Elecciones en EE UU
Dudas en las filas demócratas: ¿es Michelle Obama el Plan B para sustituir a Joe Biden?
La esposa de Barack Obama ha entrado por sorpresa en las quinielas, aunque ella de momento no quiere saber nada de política
A Michelle Obama le cambió la vida en 1989, cuando conoció a quien sería su esposo y presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Ambos trabajaban en el prestigioso bufete Sidley & Austin, en Chicago. Ella, de veinticinco años, era una prometedora abogada, asociada júnior de esa firma, y Barack, de veintisiete, solo era un becario. Tenían en común el haber estudiado en Harvard y el interés por las causas sociales. El amor floreció y finalmente se casaron en 1992, y fruto de su matrimonio nacieron sus hijas Malia y Sasha.
En 2008 su marido llegó a la Presidencia de Estados Unidos y ella se convirtió en una de las primeras damas más populares en Estados Unidos por su estilo cercano y carisma. Hoy vuelve a ser noticia por ser el centro de las teorías (no está claro si conspirativas) de que es la carta secreta del Partido Demócrata para competir por la presidencia en reemplazo del actual mandatario Joe Biden.
La tremenda polémica generada en torno a los problemas de memoria de Biden, sus continuos despistes y su avanzada edad (tiene 81 años, con lo que es el jefe de Estado más longevo en la historia del país, y si gana las elecciones terminará su mandato a los 86) han abierto el debate sobre si está capacitado o no para ser el aspirante del Partido Demócrata.
La Casa Blanca no ha podido contener la narrativa de que la candidatura del presidente es una suerte de colchón mientras los Demócratas encuentran a otro aspirante idóneo. Primero se hablaba de la actual vicepresidenta, Kamala Harris, una mujer fuerte pero que no ha brillado durante la Administración y las encuestas no le tienen mucho favor. Y ahora, más recientemente, desde las voces conservadoras se ha empezado a especular nada menos que con Michelle Obama.
Donald Trump ha dicho que no cree que Biden «consiga llegar», y cuando Ron DeSantis todavía estaba en la carrera, el gobernador de Florida especuló que los demócratas «podrían sustituirlo por otra persona». En las últimas horas ha sido el excandidato republicano Vivek Ramaswamy quien afirmó que los demócratas podrían reemplazar a Biden con Michelle Obama, ya que –según él– las mediciones para las elecciones generales en Las Vegas ya la sitúan como la tercera con más oportunidad de ganar la presidencia, incluso por delante de Nikki Haley, la agonizante candidata republicana que le disputa la nominación a Trump.
Ramaswamy ha ido más allá en declaraciones a la cadena conservadora Fox News. El empresario asegura, sin evidencias, que el informe del fiscal especial que cuestiona las capacidades cognitivas de Biden crea un «camino conveniente» para que los demócratas nominen a la ex primera dama. Es decir, de acuerdo con algunos republicanos el resultado de la investigación ha sido una especie de teatro para hallar el contexto necesario que fuerce la salida de Joe Biden.
Las conclusiones del fiscal especial Robert Hur sobre el manejo de documentos clasificados por parte de Biden revelaron que su memoria es «borrosa», debido al olvido de detalles clave como cuándo terminó su vicepresidencia y cuándo murió su hijo Beau. Pero lo cierto es que la opinión del fiscal no viene respaldada por un parte médico.
No todos los conservadores creen en estas teorías. Consultado por varios medios estadounidenses, el ex subjefe de gabinete de George W. Bush, Karl Rove, dijo que estas especulaciones sobre Michelle Obama ignoran el supuesto desdén de la ex primera dama por el mundo político. «No, mira, ella odia la política. Lee su autobiografía; ella no quería que su marido se postulara para el Senado estatal [de Illinois]. No quería que él se postulara para la presidencia. Ella no es un animal político», explicó Rove.
La de Rove es una de las voces republicanas moderadas más respetadas del mundo de los comentarios políticos. El experimentado analista recordó también que ya en 2020 tuvo que sofocar las teorías sobre la presunta sustitución de Joe Biden por el entonces gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, con Michelle Obama como su compañera de fórmula.
A pesar de las reservas sobre Obama, Rove ha explicado que no está convencido de la idea de que Biden sea el nominado definitivo por su partido. Con este análisis están de acuerdo muchos analistas en Washington, que creen que hay mucho de ego en la decisión del presidente de no apartarse y dar paso a figuras más jóvenes, un fenómeno que se repite también en el Congreso. La pregunta, sin embargo, sigue en al aire: ¿Si no es Michelle Obama la elegida, quién podría tomar el relevo en el peor de los escenarios para Joe Biden? La precampaña se puede hacer muy larga para los demócratas.
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