Jason Kohler dijo a medios locales haber quedado casi petrificado cuando supo la noticia: Thomas Matthew Crooks, de 20 años, fue quien intentó asesinar a Donald Trump. El joven pistolero disparó ocho tiros dirigidos al exmandatario desde una distancia de 150 metros con un fusil AR-15, antes de ser abatido por agentes del Servicio Secreto.

Ni Kohler, ni los otros 1.300 estudiantes que iban con Crooks a Bethel Park High School, en Pensilvania, tan solo dos años atrás, habrían imaginado que ese terminaría siendo el destino fatal de su ex compañero de clase. Si bien le recuerdan como un joven que “se sentaba solo en el almuerzo y era acosado todos los días”, nadie hasta ahora parece haber creído que podía ser capaz de cometer un hecho como el del fin de semana.

“Los niños se burlaban de Crooks por usar camuflaje en clase y por su comportamiento callado”, recordó Kohler explicando que para todos sus compañeros de clase la noticia “es realmente difícil de comprender”. Se trataba de un estudiante destacado. Incluso, según un artículo de noticias locales, Crooks fue destinatario de un Premio Estrella de la Iniciativa Nacional de Matemáticas y Ciencias de aquella escuela secundaria pública.

Cómo pasó de eso a querer asesinar a un expresidente y candidato, es una incógnita que las autoridades están intentando resolver, aunque hasta el momento no se ha hecho pública la motivación.

El FBI ha confirmado que Crooks estaba registrado como votante republicano en el condado de Allegheny desde que alcanzó la mayoría de edad en 2021, y que supuestamente hizo una contribución de 15 dólares a un grupo progresista en 2021, sin proporcionar mayor información sobre un enlace entre esto y los hechos ocurridos la tarde del sábado, cuando logró inmortalizarse en los libros de historia por las razones equivocadas.

Los registros de la Comisión Federal de Elecciones muestran que en enero de 2021, Crooks hizo una donación de 15 dólares al Progressive Turnout Project, un grupo que trabaja para aumentar la participación de votantes para los demócratas.

El joven nació el 20 de septiembre de 2003 y hasta ahora no hay registro de que haya tenido antecedentes penales en Pensilvania, ni ha sido demandado allí, de acuerdo con la corte estatal. Tampoco hay rastros de él en las bases de datos de los tribunales federales.

Los registros de votantes muestran que la dirección de su hogar está en Bethel Park, un suburbio del área metropolitana de Pittsburgh. Es una vivienda humilde de ladrillo de tres habitaciones, propiedad de Matthew y Mary Crooks desde 1998, quienes parecen ser sus padres.

Algunos vecinos han dicho a la prensa que veían al joven constantemente en su camino al trabajo y que, nuevamente, no parecía observarse nada extraño en él. Coinciden en describirlo, tal como sus ex compañeros de clase, como alguien “tranquilo y tímido”.

El ataque contra Trump

Crooks se posicionó en un tejado a 150 metros de una planta de manufactura ubicada al norte del recinto Butler Farm Show donde se llevaba a cabo el evento, según explicó un portavoz del Servicio Secreto.

Las fuerzas del orden recuperaron un rifle estilo AR de la escena. El AR-15 es la versión civil semiautomática del M16 militar, un tipo de arma controversial en Estados Unidos por su fácil consecución y porque suele ser utilizada por quienes cometen tiroteos masivos.

La policía está siguiendo una "serie de sucesos sospechosos", según explicó el teniente coronel George Bivens de la Policía Estatal de Pensilvania, incluyendo testimonios de testigos que dijeron que trataron de alertar a la policía sobre la actividad de una persona fuera del mitin momentos antes del tiroteo.

Por su parte, el agente especial del FBI a cargo de la investigación, Kevin Rojek, dijo que era “sorprendente” que el pistolero pudiera disparar en el escenario antes de ser asesinado.

Algunos congresistas republicanos han anunciado que esperan abrir una investigación sobre este incidente para determinar exactamente qué falló en el esquema de seguridad que terminó en un intento de magnicidio. También el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dijo que su departamento y el Servicio Secreto están trabajando con las fuerzas del orden para investigar el tiroteo.