Francia

Los policías franceses estallan: “Sin nosotros no hay paz”

La “revolución de las esposas” pone contra las cuerdas al ministro del Interior francés al que acusan de estigmatizar a la institución

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El malestar de la policía francesa contra el Gobierno de Macron ha estallado en plena desescalada y podría incendiar el panorama de cara a este sábado, con varias convocatorias previstas por todo el país en contra del racismo y la violencia policial arrastradas por el efecto George Floyd, con buena repercusión en un país que ve en EE UU estos días un espejo distorsionado de sus propias discriminaciones enquistadas.

Los agentes de Rennes colgaron sus esposas durante la protesta contra el ministro del Interior
Los agentes de Rennes colgaron sus esposas durante la protesta contra el ministro del InteriorDamien Meyer/AFP/dpaDamien Meyer/AFP/dpa

Duras críticas contra el ministro

Todo comenzó el pasado lunes cuando Christophe Castaner, titular de Interior, tras entrevistarse con Macron, anunciaba reformas en el cuerpo policial bajo el lema “tolerancia cero” con actos racistas. En lo concreto, Castaner anunciaba la prohibición del método de estrangulamiento por el que los agentes inmovilizan a los detenidos por el cuello, con varios antecedentes polémicos en Francia.

En enero pasado, ya se había encendido el debate tras la muerte de Cédric Chouviat, un mensajero de 42 años que murió de un paro cardíaco tras ser asfixiado en el suelo durante un control policial en París. Castaner también anunció la reforma de “la policía de policías”, el organismo de esta institución que se encarga de investigar los abusos de los agentes del propio cuerpo. Pretendía Macron con estos gestos amortiguar la deriva francesa del caso George Floyd.

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Las medidas anunciadas por Castaner han hecho aflorar un malestar que ya venía de atrás, con cuerpos policiales exhaustos que han tenido que enfrentar los años de plomo de terrorismo yihadista y una situación de crispación social en la calle con los chalecos amarillos y las huelgas sucesivas del pasado invierno. Todo encadenado.

“Sin policía no hay paz” era una de los carteles que podía leerse este viernes por la mañana en la manifestación policial improvisada por gendarmes en los Campos Elíseos. Como en París, decenas de funcionarios policiales expresaron su malestar en distintas ciudades francesas despositando simbólicamente esposas en las calles mientras pedían la renuncia del ministro Castaner.

Los policías acusan al Gobierno de estigmatización y abandono tras años de gran dureza en Francia. Que Castaner y el Gobierno de Macron hablasen de “tolerancia cero” ante los actos de racismo en la policía, ha sido considerado entre los sindicatos policiales como una acusación general sin fundamento contra las fuerzas del orden.

En las últimas horas se han multiplicado los contactos entre Castaner y los mandos policiales para reconducir una situación de desconfianza que ha llevado a algún sindicato a incluso amenazar con no efectuar intervenciones ni detener durante el fin de semana si el ministro no da marcha atrás.