Alemania

El Bundestag paraliza la votación sobre inmigración tras el terremoto político contra la CDU por apoyarse en AfD

Un total de 693 diputados emitieron su voto, de los cuales 338 se pronunciaron a favor y 350 en contra, mientras cinco se abstuvieron.

Tras horas de debates y largas negociaciones, el Bundestag rechazó este viernes el proyecto de ley para endurecer los controles de inmigración propuesto por Friedrich Merz, el candidato por la Unión Cristianademócrata (CDU) y que, por el momento, es el favorito a ser el próximo canciller alemán. La conocida como "Ley de limitación de afluencia" fue rechazada por 349 votos a favor y 338 en contra, de los 693 diputados que votaron, incluidas cinco abstenciones. La Ley fue apoyada, entre otros, por Alternativa para Alemania (AfD) por lo que es la segunda vez esta semana que los partidos de la Unión aceptan que esta formación ultra apoye uno de sus planes. La votación supone un fracaso para Merz que aspiraba a conseguir más ventaja en estimación de voto con la AfD aunque ahora, y tal y como destaca la prensa alemana, este fracaso le podría pasar factura al político conservador que en los últimos fue diana de múltiples críticas desde la esfera política y social. No solo se celebraron manifestaciones por todo el país en contra de su plan, sino que incluso la mismísima excanciller Angela Merkel -en una actitud totalmente inusual en ella-, emitió un comunicado para criticar este plan y que el candidato de su propio partido se ayudase de los votos de la extrema derecha. Está también por ver qué rol juega a partir de ahora el tema de la inmigración en la carrera electoral ya que, desde su arranque, había sido el tema predilecto de los partidos en campaña y más después del ataque con cuchillo ocurrido la semana pasada en la localidad de Aschaffenburg en la que un inmigrante afgano acabó con la vida de dos personas, entre ellas un niño de dos años.

El proyecto presentado contenía normas concretas para frenar la migración. El núcleo del proyecto, que también recibió el apoyo de los liberales de la FDP y la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), aspiraba a prohibir la “entrada de facto para las personas que no tienen documentos de entrada válidos” lo que, según la prensa alemana, debería aplicarse explícitamente a las personas que quieran solicitar asilo en Alemania; grupo en el que también se incluyen a los sirios. Asimismo debería ser detenida cualquier persona que esté legalmente obligada a abandonar el país lo que -de haberse aprobado- obligaría a la policía federal a desempeñar un papel más importante en los retornos. También, y entre otros puntos, la Unión conservadora aspiraba a que los delincuentes y todos aquellos “deportables” fueran detenidos indefinidamente hasta que abandonen el país voluntariamente o hasta que se pudiera llevar a cabo la deportación.

Britta Haßelmann, colíder del Partido Verde, dijo que se trataba de una buena noticia después de un día muy difícil en el Bundestag. Al mismo tiempo, afirmó que en el centro democrático se han hecho visibles "grandes grietas". Por su parte, la líder del grupo parlamentario, Katharina Dröge, acusó a la Unión de intentar chantajear en las negociaciones. "Ya podemos ver lo corrosivo que es para la democracia parlamentaria cuando las fuerzas democráticas comienzan a formar alianzas con extremistas de derecha", aseguró. También la presidenta del partido de izquierda Die Linke, Heidi Reichinnek, se congratuló del fracaso de la ley y aseguró que, sin los votos de la izquierda, el rechazo no habría funcionado. A la contra, la AfD se considera la única ganadora de la jornada. "Queríais marcar el camino en este país, pero luego empezasteis a dudar y a bailar de nuevo, a negociar de nuevo con la coalición rojiverde", dijo el representante parlamentario de la AfD, Bernd Baumann. Los próximos días y semanas dejarán claro cómo el debate sobre cómo tratar con la AfD afectará a los índices de popularidad de los partidos y, en última instancia, al resultado de las elecciones.Y si se ha producido una ruptura demasiado grande entre la Unión y el FDP, por un lado, o entre el SPD y los Verdes, por otro, como para poder superarla de cara a las negociaciones de coalición que tendrán lugar después de las elecciones.

En el debate anterior, el SPD y los Verdes habían pedido al líder del grupo parlamentario a Merz que eliminara la ley de la agenda. El "pecado" de aceptar el apoyo de la AfD acompañará siempre a Merz, afirmó el líder del grupo parlamentario del SPD, Rolf Mützenich. Hacía muchos meses que no se vivía una jornada tan acalorada en el Bundestag. Un debate que arrancó con tres horas de retraso. La razón fue una iniciativa de los liberales del FDP de devolver inicialmente el proyecto a la Comisión del Interior para alcanzar un compromiso mediante negociaciones antes de la última sesión plenaria antes de las elecciones federales de febrero. Sin embargo, esto fracasó, al igual que una moción del SPD y los Verdes poco antes del inicio de la votación, que también pretendía devolver el proyecto de ley a la comisión.