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Poca afluencia y fuerte seguridad en arranque de las parlamentarias en Egipto
Los egipcios comenzaron hoy a votar en las elecciones de las que saldrá el primer Parlamento del país desde la disolución de la Asamblea Legislativa en 2012, en medio de un imponente despliegue de seguridad y con una escasa participación.
Los egipcios comenzaron hoy a votar en las elecciones de las que saldrá el primer Parlamento del país desde la disolución de la Asamblea Legislativa en 2012, en medio de un imponente despliegue de seguridad y con una escasa participación.
A pesar del llamamiento el sábado del presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, de "hacer cola"en los colegios, la primera jornada electoral de un proceso que no concluirá hasta el 2 de diciembre arrancó con poca afluencia en Giza (mitad oeste de El Cairo), así como en la ciudad mediterránea de Alejandría, dos de las 14 provincias que acuden a las urnas hoy y mañana.
La Policía y el Ejército egipcios desplegaron a 180.000 efectivos cada uno, que con sus fusiles automáticos kalashnikov vigilaron los alrededores de los centros electorales, que abrieron sus puertas a las 09.00 de la mañana (07.00 GMT) y cerraron doce horas después sin grandes retrasos, y cuyos accesos permanecieron sellados con alambre de espino, sacos terreros y vallas de seguridad.
Ancianos y mujeres fueron los primeros en depositar su voto de forma lenta y ayudados en muchas ocasiones por los funcionarios, que superaban con creces a los electores, y tomaban té a la espera de que el flujo de votantes aumentara al concluir el día de trabajo.
La participación será clave para la legitimidad de los comicios, ya que los resultados no supondrán ninguna sorpresa ni amenaza para el régimen de Al Sisi, que se prevé que podrá contar con un Parlamento que le será favorable.
La lista electoral "Por el Amor de Egipto"parte como favorita en los comicios y es la que está más claramente asociada al mariscal, único reclamo para los votantes, ya que la heterogénea coalición no posee un programa electoral ni representa una ideología concreta.
En Alejandría, Mohamed Ramadán, de 57 años y militar retirado, explicó a Efe que había votado por uno de los candidatos de esa lista porque es "joven, no islamista y entiende de legislación".
Aparte de las listas de partidos políticos y coaliciones, que sólo pueden aspirar a 120 escaños en la Cámara, la verdadera competición se da entre los candidatos individuales, que ocuparán 448 escaños, más de tres cuartas partes del Parlamento.
Se trata de hombres de negocios, caciques locales, médicos, profesores y abogados, y otros perfiles que se presentan sin una postura política clara ni propuestas concretas, sino con promesas locales para sus circunscripciones e intereses privados -más o menos ocultos- por los que legislarán.
De muchos de ellos no se conoce ni el nombre ni la afiliación, como la Doctora Rania, candidata individual en el distrito popular cairota de Imbaba, que parece atraer a algunos jóvenes.
"Es doctora en el Instituto del Corazón de Imbaba, y se presenta sin recibir nada a cambio. Nosotros hemos crecido con ella y es buena", explicó a Efe Nasra Mamduh, una joven representante de la candidata que supervisa la votación cubierta con un velo integral que sólo deja al descubierto sus ojos.
Uno de los contados jóvenes a los que se pudo ver votando ayer en Giza, Mahmud Mohamed Abdelkarim, dijo a Efe que votó por la Doctora Rania y deseó que los nuevos diputados sean "buenos"y trabajen por los intereses del pueblo, sin crear problemas.
Por encima de las consignas políticas y el entusiasmo de los anteriores comicios parlamentarios, la seguridad es fundamental en esta ocasión debido a la inestabilidad y al aumento de los ataques terroristas desde el golpe de Estado militar de julio de 2013.
La primera jornada electoral se desarrolló sin incidentes violentos, y el ministro del Interior, Magdi Abdelgafar, destacó en declaraciones a la agencia de noticias estatal Mena la tranquilidad en torno a los colegios en todo el país y que ningún votante tuvo problemas a la hora de ejercer su derecho al voto.
Entre temores y recelos, los islamistas sólo están representados en las urnas por el partido salafista Al Nur, después de que los Hermanos Musulmanes hayan sido declarados grupo terrorista por las autoridades egipcias, tras haber sido expulsados del poder por Al Sisi y duramente reprimidos.
Sus seguidores y otros opositores, o simplemente ciudadanos desencantados, no participan en los comicios, tal y como declaró Ibrahim Basiuni, de 31 años, cerca de un colegio electoral de Alejandría.
"No estoy de acuerdo con el actual sistema político, es un régimen golpista. No soy islamista ni estoy a favor del régimen actual, pero sí a favor de la democracia", manifestó el joven.
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