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Estados Unidos

EE UU mantiene contactos «directos» con Corea del Norte

Este anuncio se produce en medio del importante aumento de la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, debido a la evolución de los programas de armas nucleares y misiles balísticos del régimen de Pyongyang

Imagen de archivo de Rex Tillerson, secretario de Estado de EEUU larazon

Este anuncio se produce en medio del importante aumento de la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte, debido a la evolución de los programas de armas nucleares y misiles balísticos del régimen de Pyongyang.

El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, regaló ayer un titular a los periodistas en su viaje a China sobre el gran desafío de su Administración en política internacional: Corea del Norte. Hasta el gigante asiático se desplazó como avanzadilla para preparar la primera visita de estado del presidente Donald Trump a Pekín en noviembre. «Estamos explorando. Estén atentos», reconoció el jefe de la Diplomacia desde la residencia del embajador de Estados Unidos en la capital sobre los contactos hasta ahora secretos mantenidos con el régimen comunista. «Tenemos líneas de comunicación con Pyongyang. No estamos en la oscuridad, con un apagón. Tenemos un par de canales con Pyongyang», añadió Rex Tillerson.

El anuncio se produce en medio del fuerte aumento de la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte durante el último mes debido a la evolución de los programas de armas nucleares y misiles balísticos del régimen comunista de Pyongyang.

El secretario de Estado no desveló datos sobre los funcionarios que están al frente de esos contactos ni la periodicidad de los mismos. En cambio, sí confirmó que los canales son «directos» y no a través del Gobierno de Pekín. «Podemos hablar con ellos. Hablamos con ellos. Directamente. Tenemos nuestros propios canales», aseguró el jefe de la Diplomacia menos de una hora después de haberse reunido con el presidente Xi Jinping.

También quiso hacer hincapié en que «la situación está un poco candente en este momento, pero las cosas cambiarían si Corea del Norte dejase de lanzar misiles», apuntó Tillerson, el cual prefirió no contestar cuando se le interrogó por las amenazas de Trump en Twitter hace días.

De esta forma, podría parecer que Trump recupera la fórmula del ex presidente Barack Obama –tan criticada por los republicanos– para buscar su acuerdo nuclear con el Gobierno iraní: canales extraoficiales y comunicaciones secretas. Sin embargo, Tillerson se apresuró a desmarcarse del pacto de Obama, denunciado por el presidente Trump durante la campaña electoral. «No vamos a llegar a un acuerdo nuclear en Corea del Norte tan endeble como el de Irán», zanjó el jefe de la Diplomacia.

No sorprende en Washington la existencia de conversaciones directas, aunque sí da la sensación de que aún es algo pronto para sentarse a la mesa y negociar cara a cara. Sobre todo debido a que el intercambio de amenazas de las últimas semanas forma parte de la fase de sondeo de unas negociaciones de alto calibre.

En cambio, el lugar y el momento de las declaraciones de Rex Tillerson añaden cierto peso a sus palabras, y recuerdan que a Trump le gusta que las cosas se hagan rápido, y sin duda necesita un golpe de efecto de cara a su electorado republicano.

La relación entre Pekín y Washington es básica para lograr un pacto con Pyongyang. El presidente de Estados Unidos ha insistido al gigante asiático en que presione a Corea del Norte, debido a que es su gran socio comercial y principal fuente de ayuda y respaldo diplomático ante la comunidad internacional. Tradicionalmente, Pekín se ha encargado de frenar todas las presiones de Washington ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, destinadas a estrechar el cerco al régimen de Kim Jong Un. Sin embargo, el voto de Pekín a favor del castigo a su socio en las dos últimas rondas de sanciones en este órgano de la ONU confirman la entrada en una nueva fase en esta estrategia por la vía diplomática.

Pekín acaba de notificar esta semana el cierre de las empresas norcoreanas con presencia en este país y de las mixtas –con capital chino y norcoreano– en un plazo de 120 días, una semana después de que decidiera una restricción del suministro de petróleo a Corea del Norte y la prohibición general de las importaciones de textiles procedentes de ese país. Además, desde septiembre se prohíbe la importación de carbón, hierro y mariscos.

Antes de su reunión con los periodistas en el embajada, Tillerson reconoció que «las relaciones entre ambos lados crecen y maduran. Deseamos mejorar esas relaciones en la futura cumbre», indicó en relación al viaje de Trump programado para noviembre. El presidente Xi subrayó que la primera visita oficial de Trump a China es «el mayor evento dentro del programa de nuestras relaciones bilaterales» y auguró que será «especial, maravillosa y exitosa». Por su parte, Tillerson aseguró que Trump «espera con ilusión» su próximo encuentro con Xi en Pekín. «Como habrá notado, ésta es una relación (la de China y EE UU) que continúa creciendo y madurando», aseveró el secretario estadounidense, quien deseó incrementar la cooperación a nivel internacional y regional.