Venezuela
Corina Machado: «El régimen se ha convertido en una organización criminal»
María Corina Machado / Opositora venezolana. Asegura que la «desobediencia cívica» debe ser la ruta de los venezolanos para enfrentarse a Maduro, y vaticina que «no habrá comida mientras él siga en el poder»
María Corina Machado, coordinadora nacional del movimiento político Vente Venezuela, es una de las voces más críticas con el Gobierno de Nicolás Maduro y con la mediación del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero. En una entrevista telefónica, reclama el apoyo de los gobiernos democráticos para acabar con lo que considera «un régimen criminal»
–¿Le sorprende la sentencia del Supremo que deja sin competencias al Parlamento venezolano?
–No, en absoluto. El aniquilamiento del Parlamento es el resultado de haber evadido las advertencias que lanzamos durante años sobre la naturaleza totalitaria de este régimen, que ha devenido en una organización criminal con vínculos con el narcotráfico, el lavado de capitales, el contrabando y el terrorismo. Hoy ya es formal el golpe de Estado en Venezuela.
–¿La mediación de Zapatero no ha sido útil?
–A los señores Zapatero, Samper y Torrijos yo les digo: aquí está el resultado de esa gran farsa y traición que ejecutaron en nuestro país, llamando diálogo a un proceso de entrega que buscó el apaciguamiento para darle oxígeno al régimen criminal de Maduro. Esto es lo que pasa cuando no es enfrenta a un régimen totalitario.
–¿Qué consecuencias tendrá esta decisión del Supremo?
–Si no existe Parlamento no hay soberanía popular y tampoco república. Venezuela es hoy un estado forajido y fallido. Esto tiene implicaciones no sólo para la población venezolana sino también para la región. Lo que pasa es que aquí hay mucha gente que ha hecho muchos negocios ilegales aprovechando los grandes recursos que tiene el país. Hay muchas redes y mafias haciendo mucha plata a cambio del hambre y la muerte de la gente.
–¿Cree que la comunidad internacional no ha sido solidaria con los demócratas de Venezuela?
–Hoy han decretado la muerte del Congreso, pero en los últimos meses han ido cerrando medios de comunicación, universidades, comercios, partidos políticos y sindicatos. Ningún sector ha quedado en pie. Por eso, los gobiernos democráticos tienen que pronunciarse y decir si están del lado de Zapatero y Maduro o del lado de la posición firme de Luis Almagro (secretario general de la Organización de Estados Americanos) y de los venezolanos.
–¿Qué alternativas tienen los opositores a partir de este momento?
–La ruta es la desobediencia cívica. Hay que luchar como luchan los pueblos decididos a vivir en libertad, como se ha hecho a lo largo de la historia y como hicimos nosotros mismos hace 70 años cuando echamos al anterior tirano, el general Marcos Pérez Jiménez. Son los trabajadores, los empresarios, los estudiantes, la iglesia –que aquí ha tenido una lucidez y un coraje enorme–, los que tienen que decidir hoy de qué lado están. Yo sí confío en la reserva moral que hay en Venezuela, en los medios de comunicación que aún quedan, en los trabajadores de la administración pública y de las Fuerzas Armadas, a pesar de que han sido infiltradas.
–Pero a la gente le preocupa más buscar comida que echar a Maduro del Gobierno...
–Esa es la clave. Aquí no habrá comida mientras esté Maduro en el poder. El hambre de alimentos, de justicia y de dignidad es una sola. Eso lo tenemos muy claro los venezolanos.
–¿Qué va a pasar en las deliberaciones de la OEA sobre Venezuela?
–Lo que tiene que pasar. Estoy hablando con cancilleres de la región para que se convoque de emergencia una reunión de ministros de exteriores. España también debe actuar. Sabemos la influencia que tiene el Gobierno español sobre la posición de la UE. Estamos ante el colapso anunciado de un régimen forajido que ha permitido que Venezuela se convierta en el centro de operación de los peores criminales del planeta. Esto es responsabilidad también del Gobierno de España.