Amores narcos
El trágico destino de las cinco mujeres que se enamoraron del “Chapo Guzmán”
Los caminos que tomaron los amores del fundador del Cártel de Sinaloa las llevaron desde ganar mucho dinero y bienes de lujo hasta acabar en prisión
Joaquín el “Chapo Guzmán”, fundador del Cártel de Sinaloa-una de las organizaciones criminales más grandes de la historia-, ha tenido oficialmente tres esposas, aunque según informes de inteligencia existen más mujeres con las que amplió su círculo familiar y tuvo hijos: Emma Coronel, Agustina Cabanillas, María Alejandrina Salazar, Griselda López Pérez y Blanca Estela Peña.
Hasta el propio capo del narcotráfico confesó en su día que la única adicción que tenía eran las mujeres. Sin embargo, los caminos que tomaron los amores del “Chapo” -eligiendo a un narcotraficante como marido o amante- las han llevado tanto a ganar mucho dinero y bienes de lujo como a librar procesos jurídicos para desbloquear sus cuentas e incluso acabar en prisión.
Así son las mujeres que más marcaron la vida amorosa del líder del Cártel de Sinaloa y su vida cinco años después de su captura:
María Alejandrina Salazar, su primera esposa
Alejandrina fue la primera esposa del “Chapo” y quien lo acompañó durante sus primeros años cuando comenzó a destacar en su carrera criminal. En aquel entonces, Guzmán era integrante del extinto Cártel de Guadalajara, donde trabajó con Miguel Ángel Gallardo Félix, el jefe de los jefes.
Según documentos legales, el narcotraficante nunca se divorció de Alejandrina. Juntos tuvieron cuatro hijos: César, Archivaldo Iván, Giselle y Jesús Alfredo. “En este documento se demuestra que la única esposa de Joaquín Guzmán es mi mamá, y Emma Coronel es solo una concubina”, escribió Gisselle Guzmán Salazar en su cuenta de Instagram en 2017.
Mientras tanto, Archivaldo Iván y Jesús Alfredo fueron señalados por autoridades estadounidenses de participar, junto a su madre, en una red de blanqueo de dinero del cartel de Sinaloa. Según el medio Univisión, Alejandrina fue incluida en la lista de Estados Unidos de personas con las que está prohibido hacer cualquier tipo de negocios.
Griselda López Pérez, una figura clave
Griselda fue la segunda pareja del “Chapo” y su unión se produjo antes de que él fuera detenido por primera vez en 1993. En 2012, fue acusada de ayudar a su exmarido a evadir la justicia y Estados Unidos la señaló como una figura clave dentro del entramado criminal.
Los negocios y el dinero del capo estuvieron a nombre de Grisela, con la que tuvo cinco hijos: Ovidio, Grisell Guadalupe, Joaquín y Édgar Guzmán López. Este último fue asesinado durante un enfrentamiento con un cártel rival en 2008. Según recoge el diario “El Tiempo”, Griselda estuvo en la cárcel un día durante 2012 porque sus ingresos eran mayores a los registrados en Hacienda.
Su hijo, Ovidio, alias “ratón”, es hoy uno de los líderes del cartel de Sinaloa. En octubre de 2017 tuvo lugar el “Culiacanazo”, un operativo para detenerle; y en 2018 fue acusado de conspiración por traficar cocaína, metanfetaminas y marihuana a Estados Unidos entre 2008 y 2018.
Griselda aseguró que no era culpa del joven ser hijo de un narcotraficante y que estaba cansada de que “se le señale a sus hijos como narcos. He perdido a un hijo por las guerras que provocaron”.
Emma Coronel, “la Kardashian” mexicana
A la última esposa del narcotraficante la conocían en México como “la Kardashian” mexicana debido a su glamour y los altos círculos sociales en los que se presentaba, incluso cuando su conyugue estaba condenado a cadena perpetua.
Fue reina de belleza de su pueblo en Sinaloa, en 2006, y en 2007 contrajo nupcias con Guzmán, cuando ella tenía 18 años y él 52. Tiene dos hijas con el narcotraficante, Emalí Guadalupe Guzmán Coronel (11) y María Joaquina Guzmán Coronel (9).
A finales del mes de noviembre, un tribunal de Washington la condenó a una pena de tres años de cárcel por los delitos de tráfico de drogas y blanqueo de dinero, de los que se había declarado culpable.
Coronel siempre dijo que Joaquín era un hombre bueno, y que fue ajena a si actividad de tráfico de drogas. Según medios mexicanos, también es la presunta sobrina de Ignacio “Nacho” Coronel, uno de los lugartenientes del capo.
Agustina Cabanillas, la primera amante
Agustina, conocida también como “La Fiera”, nunca se casó con el narcotraficante, pero sí fue una de sus amantes conocidas. Con su ayuda, el hombre de Sinaloa envió grandes cargamentos de cocaína y marihuana a Estados Unidos. Según mensajes interceptados por el gobierno de EE UU, Agustina y el “Chapo” planeaban crear dos empresas en Alemania y Ecuador.
Las autoridades de México y Estados Unidos la tenían localizada desde 2010, pero no fue hasta febrero de 2012 cuando se intensificó la vigilancia y fue detenida en Cabo San Lucas, Baja California Sur, por los delitos de organizar y facilitar la creación de empresas en Ecuador y Alemania con el objetivo de distribuir droga a distintos países de Europa, así como a Canadá, Estados Unidos, países de Sudamérica y hasta Australia.
“La Fiera” terminó con el narco al enterarse de que él ordenó que se le instalara en su celular un software espía. En las conversaciones interceptadas se le escucha lanzar descalificaciones contra el “Chapo”, tachándolo de idiota.
Blanca Estela Peña, la mayor frustración del capo
Aparentemente Peña conoció a Guzmán en una fiesta, donde el “Chapo” se enamoró de ella a primera vista. Sin embargo, la mujer lo rechazó inmediatamente debido a que sabía quién era él y a qué se dedicaba. Sin embargo, eso no fue motivo para desalentar al capo, que no estaba acostumbrado a que las mujeres lo rechacen.
Según un documento de inteligencia elaborado antes de su captura en 2015, los investigadores anotaron como una de las debilidades del capo la “necesidad de compañía femenina” junto con la de “afecto a las comodidades” y la de “gusta de fiestas”. A pesar de sus intentos por conquistar a Estela, ella lo rechazó todas las veces, tal y como recogen documentos del gabinete de seguridad consultados por Univisión.
En un intento desesperado, el “Chapo” le lanzó desde un avión cientos de flores, lo que solo aumentó los intentos de la mujer por alejarse, ya que no quería involucrarse con un criminal. Sin embargo, Guzmán optó por secuestrar a la mujer y obligarla a tener relaciones durante un largo tiempo hasta que aceptó ser su amante y tuvieron dos hijos.
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