"Mañana empezamos a trabajar para reconstruir un país que ha sido gravemente golpeado por la violencia, por la corrupción y por el odio. Desde mañana empieza a trabajar la esperanza. Desde mañana empieza a trabajar Daniel Noboa". Con esas palabras celebró su triunfo el nuevo presidente electo de Ecuador la noche del domingo, acompañado de su esposa.

A sus 35 años, Daniel Noboa se ha convertido en el presidente electo más joven en la historia del país latinoamericano, y ha conseguido el sueño que su padre Álvaro no pudo en cinco ocasiones. La segunda vuelta le sonrió con unos cuatro puntos de ventaja frente a la correísta Luisa González, que aceptó su derrota sin chistar.

La juventud, justamente, forma parte del discurso del vencedor. Por eso el domingo habló de que ejecutará un proyecto “joven” que busca “devolverle una sonrisa al país, devolverle la paz, volverle a dar educación a la juventud, poderle dar empleo a la cantidad de personas están buscando empleo, darle tranquilidad a las familias que hoy en día no pueden salir a la calle”.

Para ello desde este lunes comenzó a trabajar en la transición, afinando con su equipo quién encabezará ese proceso y finiquitando la constitución de su gabinete. Lo hará desde Guayaquil, la ciudad más poblada del país, para luego moverse a Quito, la capital. "El martes estaremos en Carondelet (el palacio de gobierno) y en una reunión para empezar la transición con el presidente” Guillermo Lasso.

Lasso le envió un mensaje público de felicitación invitándolo a ese encuentro. “Desde ya debemos empezar el proceso de transición para que conozcas más a fondo la situación del Ecuador en lo económico, social y seguridad”. Noboa completará, durante año y medio, el periodo presidencial de Lasso quien convocó en mayo a elecciones adelantadas al decretar la “muerte cruzada” que contempla la disolución del Congreso y la convocatoria a comicios generales.

Ahora queda por saber también cuándo asumirá el cargo el nuevo mandatario. El Consejo Nacional Electoral de Ecuador (CNE) aún no tiene una fecha anunciada para ello. El calendario electoral dispuesto luego de la “muerte cruzada” se establecía el 30 de noviembre como la fecha para el final del gobierno de Guillermo Lasso, pero pudiera cambiar.

De acuerdo con la presidenta del CNE, Diana Atamaint, al tratarse de elecciones anticipadas el organismo realizó un calendario electoral sin una fecha de posesión de autoridades, y solo se incluyó la entrega de credenciales, es decir, el inicio del trabajo de las nuevas autoridades electas, incluyendo congresistas. El CNE entregará las de los legisladores el 8 de diciembre y la del nuevo presidente el 11 de diciembre, una vez finalicen los escrutinios necesarios de la segunda vuelta electoral.

“Hemos puesto los plazos máximos que se podrían dar para que el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) resuelva los recursos, que pueden llegar hasta última instancia”, dijo Atamaint en una conferencia, precisando que, si no se presentan recursos a resolver sobre los resultados, las fechas podrían ser adelantadas.

La Constitución de Ecuador señala que el período presidencial puede comenzar hasta 10 días después de que es instalada la Asamblea Nacional, la cual puede comenzar a ejercer el día siguiente de recibir sus credenciales. En este caso, esa fecha de inicio de trabajo legislativo se daría el 10 de diciembre. Entonces, Noboa debería juramentarse en el cargo el 20 de diciembre para gobernar hasta el 24 de mayo de 2025.

Durante ese tiempo, deberá hacer frente a un Ecuador económicamente complicado y con la violencia desatada, donde el número de asesinatos se ha duplicado cada año desde 2020, y en 2023 pudieran el dato de 4.824 pudiera ser superado antes de llegar diciembre.

En Ecuador la tasa de muertes violentas en el país ha avanzado en menos de una década de apenas 5 hasta 40 por cada 100.000 habitantes, con las provincias costeras de Guayas, Esmeraldas, El Oro y Manabí como protagonistas. Allí están los principales puertos del país, objetivos del narcotráfico para la exportación de cocaína hacia Estados Unidos y Europa.

Además, en Guayaquil se han registrado los peores motines en cárceles donde pandilleros han logrado crear centros de operaciones aun tras las rejas, secuestrado a guardias penitenciarios y construir arsenales internos.

Por otra parte, en Ecuador el desempleo y la informalidad laboral supera el 64% de la población económicamente activa, con la mitad siendo jóvenes desocupados que en buena parte entran a depender de las bandas criminales. La pobreza en el país alcanza el 27%.

Entretanto, se espera que Ecuador tenga un crecimiento económico este año de hasta 1,5% de su Producto Interno Bruto (PIB), con proyecciones a la baja en 2024, según cálculos del Banco Central.