Estados Unidos
Quién es Michael White, el ex militar detenido en Irán que ha vuelto a Estados Unidos
Es el segundo intercambio de prisioneros entre Teherán y Washington. Tras la entrega del científico Sirous Asgari, el ex marine estadounidense ha regresado a casa
En medio de las mayores protestas que ha tenido Estados Unidos tras la muerte de George Floyd, el presidente Donald Trump ha sacado tiempo para un inusual gesto y devolverle a Irán al científico Sirous Asgari, detenido desde 2016 bajo la acusación de robar datos secretos de investigación en la Universidad de Ohio. E Irán permitió la salida del ex militar estadounidense Michael White, que ha estado detenido en el país persa desde 2018. Pero ni Washington ni Teherán hablan oficialmente de intercambio de prisioneros con su “enemigo regional”, y todo el proceso se ha llevado en coordinación con la embajada de Suiza en Teherán, interlocutor de estos dos países, enfrentados desde hace cuatro décadas.
Tras recibir este miércoles a Asgari, la república islámica de Irán le devolvió el gesto a EE UU con la liberación del ex marine White, que sirvió durante 13 años en la Armada de Estados Unidos. Desde Teherán, el Ministerio de Exteriores iraní declaró que White fue liberado por “amabilidad islámica” y teniendo en cuenta “consideraciones de Derechos Humanos”.
Poco se conoce de los pormenores de su liberación, ya que el Gobierno de EE UU ha querido tener un bajo perfil y negar que se trata de un intercambio de prisioneros, pero tras 683 días de “pesadilla” para Joanne, su madre, White ya está en casa.
La madre de White dio las gracias al Gobierno de Donald Trump por las gestiones para poner fin a dos largos años en los que su hijo ha sido “rehén” de la Guardia Revolucionaria iraní.
Condenado a 10 años de prisión
El ex marine fue arrestado en julio de 2018 en la norteña ciudad de Mashhad tras visitar a una mujer a quien, según trascendió, había conocido por internet. Al año siguiente fue sentenciado a 10 años de prisión, acusado de haber insultado al ayatolá Alí Jamenei, el líder supremo de Irán, y de haber realizado comentarios contra el régimen en las redes sociales bajo un seudónimo. Su madre no supo que había sido encarcelado hasta meses después. Repetidamente pidió a las autoridades iraníes que lo liberen, insistiendo en que no había hecho nada malo y que su salud estaba en peligro, ya que White había sido tratado por cáncer de garganta antes de ir a Irán.
Delicado estado de salud
En marzo, abandonó la cárcel por su delicado estado de salud, pero tuvo que permanecer bajo custodia en la legación suiza en Teherán, que vela por los intereses diplomáticos de EE UU. El gobierno iraní reconoció que la excarcelación de White tuvo lugar en el marco de las medidas para descongestionar las prisiones a causa de la pandemia de coronavirus y fue sometido a pruebas para comprobar que no estuviera contagiado.
El caso de White es el primer marine estadounidense detenido en Irán bajo la Administración de Donald Trump. Mientras en EE UU se celebra su liberación, en Teherán han recibido con entusiasmo al científico iraní, exonerado desde noviembre de 2019 en un juicio en el estado de Luisiana ha permanecido desde entonces retenido en por la oficina de Inmigración en Alexandria hasta su liberación, en condiciones de hacinamiento con otros detenidos, lo que le llevó a contraer la COVID-19.
En marzo pasado hizo saltar la voz de alarma de que su vida corría peligro por neumonía y dijo que se le “estaba negado asistencia sanitaria”, según denunció en una entrevista al periódico británico “The Guardian”, publicada el 27 de marzo. En abril, el Gobierno de EE UU dijo que Asgari sería deportado, una vez que recibiera la autorización sanitaria.
El científico, de 59 años, y padre de tres hijos, tiene fuertes lazos con EE UU ya que completó su doctorado de Ingeniería en la Universidad de Drexel en Pensilvania, y dos de sus hijos viven actualmente en este país. Fue tras una visita académica a la Universidad Case de la Reserva Occidental, en Ohio, en 2016, el FBI comenzó a vigilarle y fue acusado de fraude y robar documentos secretos. Su caso, según sus abogados, carecía de suficientes pruebas y en un nuevo juicio salió absuelto.