20 años del 11-S
Biden retirará todas las tropas de Afganistán el 11 de septiembre
El presidente de EE UU anunciará el repliegue total de los soldados estadounidenses en el avispero afgano. La fecha coincidirá con el 20º aniversario de los atentados de Al Qaeda
EE UU retirará todas sus tropas de Afganistán. La decisión llega después de que la Casa Blanca haya concluido que la situación política y militar en el país asiático resulta del todo insostenible. La fecha límite para abandonar difícilmente podría ser más icónica: el 11 de septiembre de 2021. Esto es, en el 20º aniversario del atentado contra las Torres Gemelas, que provocó, como respuesta, la invasión del Afganistán los talibanes, hoy como entonces una fuerza tan corrosiva como recia, capaz de sobreponerse a la guerra contra las dos grandes potencias militares posteriores a la II Guerra Mundial, la URSS y EE UU.
Hace apenas seis meses el todavía presidente Donald Trump marcó el 11-S como la fecha elegida para concluir la retirada. Con su decisión, Joe Biden,, por un lado, prorroga el momento elegido por su antecesor y, al mismo tiempo, finiquitado el debate. Claro que no está nada claro que su decisión genere consenso. Será celebrada tanto por el ala izquierda del Partido Demócrata como por los republicanos, más proclives al aislacionismo.
Pero ya cuando Trump propuso que el 15 de enero la presencia militar estadounidese fuera reducida en más de 5.000 soldados entre Afganistán e Irak, abundaron las críticas. Protestaron los senadores Mitch McConnell y Lindsey Graham. El primero advirtió del peligro de que una retirada abrupta perjudicara a los aliados de EE UU. «La violencia que afecta a los afganos sigue siendo desenfrenada», dijo, para añadir que «los talibanes no están cumpliendo con las condiciones del llamado acuerdo de paz». Por su parte, Graham explicó que las tropas estadounidenses en Afganistán actuaban como una «póliza de seguro contra otro 11-S».
Otro republicano, Mac Thornberry, dijo que no existía «ninguna condición que justifique reducir aún más las tropas que tenemos en Afganistán». Para el congresista, «estas reducciones adicionales de tropas estadounidenses de áreas terroristas son un error. Nuevas reducciones en Afganistán también socavarán las negociaciones».
Que Estados Unidos no puede justificar ante su opinión pública una presencia bélica que iba para el cuarto de siglo resulta tan evidente como que muchos temen que su desaparición fortalezca a los enemigos de la democracia, empezando por los propios talibanes siguiendo por Al Qaeda y el Estado Islámico.
Según el «Washington Post», que adelantó la noticia, los talibanes habían prometido atacar a las tropas extranjeras presentes en el país más allá de la fecha de 1 de mayo. Pero en el momento de escribir estas líneas no habían reaccionado a la decisión de Biden.
Se da por hecho que las tropas de la OTAN seguirán los pasos de EE UU. Cuando Trump habló del 1 de mayo, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, advirtió del peligro de una salida precipitada, pues el país podría ser nuevamente «una plataforma para que los terroristas internacionales planifiquen y organicen ataques». «El ISIS podría reconstruir en Afganistán el califato terrorista que perdió en Siria e Irak», remachó.