Disturbios
Quiénes son y qué defienden los bolsonaristas que invadieron las sedes de los poderes de Brasil
Los extremistas partidarios de Jair Bolsonaro pedían un golpe militar para acabar con la recién estrenada presidencia del izquierdista Lula da Silva para “salvar Brasil”
La victoria electoral del ex presidente Lula Da Silva el pasado mes de octubre fue el catalizador de una explosión que se venía gestando desde hacía ya mucho tiempo. La negativa del presidente saliente, Jair Bolsonaro, a aceptar su derrota en las urnas y entregar la banda presidencial a su sucesor avivó movilizaciones en los cuarteles militares clamando por un golpe militar para “salvar Brasil” y deponer al nuevo mandatario, vencedor de las elecciones de octubre de 2022. Un discurso que derivó finalmente en el asalto -este domingo- a las sedes de los tres poderes del estado.
Los simpatizantes de Jair Bolsonaro que participaron en el asalto a las instituciones y que han sido calificados por los medios de comunicación del país como “terroristas” también atacaron vehículos de la Policía Legislativa, encargada de brindar seguridad al Congreso. La marea de vándalos, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes, arremetieron con palos contra los agentes, que trataron sin éxito de impedir la entrada de los manifestantes en el edificio.
Las responsabilidades de Jair Bolsonaro sobre lo sucedido están aún por dilucidar. De hecho, varios congresistas del país ya han empezado a recabar los apoyos necesarios para investigar la implicación del expresidente en los actos vandálicos. Ante estos hechos, Bolsonaro se ha desentendido de los actos de sus simpatizantes y ha negado cualquier tipo de responsabilidad en lo ocurrido.
El analista político brasileño, Leandro Machado, afirmó al ser consultado por LA RAZÓN, que “seguramente Bolsonaro alentó este intento de golpe, no sólo con su silencio desde que perdió las elecciones y no admitió la derrota, sino durante los últimos años”. Y es que, la retórica del ex presidente ha estado cargada de declaraciones incendiares que se han convertido en su firma personal, como cuando lamentó abiertamente el fin de la dictadura militar del país o como cuando agredió verbalmente a la diputada diciéndole: “No te violaría porque no lo mereces”.
Pero hoy se recuerdan -sobre todo- aquellas declaraciones con las que sembraba dudas sobre los resultados electorales. Y es que, Bolsonaro llegó a afirmar -entre otras cosas- que si perdiera su candidatura a la reelección, sólo podría ser por fraude... y en este caso, Brasil “tendría problemas peores” que los que tuvo Estados Unidos el 6 de enero de 2021 (cuando otro grupo de militantes, esta vez del ex presidente Donald Trump, asaltó el Capitolio estadounidense).
Lo que se conoce hasta el momento acerca de la organización del asalto a los poderes del Estado brasileño es que se gestó a través de un grupo de Telegram al que estaban suscritos alrededor de 30.000 brasileños. Los militantes y simpatizantes del expresidente Bolsonaro que participaron en los actos vandálicos compartían -minuto a minuto- los vídeos, los audios y las imágenes a través del grupo; para ser jaleados por otros miembros del canal, que compartían mensajes como “Vamos a expulsar a los comunistas de Brasil”.
Para el analista político, Leandro Machado, “Estos terroristas no son estúpidos ni locos. Muchos de ellos viven en una realidad paralela, sin duda. Pero son terroristas financiados por grandes empresarios, militares retirados. Y otros apoyados por una red criminal de empresarios, varios de ellos vinculados a la agroindustria. También son estimulados por personas influyentes que ganan dinero con las redes sociales arrojando odio y ganando seguidores. Varios de ellos incluso tuvieron sus redes bloqueadas por el Supremo Tribunal Federal en los últimos días, como el nieto del ex dictador Figueiredo, Paulo Figueiredo, quien alborotó a la multitud desde su casa en los EEUU”, decía el analista a LA RAZÓN.
Al menos 1200 personas han sido detenidas este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y lugar del que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil después de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en que se refugiaban.
También informaron de que decomisaron “40 autobuses” que llegaron a la capital brasileña en las últimas horas con cientos de bolsonaristas radicales y que identificaron a los “financiadores” que hicieron posible esos viajes desde distintos puntos del país. El ministro de Justicia, Fávio Dino, por su parte, denunció que “todavía hay personas en Internet hablando de dar continuidad a los actos terroristas” y, en este sentido, anticipó que habrá operaciones policiales contra esos individuos.
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