La familia
Habla la madre de Salvador Ramos, el asesino de Texas: “Mi hijo no era violento”
Adriana Reyes desmiente que mantuviera una mala relación con el autor de la masacre. Una compañera de trabajo le define como un chico “demente” y “grosero”
Adriana Reyes, la madre de Salvador Ramos, el tirador que mató a 19 niños y dos profesoras en la escuela primaria Robb de Uvalde, en Texas, dijo sentirse conmocionada y sorprendida tras conocer que su hijo había perpetrado una matanza. “Mi hijo no era violento”, aseguró la mujer. “Estoy rezando por todos esos niños inocentes”, declaró desde un hospital donde su madre, Celia González, de 66 años, se recupera de las heridas después de que Ramos le disparara en la cara antes de salir hacia el colegio y provocar una masacre.
En las primeras declaraciones realizadas después del tiroteo al The Daily Beast, Adriana Reyes confiesa no estar segura de por qué Ramos atacó a su abuela y añadió que ella y sus hermanas seguirán cuidando a la madre hasta que vuelva a casa. También desmintió los rumores de que ella y su hijo tenían una relación complicada: “Teníamos una buena relación. Él era reservado, no tenía muchos amigos”.
Esta confesión no coincide con el testimonio del novio de la madre, Juan Álvarez, dijo le dijo a la NBC que Ramos se fue a vivir con su abuela después de una pelea con su madre por el wifi y que ambos mantenían un día a día problemático con continuas peleas
El abuelo del tirador, Rolando Reyes, de 74 años, también ofreció declaraciones en las que dijo que la familia no sabía que Salvador Ramos había adquirido recientemente dos rifles de asalto AR-15. Se cree que el joven se gastó el día de su 18 cumpleaños unos 4.000 dólares en armas y en un chaleco antibalas. La descripción que hizo el abuelo del autor de la matanza coincide con la de la madre: “Era un adolescente tranquilo” que pasaba tiempo solo en su dormitorio. “No sabía que tenía armas. Si lo hubiera sabido, lo habría denunciado”, dijo Rolando Reyes a ABC News.
El abuelo de Ramos relató que el año pasado, el adolescente “no fue a la escuela” y no se graduó. De hecho estaba trabajando en la cadena de restaurantes Wendy’s. Hace unos meses decidió abandonar la casa donde vivía con su madre para instalarse con sus abuelos, al otro lado de la ciudad.
Una compañera de trabajo describió a Ramos como un adolescente “demente”, un tipo “grosero, espeluznante y desaliñado”. Grace Cruz, de 18 años, trabajaba con Ramos en el restaurante de Wendy’s, a pocos minutos de la Robb Elementary School. “Tenía problemas mentales, emocionales, problemas personales y de todo tipo”, añadió Cruz.
Las autoridades de Texas han informado de que Ramos había enviado una serie de mensajes privados a través de Facebook a una adolescente de 15 años alemana a la que había informado, tan solo media hora antes del ataque, de que “masacraría una escuela”. La joven ha señalado que había conocido al tirador unas dos semanas antes a través de Yubo, una aplicación de telefonía móvil utilizada generalmente por adolescentes para hacer amigos, según el diario “The New York Times”.
Horas después de que se produjera el tiroteo comenzaron a surgir en las redes sociales numerosos datos falsos sobre el atacante. Algunos decían que era un inmigrante que huía de la policía, que era una persona transgénero y que tenía problemas con las drogas. El congresista de Arizona, Paul Gosar, publicó un tuit ya eliminado en el que decía: “Es un inmigrante ilegal izquierdista transexual llamado Salvatore Ramos”.
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