EE UU
Dos reveses judiciales para Donald Trump en 24 horas
El Gobierno de EE UU recupera el acceso a los documentos incautados durante el registro en la mansión del ex presidente en Miami. La Fiscalía le reclama una multa de 250 millones de dólares por fraude fiscal
Donald Trump tiene tantos frentes abiertos con la Justicia que parece difícil de imaginar su futuro retorno a la Casa Blanca que planeaba anuncia públicamente en las próximas semanas.
Un tribunal federal de apelaciones devolvió ayer al Departamento de Justicia el acceso a los documentos confiscados al ex presidente después de que una jueza de primera instancia nombrara en su lugar a un perito para que los revisase. Después de que el Departamento de Justicia estadounidense presentara el pasado sábado un recurso ante la decisión de la jueza federal del Distrito Sur de Florida, Aileen Cannon, el organismo podrá reanudar la investigación sobre los posibles delitos que habría cometido el ex presidente llevándose a su residencia en Florida multitud de secretos de Estado.
Un día antes la fiscal general de Nueva York, Letitia James, acusó al magnate de fraude fiscal, después de tres años de investigación, por obtener préstamos de manera fraudulenta, beneficios de aseguradoras y también impuestos más bajos.
La denuncia, interpuesta por la fiscal general Letitia James, también afecta a su propia empresa, la Organización Trump, y a su círculo más cercano. Sin ir más lejos, el último escándalo judicial contra Trump implica directamente a sus tres hijos mayores, a cargo de la empresa familiar desde que su padre tomó posesión del cargo de presidente de Estados Unidos: Donald Trump Jr, Ivanka y Eric.
La demanda contra el ex presidente republicano sostiene, en 200 páginas, la acusación de fraude expansivo llevado a cabo durante una década, desde 2011 hasta 2011. Fraude que se extendió por las propiedades del empresario neoyorkino salpicando a prestamistas, aseguradoras y autoridades fiscales por inflar el valor real y utilizar tasaciones engañosas.
Junto al ex presidente, su empresa y sus tres hijos, otros dos ejecutivos de la Organización Trump fueron acusados: Allen Weisselberg y Jeffrey McConney.
Trump reaccionó a la demanda afirmando estar siendo víctima de una “persecución política” y alegando, una vez más, estar sufriendo “la mayor caza de brujas” de la historia en primera persona.
Ante el silencio de Ivanka y su habitual discreción, sus hermanos no dudaron en alzar la voz criticando la actuación de la demócrata Letitia James, la fiscal general de Nueva York. “Esto es todo acerca de la política. ¡Armando a su oficina para perseguir a sus oponentes políticos!”, denunció Eric Trump en sus redes sociales.
“A Letitia James no le importa la ley. Es una activista demócrata a la que sólo le importa la política”, publicó Donald Trump Jr. Esto es TODO política, nada más. ¡Vergonzoso!”, añadió el primogénito de Trump. Su prometida, Kimberly Guilfoyle, ex presentadora de FOX News, abogada y ex fiscal en San Francisco, criticó a la fiscal general de Nueva York durante una intervención televisada, poco después de darse a conocer la demanda contra el ex presidente republicano. Letitia James “debería ser expulsada de su cargo, investigada y perder su licencia para ejercer la abogacía”, denunció.
La fiscal demócrata acusa al magnate de haber mentido “por miles de millones” sobre el valor de sus bienes inmuebles para obtener préstamos, beneficios fiscales y pagar menos impuestos. Por ello, el estado de Nueva York pide una compensación de 250 millones de dólares, además de un veto de los negocios de Trump y una restricción a su compra de inmuebles comerciales durante los próximos cinco años.
La denuncia de la Fiscalía de Nueva York añade más leña al fuego, sumándose a la investigación puesta en marcha por el Departamento de Justicia de Estados Unidos a principios del mes de agosto tras el registro de los agentes del FBI en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida.
Si esta última acusación sale adelante y el ex presidente es declarado culpable, podría enfrentarse a penas de hasta 15 años de cárcel por un total de tres delitos: violación de la Ley de Espionaje, obstrucción a la Justicia y destrucción de documentos. Aunque, por ahora, ninguna de las acusaciones presentadas contra él han impedido que pueda volver a presentarse a unas elecciones presidenciales. Decisión que Trump ya habría tomado, según se ha especulado durante semanas, pero el republicano estaría esperando anunciar su candidatura tras las elecciones legislativas de noviembre para impedir poder en riesgo a su Partido justo antes de la cita electoral, en la que los conservadores aspiran a recuperar el control de la Cámara de Representantes y la mayoría del Senado. La decisiva cita con las urnas, las conocidas coloquialmente comoMidterms o elecciones de mitad de mandato, tendrá lugar el próximo 8 de noviembre.