Desafío
China quintuplica el ritmo de compra de armas y mete presión a EEUU
Washington teme que Pekín acabe siendo la potencia hegemónica militar en el Indo-Pacífico
El subsecretario de la Fuerza Aérea para Adquisiciones de Estados Unidos, el general Cameron Holt, ha puesto el dedo en la llaga de la defensa estadounidense, al señalar el elevado ritmo de desarrollo y avance de China en la compra de armamento, que a su juicio quintuplica al de EEUU. Durante un discurso en San Diego, Holt advirtió al Pentágono que China está haciéndose con equipos militares “cinco o seis veces” más rápido que Estados Unidos.
Holt explicó que los chinos son muchos más ágiles en la gestión de la inversión militar y gastan -“en paridad de poder adquisitivo”- un dólar en defensa por 20 dólares en EEUU para alcanzar “la misma capacidad”. “Vamos a perder la carrera si no podemos entender como reducir el coste y aumentar la velocidad en nuestras cadenas de suministro de defensa”, dijo el general, quien añadió: “Nuestro trabajo como líderes es ser sinceros con los ciudadanos y ser sinceros con nuestros socios de la industria sobre los desafíos que enfrentamos”.
Según The Warzone, el alto mando estadounidenses señala como foco del problema la burocracia. “Si no cambiamos nuestro sistema de aprovisionamiento de recursos, nada de lo demás importa”, dijo Holt, quien sostiene que el enfoque actual “se basa en uno que si bien fue eficaz durante la Guerra Fría fracasó estrepitosamente en el siglo XXI”.
No es el único alto cargo que aviso de los riesgos. El exjefe del Comando Indo-Pacífico de EEUU, el almirante Philip Davidson, ya advirtió que China podría superar militarmente a EEUU para 2026, cambiando así el statu quo regional por la fuerza. Cabe recodar que Pekín ha incrementado el gasto en defensa en un 110% desde 2008.
Mike Griffin, primer subsecretario de Investigación e Ingeniería, dijo en 2018 que EEUU necesita un promedio de dieciséis años para desarrollar la capacidad operativa de sus avances en comparación con los menos de siete años de China. El ejemplo más claro es de las pruebas de vehículos de ataque hipersónicos de China. Durante los últimos diez años, Pekín ha cosechado un gran éxito en el desarrollo de estas armas. En agosto del año pasado, lanzó un misil hipersónico que generó asombro entre algunos altos cargos del Pentágono por el alto nivel de desarrollo.
La Armada china ya es más numerosa que la de EEUU. Esta superioridad numérica podría extenderse a otros ámbitos. Funcionarios del Pentágono, así como comandantes estadounidenses en el Indo-Pacífico, han avisado en el pasado que China pronto podría superar al ejército estadounidense en esta región estratégica para los intereses americanos.
China acaba de botar su tercer portaaviones, el Fujian, y sigue avanzado en el desarrollo de uno de sus aviones de combate más poderosos, como el caza J-20, al que actualizará con nuevos motores para alcanzar el rendimiento del caza estadounidense F-22 Raptor. Desde 2017, el J-20 ha usado un motor provisional ruso AL-31. Después le siguió el motor chino WS-10C, también provisional. En el futuro irá equipado con motores de alto rendimiento desarrollados íntegramente en China, lo que acentuará sus principales logros, como son la maniobrabilidad y el sigilo.
La pasada semana, medios chinos informaron de que el primer vuelo del esperado bombardero de nueva generación H-20podría ser inminente. Según explica The Warzone, este es el proyecto de avión militar más ambicioso de China hasta la fecha, su primer bombardero de largo alcance completamente desarrollado en el país y una plataforma que tiene el potencial de alterar el equilibrio estratégico en la región de Asia y el Pacífico al ofrecer nuevos medios para atacar ubicaciones e infraestructura claves.
Desde China también hay voces que piden superar el ritmo de inversión militar. El general Xu Qiliang, vicepresidente de la Comisión Militar Central, reclamó aumentar el presupuesto del Ejército Popular de Liberación para prepararse para un posible enfrentamiento con Estados Unidos. Xu ha formulado una teoría con la que muchos analistas están de acuerdo. Se basa en la conocida “trampa de Tucídides”, formulada por politólogo americano Graham Alison. Según esta visión, tanto China como EEUU caminan hacia una guerra que ninguno de las dos potencias desea. Esta teoría explica la relación entre una potencia hegemónica en declive (EEUU) y otra en ascenso (China) y la posibilidad de que se produzca una guerra entre ambas con la derrota de EEUU perdiendo así la hegemonía mundial.
Lagunas en el Ejército de EEUU
Un informe independiente encargado por el Congreso de EEUU a la Comisión para la Estrategia de la Defensa Nacional -presidido por Eric Edelman- reconocía que “la superioridad militar de Estados Unidos se ha erosionado hasta un nivel peligroso”. Además, abogaba por reducir la dependencia de componentes importados desde el extranjero, especialmente de China; ampliar las fuerzas estadounidenses para que puedan luchar dos guerras, ya que actualmente solo son capaces de afrontar una; crear más unidades de ingeniería y de defensa aérea y expandir la flota submarina de la Marina y ampliar sus fuerzas de transporte marítimo.