Roma
Mattarella medita un «Renzi II»
El presidente de Italia no considera «irrevocable» la dimisión del «premier» y podría confiarle la transición hasta nuevas elecciones. Ayer, el jefe del Estado tanteó a otros líderes políticos.
El presidente de Italia no considera «irrevocable» la dimisión del «premier» y podría confiarle la transición hasta nuevas elecciones. Ayer, el jefe del Estado tanteó a otros líderes políticos.
Aunque formalmente Matteo Renzi ya no sea el jefe del Gobierno italiano, según los principales medios italianos hay una alta probabilidad de que vuelva a serlo, pero sólo durante un tiempo: hasta que se calmen las aguas de la política italiana y se consiga una nueva ley electoral –que sustituya el actual «Italicum»– para volver a las urnas sin más polémicas. Mientras tanto, a las seis de la tarde de ayer, el presidente de la República, Sergio Mattarella, comenzó su ronda de contactos con los líderes de los principales partidos. Según el «Corriere della Sera», este «domingo o lunes» el jefe del Estado podría pronunciar el nombre del nuevo inquilino del Palacio Chigi, teniendo en cuenta dos factores: no se puede concurrir a nuevas elecciones con dos leyes electorales diferentes, una para la Cámara de Diputados y otra para el Senado; y habrá que conseguir un nuevo Ejecutivo partiendo de la actual mayoría que el Partido Democrático (PD) de Renzi tiene en ambas cámaras parlamentarias.
«Gobierno de responsabilidad nacional», «Gobierno con objetivo», «Governisimo», «Gobierno institucional», «Gobierno de unidad nacional», «Gobierno de la no-desconfianza», «Gobierno de amplia mayoría», «mandato exploratorio», «mandato pleno»: la retórica de la política italiana se alimenta de matices frente al futuro Ejecutivo. A día de hoy, se pronostican tres escenarios: un segundo Gobierno de Renzi, un «Gobierno de responsabilidad nacional» o un «Gobierno institucional». Los expertos en política interna están cada vez más convencidos de que Renzi podría seguir siendo el primer ministro del país, a pesar de su renuncia, con un segundo mandato o «congelando» el actual. Saben leer muy bien entre líneas, y señalan que Mattarella se ha «reservado el derecho a decidir» acerca del futuro «premier». Lo cual significa que el jefe del Estado italiano no considera todavía la dimisión de Renzi como «irrevocable».
Sin embargo, el toscano reitera una vez tras otra que está todo en manos de la oposición: «Son ellos los que tienen que saber qué quieren hacer». Así pues, un muy probable «Renzi II» daría estabilidad al país unos meses más, pero caldearía los ánimos tanto en el Movimiento 5 Estrellas (M5E) como en la Liga Norte.
La opción de un «Gobierno de responsabilidad nacional» es la preferida de Renzi, pero tendría poco recorrido. Consistiría en una nueva mayoría parlamentaria que aspire a incluir «el mayor número de fuerzas políticas posible» para afrontar los principales temas del país. Solución difícil porque tanto los «grillini» como sobre todo la xenófoba Liga Norte no estarían por la labor, ya que prefieren demostrar su auge aunque sea con el actual «Italicum». La tercera opción, la de un «Gobierno institucional» se sustentaría con la actual mayoría parlamentaria, pero con un ministro al frente. El único objetivo, en este caso, sería reescribir la ley electoral. Para esta opción las cabeceras italianas pronostican estos nombres: Pier Carlo Padoan, ministro de Economía; Pietro Grasso, presidente del Senado; Paolo Gentiloni, ministro de Exteriores; el responsable de Cultura, Dario Franceschini y Graziano Del Rio, el actual ministro de Fomento.
En la hipótesis de unas elecciones generales inminentes, según un sondeo publicado hace unos días en la cadena privada «La7», la formación ganadora sería el PD (31%), seguida del M5E (29,9%), la Liga Norte (13,1%) y Forza Italia (10,5%). En un cara a cara, en una segunda vuelta, se impondría sin embargo el partido de Beppe Grillo con el 52% de los votos de los italianos.
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