Unión Europea
Europa pone fecha para la vacuna: a principios de 2021
La Agencia Europea del Medicamento asegura que una cura para el coronavirus puede estar lista en un año
En situaciones normales, el desarrollo de una vacuna suele costar entre 5 y 10 años y ahora se trata de pulverizar todos los records. Según aseguró este jueves la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), “en el mejor de los casos” se habrá desarrollado la vacuna en un año, a principios de 2021.
En una conferencia virtual, Marco Cavaleri, jefe del departamento de vacunas de la EMA deslizó este plazo “en el escenario más optimista”, aunque subrayó que la agencia está “haciendo todo lo posible” para acelerar el proceso. Por su parte, Gavi considera que la vacuna puede ser una realidad en dos años, teniendo en cuenta la multitud de proyectos en marcha y los grandes esfuerzos realizados, y resalta que este lapso de tiempo resulta “increíblemente corto” comparado con los plazos normales.
Unas predicciones que contradicen el anuncio de Donald Trump, quien se ha comprometido a distribuir la vacuna a finales de este año. Cavaleri también se mostró escéptico sobre la posibilidad de que las pruebas clínicas que está llevado la Universidad de Oxford (Reino Unido) puedan finalizar en agosto, ya que la aprobación de una licencia por parte de las autoridades sanitarias requiere más tiempo.
Si bien algunos expertos han propuesto agilizar el proceso para que la vacuna quede exenta de ciertas pruebas clínicas, Cavaleri aseguró ayer que la EMA no está contemplando esta opción. “Nuestra estrategia actual es que todas las vacunas en desarrollo deben ser sometidas a amplios ensayos, para determinar cuál es su nivel de protección”, explicó.
Ante las dudas sobre la capacidad de producción masiva, algunos consideran que hay que empezar a tomar posiciones. Según Yves Van Laethem, experto del Consejo superior de la salud belga, “no habrá vacuna para todo el mundo” y por lo tanto es necesario determinar grupos prioritarios entre los que se podrían encontrar los mayores de 65 años, los que padecen hipertensión o diabetes y el personal médico.
Bruselas volvió ayer a recalcar que la vacuna contra el coronavirus no puede convertirse en un arma geoestratégica, después de la empresa farmacéutica gala Sanofi anunciara sus intenciones de dar prioridad al suministro en Estados Unidos.