Ucrania
Así se prepara Odesa ante un posible ataque anfibio ruso
La conocida como la perla del Mar Negro que alberga la Base Naval del Sur, la mayor de la flota ucraniana, ve con preocupación las maniobras rusas con ocho de sus mayores navíos de desembarco
Se presupone entre los altos mandos ucranianos que nadie querría dañar a la perla del Mar Negro, sencillamente porque es demasiado preciada tanto para los ucranianos como para los rusos. Odesa alcanzó la categoría de ciudad por orden de la zarina Catalina la Grande, y durante los 250 años siguientes estuvo considerada como la tercera plaza más importante del imperio ruso, solo por detrás de Moscú y de San Petersburgo. A día de hoy incluso hay más odesitas que hablan ruso, que odesitas hablando ucraniano. Los ucranianos, por otro lado, protegerían Odesa de cualquier invasión extranjera.
Parece claro que si Putin decide entrar con los tanques en Ucrania, procurará tomar esta joya de la forma más delicada posible. Los generales ucranianos lo suponen así, igual que los expertos. Estiman que el jefe del Kremlin ordenaría lanzar un ataque anfibio con un desembarco limpio y rápido para poder asegurar a las tropas en tierra y mirar al interior del país. Y la proximidad que hay entre Sebastopol (con base naval rusa en Crimea) y Odesa solo facilita los tiempos de maniobra a los mandos de Moscú. En estos momentos, la flota rusa realiza ejercicios en el Mar Negro con nada menos que ocho de sus navíos de desembarco con mayor capacidad. Por lo que Turquía, Bulgaria, Rumanía y Ucrania (países que tocan con el mar Negro) están con todos los catalejos de sus puertos puestos en estas maniobras.
Vigilancia y defensa
A Odesa la miman los ucranianos y rusos por igual no solo por su excelente ubicación geográfica con el enorme puerto tragando sin parar mercancías. Su localización, en la cuenca del Mar Negro, permitiría a las tropas rusas posicionarse a 100 kilómetros de Tiráspol, la capital de Transnistria, un reducto de la Guerra Fría. Este territorio se separó de Moldavia en 1990 declarando su adhesión a Moscú (y con la ayuda de Moscú), aunque la comunidad internacional no lo reconoce como un país. En el contexto actual de la crisis ucraniana se ha especulado con la la posibilidad de que Putin se anexione definitivamente Transnistria. Recordemos que un transnistrio podría hoy incluso alistarse en el Ejército ruso sin que nadie se oponga. Esta puerta de atrás que abre Odesa al interior de Europa ha sido valiosa desde hace siglos y es por esa razón que la Base Naval Sur, la más importante de la flota ucraniana, está situada en esta región.
Es la primera línea de defensa. Las patrulleras y guardacostas vigilan el espacio marítimo casi sin descanso para repostar, así garantizan a los habitantes de Odesa que nadie les pillará por sorpresa. Este uso inteligente de vigilancia y acción rápida que caracteriza a la marina ucraniana puede conceder unas horas valiosas para que la ciudad se prepare ante un posible ataque anfibio, aunque en última instancia no puedan detenerlo. Pero no cabe duda de que la joya de la corona en la Base Naval Sur son sus guardacostas fluviales Gyurza, capaces de introducirse rápidamente al puerto de Odesa para defender el mar hasta su última gota, y también muy valiosos para proteger la próxima ciudad de Mykolaiv o la desembocadura de Dniéper.
Los Caballeros de la Campaña de Invierno
Los Caballeros de la Campaña de Invierno. Así se conoce a la 28ª Brigada Mecanizada de Ucrania con base en Chernomorskoye. Son los máximos responsables de la protección terrestre de Odesa y ya mostraron su capacidad para el combate durante los enfrentamientos de 2014 y 2015 en Donetsk. Las unidades de cañones antitanque MT-12, el sistema de cohetes de lanzamiento múltiple BM-21 y los obuses autopropulsados 2S3 “Akatsiya” de fabricación soviética solo son una parte del material bélico integrado en la 28ª Brigada Mecanizada para la defensa de Odesa.
Pero en el fondo se desconoce dónde se realizaría el desembarco, son secretos del enemigo. Bien podría hacerse a pocos kilómetros de Odesa para luego marchar de una a por sus calles, o directamente en la ciudad, así, como los piratas en Manila. Por esta razón, las últimas maniobras militares que tuvieron lugar en Odesa (el 19 y 20 de enero) no se limitaron a entrenar fuera de la ciudad. También ejercitaron varias tácticas de enfrentamiento urbano en las calles del centro y cercanas al puerto, imagino que para pasmo y estupefacción de los turistas.
El as en la manga que prepara el Ejército ucraniano son los misiles antibuque P-360 Neptune de fabricación propia, un moderno sistema de protección costera con un alcance máximo de 300 kilómetros y que ya está empezando a implementarse entre las defensas de Odesa, principalmente. Sin embargo, el sistema no estará plenamente operativo hasta esta primavera, cuando se teme que quizá sea demasiado tarde.
Brigadas de defensa
Estamos hablando de una posible guerra. La defensa del hogar cuando atacan al propio país se vuelve algo mucho más personal y que va más allá de las fuerzas del Estado. Hace pocos días, por ejemplo, se difundieron unas imágenes de civiles ucranianos siendo adiestrados sobre cómo disparar un arma, utilizando rifles recortados con cartón en lugar de modelos reales. Pero que no le quepa duda al lector. Mientras los supermercados de Odesa están a rebosar y no parece que haya escasez de productos en las tiendas, otro gallo canta en los negocios especializados en venta de armas y munición. Estos tienen las existencias agotadas. Los patriotas ucranianos se están preparando para lo peor y no titubean.
Desde 2014 se han integrado brigadas de defensa civil en el Ejército ucraniano. La influencia del batallón Azov y del Sector Derecho, así como grupos con ideologías similares, puede casi saborearse en el aire que rodea Kiev, aunque son menos populares en las ciudades de mayorías rusas (como es Odesa). Pese a esto, la semana pasada se difundió en la redes sociales un sonoro vídeo donde pueden apreciarse un centenar de hombres armados frente al Memorial de la Batería 412 que hay a las afueras de la ciudad. Los jefes del grupo “Street Front” avisaban a las tropas de Putin diciéndoles que si atacaban Odesa “les esperaban en las catacumbas” y que “se enfrentarían a ellos a la manera de los viejos partisanos”. El vídeo terminaba con un plano general donde gritaban todos en un ucraniano que parecía un rugido: khay zhyve ukrayino!
Resulta que la mayoría de los ladrillos de los edificios de aquí están hechos con una piedra arenisca que puede encontrarse a toneladas en el subsuelo. Y desde principios del siglo XIX hasta finales del XX se excavaron 2.800 kilómetros de túneles y laberintos con entradas hasta 30 kilómetros a las afueras de Odesa. Esos túneles son un laberinto. Si apagas tu linterna a 25 metros bajo el suelo, la oscuridad es absoluta. Los partisanos de entonces (que no eran civiles corrientes sino comandos especiales del KGB ucraniano) resistieron a la ocupación rumana de Odesa entre 1941 y 1944 viviendo en la agobiante oscuridad de los túneles.
Protección civil
Los niños empaquetados en abrigos deben permanecer a salvo del horror. Las autoridades de Odesa lo saben y hace años que participan activamente en pro de la educación ciudadana para saber cómo actuar en el caso de una catástrofe. En la televisión ucraniana suelen emitirse imágenes de militares enseñando a decenas de adolescentes odesitas a realizar primeros auxilios, y los chavales verdaderamente parecen atentos. Pavlovich, un antiguo camionero rumano de las rutas a Barcelona y Valencia y que ahora vive con su esposa ucraniana en Odesa, explica que es algo normal aquí, que sus hijos y sus nietos habían hecho el cursillo antes. Luego enseña la página web del ayuntamiento de Odesa, donde uno puede encontrar los refugios antiaéreos más cercanos. En ese momento, el más próximo se encontraba a unos 250 metros calle abajo, y tenía capacidad para 150 personas.
“No llegaríamos a tiempo”, dijo Pavlovich, y zozobró un poco, “pero aunque llegásemos, seguro que no cabríamos”. A veces la gente en Odesa piensa como él. Están contentos con muchas medidas del Gobierno pero luego siempre son ciudadanos y la situación que viven asustaría a cualquiera, entonces se quejan un poquito, como pueden. Un repaso más detenido al mapa con los refugios revela que no hay suficientes para toda la población, aunque, también habrá que contar los miles de kilómetros de túneles que hay bajo de ciudad y que no aparecen. Esos túneles los conocen los odesitas casi desde que empezaron a gatear, tienen entradas en los desvanes de sus casas y en pequeñas casetas de la calle, en todas partes, es un hormiguero gigante hecho por hombres. Los soviéticos utilizaron muchos de ellos como refugios durante la época del Pánico Nuclear. Y los odesitas confiarían su vida a esos túneles, sin duda, igual que confían hasta este momento en el resto de las capas que protegen la cebolla de su libertad.
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