Cita
Ecuador acoge una Cumbre Iberoamericana con pocos protagonistas
De los 24 jefes de estado y gobierno invitados, solo asistirán seis, entre los que se incluyen al rey de España Felipe VI
En Cuenca, Ecuador, se desarrolla la edición 29 de la Cumbre Iberoamericana, que convoca a líderes de los países de toda América Latina, además de España, Portugal y Andorra. La reunión, que este año se realiza en Cuenca, Ecuador, servirá como epicentro diplomático de la región. El lema del encuentro es «Innovación, Inclusión y Sostenibilidad en Iberoamérica», pero durante la cita se trabajará sobre otros problemas de la diplomacia regional, como el no reconocimiento a Maduro para un nuevo mandato a partir de enero por las evidencias de fraude electoral en las presidenciales de julio pasado o las consecuencias del asalto policial a la embajada mexicana en Quito.
El evento muestra en 2024 un récord de inasistencia y un desinterés generalizado sobre sus expectativas reales. De los 24 jefes de estado y gobierno invitados, solo asistirán seis, incluyendo al rey de España Felipe VI y al presidente portugués, Marcelo Rebeló de Souza. Los otros dignatarios que asisten son el presidente de Paraguay, Santiago Peña; Xavier Espot, jefe de gobierno de Andorra, y el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, además del anfitrión, Daniel Novoa.
La asistencia a esta cumbre ha venido disminuyendo con cada edición. La última vez, en 2023, asistieron 14 líderes nacionales. En 2024 los ausentes serán representados por vicepresidentes, cancilleres o delegados especiales, según el caso. Así ocurrirá con la delegaciones de Javier Milei (Argentina); Lula Da Silva (Brasil); Luis Arce (Bolivia); Gabriel Boric (Chile); Miguel Díaz-Canel (Cuba), Claudia Sheinbaum (México); Daniel Ortega (Nicaragua); Nayib Bukele (El Salvador); Dina Boluarte (Perú); Nicolás Maduro (Venezuela); Rodrigo Chaves (Costa Rica); Xiomara Castro (Honduras) y Luis Lacalle Pou (Uruguay).
En varios de los casos la decisión de no ir pasa por “complicaciones de agenda” y desinterés diplomático. En otros, por abiertos conflictos con el anfitrión. México, por ejemplo, rompió relaciones con Quito luego de que Noboa ordenara asaltar su embajada para capturar al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas condenado por la justicia en casos de corrupción, y que había pedido asilo ante la diplomacia azteca. Nicaragua y Venezuela hicieron lo propio también. Cuba no asiste al encuentro desde hace años.
Por otra parte, Nicolás Maduro considera como enemigo al gobierno ecuatoriano, que lo acusó de robarse las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
En reuniones previas, enviados ministeriales han ido trabajando el documento final que se espera sea discutido en las plenarias del jueves y viernes, incluyendo decisiones sobre el cuidado de los océanos y la restauración de los ecosistemas marinos.
La Cumbre Iberoamericana se acostumbra, en un ritmo más o menos estable cada dos años, desde la primera reunión celebrada en Guadalajara, México, en 1991.
La cumbre se produce en medio de una crisis política en Ecuador. Novoa designó a la ministra de Planificación, Sariha Moya, como vicepresidenta interina tras el cese de, Verónica Abad, que fue nombrada embajadora en Israel. El sábado pasado se conoció que el ministerio de Trabajo suspendió a Abad por 150 días al no haberse presentado en Turquía, donde se ha trasladado la delegación.
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