Países Bajos

Guiris quemados y con calcetines en la playa: Portugal responde a la xenofobia holandesa

Nuestros vecinos portugueses no seguirán aguantando en silencio más estereotipos de los socios europeos del norte

Un prestigioso semanario holandés, "Elsevier Weekblad", publicó este jueves una portada en la que tilda de "vagos" a los habitantes del sur
Un prestigioso semanario holandés, "Elsevier Weekblad", publicó este jueves una portada en la que tilda de "vagos" a los habitantes del surEFEAgencia EFE

La paciencia de los portugueses ha llegado a su fin, al menos para con Holanda. Las repetitivas alusiones del país del norte, de corte xenófobo, al presunto carácter del sur de Europa, donde consideran que apenas hay vagos que solo salen de fiesta, ha rebosado el vaso de la paciencia en las últimas horas gracias a la portada del semanario holandés “Elsevier Weekblad”.

Ni un céntimo más al sur de Europa”, reza el titular, sobre una ilustración que parte la portada en dos. En la parte de arriba, un hombre y una mujer, ambos rubios y piel clara, se afanan sin duda en tareas laborales; ella con traje y maletín, hablando por teléfono móvil, y él con mono azul de trabajo y portando una enorme llave inglesa. En la parte de abajo, en ambiente relajado, un hombre de pelo oscuro con enorme bigote y pelo en pecho (apreciable por la camisa abierta) se estira en una silla junto a una mesa en la que reposa una copa de vino de tinto, un café y un juego de backgammon. Junto a él, una mujer, también de pelo oscuro y con gafas de sol, bikini rojo y una enorme flor del mismo color en el pelo, consulta, ociosa, sus redes sociales sentada en -aparentemente- una piscina.

En suma, norte trabajador y sur en perpetuas vacaciones. Otra vez. Y en Portugal han dicho basta. “Insónias em Carvão”, una cuenta satírica en Twitter, ha decidido darle la vuelta a portada. En su versión, emigrantes de pelo oscuro trabajan en el norte, mientras que en el sur un hombre y una mujer, ambos rubios del norte de Europa, se queman mientras toman el sol en bañador. Él, además, lleva calcetines y chanclas. “Tíos que usan calcetines blancos en playa, en plan daos cuenta”, es el nuevo titular, junto a un contundente “jódanse”. La respuesta lusa se ha hecho viral en pocas horas, convertida en la última prueba de que en Portugal ya empiezan a estar hartos de las provocaciones holandesas.

De las “copas y mujeres” de Dijsselbloem al “es repugnante” de Costa

Este “basta” portugués lleva años gestándose. El enfrentamiento comenzó cuando el holandés Jeroen Dijsselbloem, siendo presidente del Eurogrupo, dijo en una entrevista en 2017 que los países del sur de gastaban “todo el dinero en copas y mujeres”. Unas palabras que causaron profundo malestar en Portugal, un país rescatado en 2011 y cuyos ciudadanos han hecho enormes sacrificios para poder superar la crisis, aplicando para ello duros ajustes y medidas de austeridad exigidas por la “troika”.

Atravesar esa dura prueba para verse insultados por el holandés fue demasiado, y el primer ministro, el socialista António Costa, aseguró de forma contundente que Dijsselbloem debía “desaparecer”. Además, no ahorró calificativos y se refirió a sus declaraciones como“racistas, xenófobas y sexistas”. Con el tiempo, los portugueses obtuvieron su victoria al concluir Dijsselbloem su mandato y verse sucedido al frente del Eurogrupo por el ministro de Finanzas de Portugal, Mário Centeno.

Pero los choques han vuelto con el coronavirus. En marzo, cuando Países Bajos sugirió en una reunión investigar por qué España no tenía margen presupuestario para afrontar la crisis que abría la pandemia, Costa volvió a dar la cara afirmando que ese discurso “es repugnante en el marco de la Unión Europea”. Días después, el primer ministro portugués volvió a la carga en una entrevista acusando a los líderes holandeses de ser “rehenes de populismos electorales” y dejó caer incluso que si Países Bajos quiere “quedarse fuera” del club. Señales suficientes para saber que Portugal no seguirá aguantando en silencio más estereotipos de los colegas del norte.