
República Democrática del Congo
Una cadena de explosiones causan al menos 30 muertos en la ciudad de Bukavu
El atentado tuvo lugar en la capital de la provincia de Kivu Norte, en República Democrática del Congo, tras el mitin ofrecido por el líder de la alianza rebelde enfrentada contra el Gobierno
Tres explosiones quebraron la celebración de Bukavu (República Democrática del Congo). Miles de personas se habían congregado en la Plaza de la Independencia para recibir a Corneille Naanga, líder político de la Alianza del Río Congo (que engloba al grupo rebelde conocido como M23). Miles. El día era soleado y el mundo seguía dividido entre ganadores y vencidos. Miles de personas, aunque su número se desconoce, tal y como muestran las imágenes que se difundieron durante el evento. Naanga habló y miles le corearon.
Naanga se marchó tras su discurso y tres explosiones detonaron entre la multitud a los treinta minutos de su partida, provocando un pánico que derivó en estampida. La plaza quedó vacía, a excepción de las víctimas mortales, que se calcula que fueron 30 (a falta de cifras oficiales). Rápidamente comenzaron a circular por la ciudad diferentes rumores que atribuían el ataque a distintos agentes. Unos dijeron que el ataque fue organizado por el ejército congoleño, expulsado de Bukavu hace escasas semanas, por medio de drones que soltaron las bombas. Otros aseguraban que los explosivos procedían del ejército de Burundi, aliado de Kinshasa en su lucha contra el M23.
La última hipótesis y la que se considera como más plausible por las autoridades es aquella que señala que las explosiones procedieron de sendas granadas activadas por individuos descontentos con el M23 y la Alianza del Río Congo (AFC por sus siglas en francés). Délion Kimbulungu, adjunto a la cúpula de la AFC, indicó que “uno de los colocadores de las bombas en Bukavu acaba de ser detenido en la plaza del 24 […] con una bomba envuelta en un calcetín que fue interceptada”.
El presidente congoleño, Félix Tshisekedi, “se enteró con pena de la muerte de muchos compatriotas tras una reunión forzada este jueves”, tal y como expresó en un breve tuit la Presidencia congoleña. Un mensaje escueto y lejano, expresado por un presidente que ya no gobierna en Bukavu.
El atentado incrementará la vigilancia del M23 sobre la capital de Kivu Sur, igual que lleva ocurriendo desde el mes de enero en Goma, capital de Kivu Norte, también controlada por los rebeldes. En Goma fue acribillado esta semana un grupo de jóvenes que huyeron cuando iban a ser interceptados por las autoridades a causa del consumo de alcohol y marihuana. Las imágenes de los cadáveres han impactado a toda la región. Igualmente, en Goma continúan los tiroteos ocasionales entre combatientes del M23 y elementos subversivos (antiguos milicianos y militares congoleños) que aún se encuentran en la ciudad, escondidos, y que aprovechan la noche para robar comida y agua con que sobrevivir hasta la noche siguiente.
El M23, un grupo armado de origen congoleño y acusado de ser financiado por Ruanda, inició a mediados de enero una potente ofensiva que le ha llevado a tomar las capitales de Kivu Norte y Kivu Sur, pero también importantes territorios a las orillas del lago Tanganika. Su expansión imparable, donde el ejército congoleño apenas mostró una tímida resistencia en Goma, les ha ganado tantos admiradores como detractores. Si Corneille Naanga ha asegurado en repetidas ocasiones su intención de marchar sobre Kinshasa, todavía hay quienes piensan que es posible una negociación entre los actores involucrados.
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