Estados Unidos
El Pentágono ordena a sus funcionarios volver al trabajo
En una rara muestra de «bipartisanismo», y más durante esta semana de guerra de culpas entre demócratas y republicanos, la Cámara Baja estadounidense aprobó ayer –con 407 votos a favor y cero en contra– el pago retroactivo de los sueldos a 800.000 empleados públicos afectados por la paralización de las funciones del Gobierno. De hecho, horas después de la votación, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, anunció que el Pentágono ordenará regresar a sus puestos de trabajo a la «mayoría» de los 400.000 funcionarios civiles de su Departamento afectados por el bloqueo. Según publica «The Washington Post», esto significa que al menos 200.000 empleados volverán al trabajo, algo que limará el impacto del polémico «apagón». Pese a la cooperación puntual entre ambos partidos, no parece que la solución al «cierre» de la Administración federal vaya a llegar pronto. Para Steve Ellis, del grupo independiente Contribuyentes por el Sentido Común, hacer menos doloroso para 800.000 empleados las consecuencias del «apagón» sólo conllevará que el Congreso y la Casa Blanca lo prolonguen todavía más y sea más costoso. Además, Ellis advierte de que «algunos funcionarios se sentirán como unos pringados por seguir trabajando mientras que otros, al final, van a tener vacaciones pagadas».
Obama se mostró ayer mucho más contundente e instó al Congreso a que ponga fin al bloqueo federal iniciado el 1 de octubre. «Paguen nuestras deudas. Prevengan el ''apagón'' económico», señaló Obama, quien acusó «a la extrema derecha» de estar detrás del bloqueo que no permite al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, votar con claridad. «Voten. Acaben con esta farsa», espetó. Incluso el Partido Demócrata, en nombre del presidente, envió un correo a toda su base de datos en el cual pedía que se escribiera y tuiteara a Boehner para pedirle que acabe con el «apagón del Tea Party».
Aunque de cara a la población, Obama decidió dar ayer un tono más humano al bloqueo federal. Expuso casos, con nombres y apellidos, de las consecuencias del apagón a través de ciudadanos que le envían sus vivencias en primera persona. El parón tiene un impacto en las vidas de los americanos que «le rompe el corazón», dijo Obama en su discurso semanal. Según recoge Reuters, el presidente ha recibido más de 30.000 misivas como la de Kelly Mumper, una trabajadora infantil con tres hijos en el Ejército. Es una de los 150 empleados que han dejado de atender a 770 niños en un centro de Alabama: «Estoy extremadamente preocupada por su bienestar». El presidente también citó a Julia Pruden, quien no puede acceder a un préstamo porque se ha paralizado el programa de desarrollo rural. «Estas son algunas de las desgarradoras cartas que he recibido. Sé que los republicanos escuchan historias similares», indicó.
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