Bielorrusia
Lukashenko decapita a la oposición en Bielorrusia
Tras ser retenida en la comisión electoral durante horas, la candidata opositora, Svetlana Tikhanovskaya, se refugia en Lituania y pide a sus seguidores que cesen las manifestaciones tras dos días de represión policial
«Muchos me entenderán, muchos me condenarán y muchos me odiarán. Pero Dios no quiera que se enfrenten a esa elección a la que me he enfrentado». Con estas palabras, la principal candidata opositora en Bielorrusia, Svetlana Tikhanovskaya, se dirigía a sus seguidores en un vídeo publicado por el medio independiente «tut.by», en el que aparecía con el rostro marcado por la preocupación y el cansancio.
Tikhanovskaya grababa esas palabras desde un sitio sin determinar de Lituania, hecho que ha confirmado el ministro lituano de Exteriores, considerándose a salvo de las amenazas recibidas y reflexionando sobre lo que está ocurriendo en su país, después de reunirse con sus hijos, llegados a la república báltica semanas antes. Su jefa de campaña, Maria Moroz, detenida la semana pasada, logró salir del país con ella.
La candidata ha querido lanzar una petición a todos aquellos que están saliendo a la calle en Bielorrusia a enfrentarse con la Policía. «Hago un llamamiento a todos los ciudadanos que me han apoyado durante todo este tiempo. ¡Bielorrusos! Prudencia y respeto a la ley. No quiero sangre y violencia. Les pido que no se enfrenten a la Policía y que no salgan a las plazas para no poner en peligro sus vidas. Cuídense y cuiden a sus seres queridos».
Tras las elecciones presidenciales del pasado domingo, en las que volvió a ganar el presidente Aleksander Lukashenko, que lleva en el poder desde 1994, con el 80% de los votos y Tikhanovskaya sumó el 10% de los mismos, las calles de Bielorrusia se llenaron de manifestantes comenzando una lucha sin cuartel con la Policía.
Fueron horas de incertidumbre con miles de detenidos a lo largo y ancho de todo el país ex soviético. Ayer, continuaban los enfrentamientos en 33 ciudades de Bielorrusia, con el triste balance de al menos un muerto y cientos de heridos y detenidos, habiéndose recrudecido en las últimas horas ante la contundente respuesta de las fuerzas del orden.
La Unión Europea ha expresado su preocupación por la violencia empleada por las Fuerzas de Seguridad gubernamentales contra los manifestantes convocados en las calles y expresó su deseo de que se respeten los derechos fundamentales de la población.
Países como Polonia pedían una cumbre extraordinaria de los Veintisiete para abordar la crisis en ciernes y el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Mass, afirmaba que la UE debería discutir posibles sanciones contra Bielorrusia por la represión.
En una declaración, el Alto Representante, Josep Borrell, considera que los comicios no fueron «libres ni justos» y exige a las autoridades que pongan en libertad a los detenidos en las protestas. Además, la UE avisa de que se llevará a cabo una «revisión en profundidad» de la relación de la UE con Bielorrusia, lo que podría incluir «tomar medidas contra los responsables de la represión, las detenciones y la falsificación de los resultados electorales».
La oposición bielorrusa pidió a la comunidad internacional que reconozca a Tijanovskaya como legítima presidenta del país. «Me dirijo a toda la comunidad internacional. Ayúdennos a frenar los excesos en marcha en Bielorrusia. Reconozcan a Svetlana como única presidenta legalmente elegida. Por favor, ayuden al pueblo bielorruso», dijo Veronika Tsepkalo, una de las aliadas de Tijanovskaya, en un vídeo. Tsepkalo, que se exilió el domingo en Rusia, llamó a la comunidad internacional a ayudar al pueblo bielorruso a frenar «el derramamiento de sangre», a «liberar a los presos políticos» y a celebrar unas «elecciones democráticas».
Tikhanovskaya se convirtió en la auténtica protagonista de la campaña electoral bielorrusa, después de inscribirse como candidata a la presidencia del país al tomar el relevo de su marido, el bloguero Sergey Tikhanovski, encarcelado tras presentar su candidatura. Sus mítines han convocado a miles de simpatizantes gracias a la difusión en las redes sociales y grupos de whatsApp, que han promovido iniciativas como la de las «pulseras blancas», que pedía llevarlas a todo aquel que tuviese la intención de votar a Tikhanovskaya o introducir las papeletas de la candidata opositora en las urnas transparentes con varios dobleces para ser fácilmente reconocidas.
Y es que, por primera vez en Bielorrusia, la gente ha sido consciente de que un cambio de rumbo era posible. El presidente Lukashenko acusó a los candidatos opositores de estar financiados por países extranjeros que pretendían sembrar el caos en el país para echarle del poder.
Sorprende la decisión de la opositora tras la rueda de prensa ofrecida el lunes en la que no reconoció los resultados y declaró que no se movería de Bielorrusia hasta que Lukashenko abandonase el poder. Olga Kovalkova, miembro del equipo electoral de Tikhanovskaya, confesó su sospecha de que la candidata haya abandonado su país contra su voluntad, después de haberse reunido el lunes por la tarde con funcionarios del Gobierno en la Comisión Electoral Central cuando fue a impugnar los resultados oficiales.
Una huida sospechosa
«Antes de entrar a la Comisión Electoral Central no tenía planes de salir del país. No fue su decisión». Tijanovskaya desapareció durante varias horas tras esa visita, terminando finalmente en Lituania, país de acogida de muchos perseguidos por el régimen de Lukashenko.
Durante la tarde de ayer, el ambiente en la ex república soviética parecía haber llegado a cierta calma tensa, lejos aún de saber si las palabras de la candidata opositora habrán calado en sus electores. Las próximas horas serán fundamentales para saber si lo ocurrido ha sido una protesta popular por los resultados de las elecciones presidenciales o el comienzo de algo más profundo.
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