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Vídeos: Los dos últimos casos que han desatado la tensión

Dos asesinatos de afroamericanos a manos de policías blancos en dos días reviven la tensión racial.

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La novia de Philando Castile grabó cómo un agente le disparaba mientras el joven buscaba su carnet.

La tensión racial regresa a EE UU. Es un problema latente que en ocasiones sale a la superficie para demostrar que las grietas sociales siguen presentes. Que la igualdad en el «país de las libertades» no es más que una declaración de intenciones y que la vida de un afroamericano no siempre está equiparada a la de un blanco. Así lo demuestran los dos brutales asesinatos cometidos por agentes contra un par de hombres negros en menos de 24 horas. El primero se registró el martes. La víctima, Altron Sterling, de 37 años. La segunda, Philando Castile, de 32. Y las protestas no se han hecho esperar. Parece que nadie haya tomado nota de lo ocurrido en agosto de 2014, cuando el asesinato del joven Michael Brown no sólo removió a una población consternada, sino también a la conciencia social.

Sin embargo, dos años después la historia se repite. Fue la madre de Philando Castile quién explicó ayer cómo se produjo el ataque a su hijo. El joven llevaba un faro del coche roto y un policía le dio el alto cerca de las ciudades gemelas de San Paul-Minneapolis (Minesota). «Siempre le dije que si se encontraba con la Policía tenía que hacer todo lo que le dijeran», aseguró la desolada Valeire Castile a la CNN. Y Castile así lo hizo. El agente le pidió la documentación, pero cuando el joven metió la mano en su bolsillo para sacar la cartera, el uniformado comenzó a disparar hasta matarlo. El resto de la historia pudo verla todo el mundo, ya que la novia de Castile estaba sentada junto a él (la hija de ambos también iba en el vehículo) en el momento del ataque grabó la agresión y la subió a las redes sociales. «Es lo más terrible que he visto jamás», aseguró Valerie sobre el vídeo de Lavish Reynolds.

Durante los diez minutos de imágenes, se ve cómo el hombre se desangra en el asiento del copiloto mientras ella le grita: «Quédate conmigo». Detrás iba la hija de la mujer, de cuatro años, que intentó calmar a su madre. «Está bien mami. Está bien. Estoy aquí contigo», recalcaba a la pequeña. Antes de la agresión, Philando había dicho a los oficiales que tenía un arma en el coche para evitar mayores tensiones en caso de que la descubrieran después. Pero uno de ellos abrió fuego sin miramientos y se mantuvo inmóvil con el arma empuñada hasta que Castile se desangró. «Le has disparado cuatro tiros cuando trataba de sacar sus documentos», le dice la novia en un momento del vídeo.


Esta terrible muerte se produjo un día después de la de Alton Sterling en Baton Rouge (Louisiana). De momento, se desconocen los detalles de su arresto, llevado a cabo por dos oficiales, y por qué le dispararon una vez reducido en el suelo, tal y como se mostró en una grabación realizada por un testigo de la agresión.

En el caso de Sterling, pasadas las doce y media de la noche, los dos oficiales de Policía se presentaron en una tienda de ultramarinos en respuesta a una llamada que alertaba sobre un hombre que llevaba una camiseta roja y que había amenazado a un vagabundo con una pistola. Los agentes llegan, le tiran al suelo y uno de ellos, una vez ya ha sido reducido, saca la pistola y se la coloca en el pecho al joven. Alguien grita: «Tiene una pistola». Y a continuación se escuchan los disparos.

El hecho de que el Departamento de Justicia haya abierto una investigación sobre derechos civiles revela las preocupaciones de que la raza de Sterling influyese en la actuación policial. «Confío en que este asunto será investigado de manera completa, imparcial y profesional. Tengo muchas dudas. El vídeo es alarmante», reconoció el gobernador de Louisiana, el demócrata John Ben Edwards. Su homólogo en Minesota, Mark Dayton, que ha hablado al respecto con un funcionario de la Casa Blanca, también ha pedido una investigación federal sobre la muerte de Castile.

Las protestas crecieron en las dos localidades donde se produjeron los asesinatos. Varios centenares de vecinos salieron a las calles de Falcon Heights (Minesota), exigiendo el respeto a los derechos de los afroamericanos. Un respeto que todavía no ha llegado y que sigue segregando a la sociedad estadounidense. Quizá los antecedentes demuestren que es un conflicto enquistado. La Justicia tampoco ayuda. El policía que asesinó a Michael Brown en 2014 fue exonerado de todos los cargos por el tribunal.