Carrera de las vacunas
Baviera se adelanta a Merkel y comprará 2,5 millones de la Sputnik V
La vacuna rusa no se utilizará hasta que sea autorizada por la UE
Baviera dio este miércoles un paso al frente y, sin esperar a las decisiones de Berlín o a las que se puedan deliberar en Bruselas, anunció que está en trámites para la compra de 2,5 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, siempre y cuando ésta sea aprobada por las autoridades sanitarias europeas. «Se trata de una opción que estará supeditada a esa autorización», explicó Markus Söder, primer ministro del «Land» y líder de la Unión Socialcristiana de Baviera, partido hermanado con la CDU de Angela Merkel.
De ver la luz verde por parte de Bruselas, la vacuna será importada de Rusia aunque también está previsto que la empresa farmacéutica germana R-Pharm fabrique las dosis en la ciudad bávara de Illertissen, según anunció el ministro de Salud bávaro, Klaus Holetschek, que añadió que la correspondiente carta de intenciones para la producción y la importación ya esta firmada. «Es una vacuna muy eficaz», enfatizó.
Hasta ahora, un total de dos millones y medio de personas se han vacunado contra la covid-19 en Baviera, según Holetschek. «Todavía queremos movernos más rápido». Pero el fabricante de vacunas Moderna anunció un retraso en las entregas, lo que, en el caso de Baviera, se traducirá en la pérdida de las 100.000 dosis previstas para este mes. Una circunstancia que ha llevado a los dirigentes del «Land» a actuar por libre, lo que provocó numerosas críticas en todo el país.
A la espera de que la canciller o su Gobierno se pronuncien, el primero en reprender la medida fue el jefe del grupo parlamentario de La Izquierda en el Bundestag. Dietmar Bartsch, que acusó a Söder de hacer uso de una actitud egocentrista. «En una crisis, se necesita primero la solidaridad y no el egoísmo de querer correr su propia carrera», dijo. Según «Die Linke», no debe haber una competición entre los distintos Estados federales por hacerse con las vacunas.
Por el contrario, el vicepresidente del Partido Liberal (FDP), Wolfgang Kubicki, estuvo de acuerdo con la decisión de Múnich. «La iniciativa da más impulso a la política alemana de compra de vacunas», aseguró Kubicki, que añadió que «con el paso dado por Söder queda patente la vergonzosa gestión de vacunas del Gobierno federal».
Hasta ahora, Söder siempre ha defendido una línea de máximo rigor en la aplicación de las restricciones a la vida pública acordadas en las sucesivas reuniones entre los poderes regionales y Merkel. Según añadió ayer, en su «Land» no se contemplará un alivio de las medidas, sino que se prolongarán hasta fin de mes.
La canciller y los líderes regionales se reunirán de nuevo el lunes para analizar la evolución de la pandemia. Desde noviembre están cerrados restauración, ocio y cultura, mientras que los comercios no esenciales se sumaron en diciembre. En marzo, se había contemplado un leve alivio, con la reapertura de museos y algunos comercios, pero ese proceso quedó frenado ante el repunte de contagios.
La incidencia semanal nacional se sitúa en los 110 casos por 100.000 habitantes. En Baviera, el nivel está en 120 casos. Este indicador ha bajado levemente en estos festivos, lo que se atribuye a que se practican menos test.