Estados Unidos la petición de concertar la cita, el presidente Biden atendió la trascendental llamada telefónica de su homólogo ruso tras pedirle expresamente adelantarla del próximo lunes a este sábado por la mañana, con la urgencia de frenar “los signos de la escalada rusa” ante una inminente invasión en Ucrania y la creciente tensión de la crisis durante los últimos días.

Pero todo esfuerzo diplomático pareció seguir siendo en vano. La primera conversación este año entre ambos presidentes, desde la que mantuvieron el pasado 30 de diciembre, no trajo consigo ningún acuerdo. Rusia advertía una vez más que no cederá a la posible expansión de la OTAN ante la opción de incluir a Ucrania como país miembro en el futuro, requisito imprescindible para que Putin evite activar la acción militar contra su país vecino. El Kremlin ya había manifestado horas antes su malestar con Washington acusándole de promover una “campaña de propaganda” sobre la supuesta invasión.

Pero Estados Unidos insistía en tener cada vez más indicios de que un ataque aéreo de Rusia en Ucrania, con bombas y misiles, podría producirse “en cualquier momento”, tan pronto como el miércoles de la próxima semana y “podría comenzar incluso durante los Juegos Olímpicos” que se disputan en China desde el pasado 4 de febrero, y no después del encuentro deportivo mundial, como se había especulado hasta ahora.

La conversación telefónica entre ambos líderes políticos se producía en un momento clave del conflicto. Un último empujón de Biden para descargar toda la artillería diplomática antes de tener que pasar a la acción con una respuesta “decisiva”, coordinada con el resto de sus aliados y socios europeos, imponiendo “costos rápidos y severos” si Putin no se detiene en sus intenciones.

Si bien la Casa Blanca calificó de «profesional y sustancial» la conversación, desde Moscú no tienen la misma percepción. El Kremlin denunció ayer que la «histeria» de Occidente sobre una invasión rusa inminente de Ucrania había alcanzado su punto álgido, tras la conversación entre los presidentes.

«La escalada en torno al tema de la ‘invasión’ se realizó de manera coordinada. La histeria simplemente ha llegado a su clímax, al punto de lo absurdo, en los últimos días, las últimas horas», afirmó el asesor del presidente ruso para Asuntos Internacionales, Yuri Ushakov. En opinión del Kremlin, EE UU «está inflando artificialmente la histeria» en torno a una invasión rusa planificada de Ucrania, incluso «dando las fechas». Con está actitud, Occidente está «creando los requisitos para posibles acciones de provocación de las Fuerzas Armadas ucranianas». Este mismo argumento se lo trasladó el propio Putin al presidente de Francia, Emmanuel Macron.

En una llamada entre ambos mandatarios, Macron advirtió a Putin de que «el diálogo sincero no es compatible con la escalada» militar. En la conversación, que se produce pocos días después de la visita de Macron a Moscú, se aludió a «las condiciones de seguridad y estabilidad en Europa», agregó la presidencia gala en un comunicado, que son las que quiere imponer Putin.

Así lo anunció el día antes del encuentro telefónico entre Biden y Putin el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. “Estamos listos para continuar con la diplomacia orientada a los resultados que aborde las preocupaciones de seguridad de EEUU, Rusia y Europa, de acuerdo con nuestros valores y en principio de reciprocidad”, resaltó Jake Sullivan el viernes, pero “también estamos listos para responder con decisión, junto con esos aliados y socios, si Rusia decide emprender acción militar” contra su país vecino.

Entre las respuestas que contempla poner en marcha Biden junto a sus aliados destacan severas sanciones económicas, con paquetes similares impuestos por la Unión Europea, Reino Unido y Canadá, además de “cambios en la postura de la fuerza estadounidense y de la OTAN a lo largo de su flanco oriental”, medida que incluiría el apoyo a Ucrania.

Mientras se ponían los esfuerzos en marcha para tratar de detener una vez más la escalada del conflicto ante un inminente ataque, Biden urgía a todos los estadounidenses en Ucrania a “abandonar ahora” el país, en las próximas 24 a 48 horas, así como a desalojar a todo el personal de la Embajada de EEUU en Kiev y mantener sólo una mínima presencia diplomática en el país europeo.

En los últimos meses, los servicios de inteligencia estadounidenses han ido ofreciendo información con cuentagotas de la preparación militar rusa en la frontera ucraniana, con más de 100.000 tropas desplegadas en la zona y el 70 por ciento de los recursos necesarios para realizar una invasión a gran escala en cualquier momento, con el consecuente pronóstico de hasta 50.000 víctimas mortales, civiles y militares.

Despliegue OTAN y EE UU
Despliegue OTAN y EE UUTania Nieto

Antes del encuentro telefónico entre ambos presidentes, se producía otra llamada trascendental entre Antony Blinken y Serguéi Lavrov. El secretario de Estado de EEUU y el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia mantuvieron una conversación telefónica para aliviar la tensión y acercar posturas. Blinken le recordó a Rusia que la vía diplomática sigue abierta siempre y cuando “Moscú desescale” el conflicto y establezca “negociaciones de buena fe”, Pero Lavrov acusó a EEEUU de orquestar una maniobra de “propaganda” contra su Gobierno sobre la “agresión rusa” contra Ucrania “que anima a las autoridades en Kiev a sabotear los acuerdos de Minsk e intentar resolver el conflicto en el este por la fuerza”.

El mismo viernes por la mañana, el presidente Joe Biden realizó una videoconferencia con sus socios europeos para coordinar de manera conjunta el enfoque de la crisis, invitando a participar al Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Polonia y Rumanía, así como al secretario general de la OTAN y la presidenta de la Comisión Europea. Reunión telefónica de “nivel notable de unidad y propósito común”, resaltó Sullivan desde la Casa Blanca, y en la que los aliados trataron “desde estrategia general a detalles técnicos”.

El asesor de seguridad nacional de Biden también quiso recordar a Putin las consecuencias directas de su posible acción militar: “Si Rusia proceder, se enfrentará a una comunidad transatlántica más decidida. Tendrá que hacer más conexiones a China. Enfrentará una presión masiva sobre su economía y controles de exportación que erosionarán su base industrial de defensa. Y se enfrentará con una ola de condena en todo el mundo”.

Bajo ese contexto, Sullivan señaló que “Occidente está más unido de lo que ha estado en años. La OTAN se ha fortalecido. La Alianza es más cohesiva, más decidida, más dinámica que en cualquier otro momento de la memoria reciente”.

E EUU emitía de manera paralela una alerta inmediata a todos los ciudadanos estadounidenses urgiéndoles a salir de Ucrania “lo antes posible”, en el plazo “inmediato” máximo de 24 a 48 horas. Medida exigida por “la prudencia” y ante la incertidumbre de la decisión que pueda tomar Rusia.

Aviso de emergencia que había emitido ya el propio Biden para evitar que, tal y como sucediera con la estrepitosa retirada de Afganistán, las tropas estadounidenses se vean obligadas a evacuar de emergencia a sus paisanos. Posibilidad totalmente descartada por Estados Unidos, que quiere evitar “una guerra mundial” con Rusia al tener que “disparar los unos a los otros” al efectuar esa maniobra militar de rescate.