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Estados Unidos

El Congreso de EEUU interroga al Servicio Secreto sobre fallos en seguridad

Los congresistas estadounidenses interrogarán hoy en una audiencia en la Cámara de Representantes a la directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, sobre los protocolos de seguridad de la agencia, después de que un hombre armado lograra entrar en la Casa Blanca el pasado día 19. La comparecencia de Pierson llega precedida de informes de prensa en los que se revelan importantes fallos de seguridad de este cuerpo de elite que protege al presidente de Estados Unidos. El congresista republicano Jason Chaffetz, que lidera la comisión encargada de investigar la intrusión de Omar J. Gonzalez en la Casa Blanca, explicó el lunes que, según la investigación en marcha, el sujeto entró por el Pórtico Norte, atravesó la gran East Room (sala de recepciones y eventos de 24 metros de largo) y casi accedió a la Green Room antes de ser detenido por los agentes.

Ambas salas están conectadas por una puerta que el intruso, armado con un cuchillo, estuvo a punto de atravesar, lo que le habría situado cerca del lado sur de la mansión.

El presidente de EEUU, Barack Obama, había despegado minutos antes del suceso desde el jardín sur en su helicóptero con rumbo a la residencia de Camp David (Maryland) para pasar el fin de semana junto a sus dos hijas, Malia y Sasha, una amiga de las niñas, y la primera dama, Michelle, que salió antes que su familia.

El día del suceso y en las jornadas posteriores, el Servicio Secreto explicó que el intruso había logrado entrar a la Casa Blanca por el Pórtico Norte pero aseguró que fue detenido por los agentes en cuanto atravesó la puerta principal.

Según adelantó el lunes el Washington Post, las alarmas de seguridad que debían haber saltado cuando González entró en la residencia presidencial estaban silenciadas, ya que los oficiales de la entrada encargados de su control consideraban que funcionaban mal y se encendían sin motivo.

El incidente ha obligado al Servicio Secreto a iniciar una revisión de sus protocolos y a la Casa Blanca a elevar su seguridad, pues se trata de la primera vez que un asaltante logra recorrer los 60 metros que separan la verja de la entrada norte (Avenida Pensilvania) y llegar a la Casa Blanca, pese a ser uno de los edificios más protegidos del mundo.

La seguridad de la mansión presidencial se ha puesto en alerta en numerosas ocasiones anteriores por individuos que tratan de saltar la verja del jardín o que lanzan objetos a través de ella, pero esta es la primera vez que un intruso logra acceder al interior del edificio.

El suceso ha suscitado nuevas críticas de congresistas y prensa sobre la actuación del Servicio Secreto, cuya credibilidad está empañada por varios escándalos de conductas inapropiadas, entre ellos consumo excesivo de alcohol y visitas a prostitutas durante viajes presidenciales al extranjero.

El hombre que logró entrar en la Casa Blanca tenía 800 cartuchos de munición en su vehículo, dos hachas y un machete, y ya había sido arrestado en julio en el suroeste de Virginia por llevar un escopeta de cañón recortado y un mapa del edificio.

González, un texano de 42 años, es un veterano de guerra que había sido destinado a Irak en tres ocasiones y que sufre estrés postraumático, de acuerdo con sus familiares.

En agosto había sido interrogado cerca de la residencia presidencial cuando llevaba un hacha en su mochila, pero los agentes le dejaron ir al registrar su coche y comprobar que solo llevaba equipos de montaña.

Pierson, en el cargo desde 2013, tendrá que explicar este martes cómo pudo este hombre sortear toda la seguridad y entrar en la Casa Blanca, así como otros fallos de su agencia en el pasado, ante la Comisión de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes.