Elecciones
Pinochet se cuela en la campaña electoral de Chile, liderada por Jose Antonio Kast
El candidato conservador está en contra del aborto y del matrimonio homosexual
Las constantes ataques al candidato ultraconservador José Antonio Kastpor su complacencia hacia la dictadura de Augusto Pinochet o su postura contra el matrimonio igualitario y el aborto inflamaron este lunes el último y más tenso debate de las presidenciales chilenas. A solo una semana de los cruciales comicios del 21 de noviembre, los más inciertos de la historia reciente del país, quemaron sus últimos cartuchos seis de los siete candidatos que optan a relevar alconservador Sebastián Piñeraen marzo de 2022.
“En su programa electoral (de Kast) hay una serie de actos discriminatorios que ponen en riesgo avances que han sido sustantivos en materia de derechos humanos”, afirmó el exlíder estudiantil de izquierda Gabriel Boric, uno de los grandes favoritos. Kast, jefe del Partido Republicano y hasta ahora el otro mejor posicionado en los sondeos, definió como “democrática, libre e informada” la elección de 1989 -con Pinochet todavía en el cargo-, una posición que ya había manifestado el pasado viernes a la prensa extranjera desatando feroces críticas.
También recibió dardos cuando se refirió a la existencia de un “lobby gay” que “busca influir a las personas” y cuando rechazó el aborto y aseguró que un programa educativo que visibilice las familias homoparentales “es adoctrinamiento”.
“Yo no tengo ningún problema con el mundo homosexual (...) Nunca nadie puede decir que yo he discriminado a alguien”, esgrimió el abogado de 55 años, cuyo programa rechaza el matrimonio igualitario y el aborto en cualquier circunstancia.
Según los sondeos, cada vez más cuestionados entre los expertos por sus desaciertos en las últimas votaciones, ningún candidato ganaría en la primera vuelta y pasarían al balotaje del 19 de diciembre Boric y Kast. Quedarían atrás la demócratacristiana Yasna Provoste y el exministro Sebastián Sichel, los candidatos de las dos grandes coaliciones de centroizquierda y derecha, respectivamente.
“UN BLANCO FÁCIL”
El oficialista Sichel respondió a Kast que “hay que establecer un cordón sanitario sobre dictaduras como la cubana, la venezolana, la nicaragüense y la que sucedió en Chile”. “Es lamentable que una persona desconozca que en días anteriores a la elección de 1989 se seguía torturando, encarcelando y relegando”, agregó por su parte Provoste, sobre la votación que marcó el final de un régimen que dejó más de 3.200 asesinados y desaparecidos a manos de agentes durante 17 años.
Otros candidatos a la Presidencia con menor adhesión son el progresista Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Artés (izquierda radical) y Franco Parisi, un polémico economista que reside en Estados Unidos y que no estuvo en el debate por dar positivo en covid-19. Para Julieta Suárez-Cao, politóloga de la Universidad Católica, “la postura reaccionaria de José Antonio Kast le hizo ser un blanco muy fácil para el resto”.
Sus contrincantes, descrito a Efe, comparten una postura “mucho más contemporánea y son conscientes de la importancia de que Chile no quede aislado del mundo con ideas medievales”. Claudia Heiss, académica de la Universidad de Chile, agregó en declaraciones a Efe que Kast estuvo “más frágil que otras veces” y fue más golpeado durante el debate porque últimamente “ha ganado muchos puntos en la derecha”.
El ultraconservador, que partió como un candidato residual, se convirtió con el paso de las semanas en uno de los dos favoritos de las encuestas, robándole apoyos al oficialista Sichel e incluso ganándose el respaldo de algunas figuras fuertes de la coalición de Gobierno.
Para Kenneth Bunker, director de la encuestadora Tresquintos, “los candidatos grandes estuvieron discretos, buscando no arriesgar tanto, mientras que los candidatos pequeños destacaron”. El nuevo mandatario tendrá la titánica tarea de implementar las normas la nueva Constitución en caso de aprobarse y de encarar una acuciante inflación y una fuerte crisis social e institucional que no cesa desde las masivas marchas del 2019.
Además del presidente, en la votación también se renovará el Parlamento, con la elección de todos los diputados (155) para un periodo de 4 años y la votación de 27 de los 43 senadores para un periodo de 8 años.