México

Las otras Ingrid Escamilla: el horror de los feminicidios en México

El asesinato de la joven es el último caso de violencia contra la mujer que ha conmocionado a la sociedad mexicana. Desde entonces, Brenda Josseline, Sofía Espinoza, Michel y Joseline también han sido asesinadas

Mujeres marchan en México para recordar a joven descuartizada por su pareja
Mujeres y familiares de Ingrid Escamilla protestan para pedir justicia por su feminicidio, este sábado en Ciudad de México (México). EFE/Sáshenka GutiérrezSashenka GutierrezAgencia EFE

La Policía se encontró un charco de sangre al entrar en la casa. Ingrid Escamilla, 25 años, yacía en el suelo sin vida y al lado su marido confesaba el crimen arrodillado. Francisco Robledo, veinte años mayor que ella estaba lleno de manchas rojas y reconoció que la acuchilló en el cuello hasta matarla. Después, en un acto de crueldad extrema, le arrancó parte de la piel y tiró pedazos de su cuerpo por el retrete, según confesó, para deshacerse de él. El asesinato de Ingrid es el último caso de violencia contra la mujer que ha conmocionado a la sociedad mexicana desatando iracundas protestas en las calles, aunque está lejos de ser una excepción. Los feminicidios crecen cada año y muchos se producen con una violencia desbocada y llena de horror. Estos son los casos de las otras Ingrid Escamilla que permanecen olvidados, sin cobertura mediática y sin justicia.

Nueve meses atrás apareció el cuerpo de Salma Montes, una estudiante de Derecho de 22 años en Delicias, estado de Chihuahua, según cuenta el periodista especializado en crimen Óscar Balderas. El cadáver fue encontrado el pasado 31 de mayo al lado de un canal de riego seis días después de que la vieran con vida por última vez en compañía de su pareja. Le habían cortado el cabello y la piel de la cara. Le seccionaron las manos y le abrieron el pecho para arrancarle las costillas. Según el testimonio de varios familiares su pareja la golpeaba con frecuencia y aunque le joven fue detenido, quedó en libertad tras declarar que un comando armado les había interceptado y se había llevado a Salma. Desde entonces el caso no ha avanzado.

Tampoco llegó a las portadas nacionales el asesinato de María, encontrada muerta el 1 de abril de 2019 en Chiconcuac, Estado de México, semidesnuda y con el rostro deshollado a pocos metros de un punto de vigilancia policial. Igual que en el caso de Escamilla las fotos fueron filtradas a la prensa. El 24 de junio de 2018 apareció el cuerpo de Francisca, de 30 años con el rostro y el cuello en carne viva en una carretera en el municipio de Zumpango, también en el Estado de México. Una región colindante con la capital del país que registra uno de los índices más altos de feminicidios junto a los estados de Veracruz, Nuevo León, Puebla y Ciudad de México.

Laura, de 40 años fue asesinada el 26 de febrero de 2018 en un camino del estado de Hidalgo. Estaba detrás de una capilla, le habían quitado la piel de la cara y tapado el rostro con su blusa. Un año antes, en agosto de 2017, mataron a Jessica, de 29 años y madre de un hijo en el paraje piedra larga en Huixquilucan, Estado de México. Su asesino le desholló el rostro y luego la decapitó.

Son algunos de los casos más horrendos recogidos en el mapa de los feminicidios, una base de datos creada por la activista María Salguero que desde 2013 y en solitario ha recabado la información, caso por caso de miles de asesinatos de mujeres. Después del fallecimiento de Escamilla el domingo han muerto cuatro mujeres más: Brenda Josseline, Sofía Espinoza, Michel y Joseline. Según datos oficiales en 2019 fueron asesinadas 3.825 mujeres, de las cuales solamente 1.006 fueron considerados feminicidios. A pesar de que solo una fracción son calificadas con este tipo penal, los feminicidios han aumentado un 137% en los últimos cinco años. México es el segundo país de América Latina con más casos registrados, superado por Brasil que en 2018 tuvo 1.206, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

A lo largo de 2019 se sucedieron múltiples marchas feministas en México contra la violencia masiva hacia las mujeres, los abusos policiales y la falta de justicia, pero la muerte de Escamilla ha supuesto un punto de quiebre para la sociedad mexicana, que este fin de semana se ha echado a las calles para protestar contra la cobertura irrespetuosa de algunos medios. En Ciudad de México cientos de mujeres se manifestaron frente al edificio del diario «La Prensa», un periódico de sucesos que tituló en portada «Descarnada», la noticia de la muerte de Ingrid con tres fotografías: una del detenido, otra del cuerpo de la víctima y otra del edificio donde vivían. El diario «Pásala», salió con el titular «La culpa la tuvo Cupido» en referencia a la proximidad del crimen con día de San Valentín acompañado de una foto explícita del cuerpo de la víctima. «La prensa debe respetar la realidad de la masacre. México está en emergencia nacional. Con nuestras muertes hacen espectáculo», dijo una de las participantes en la protesta.

Con los índices de violencia por las nubes y un clima social cada vez más crispado el Estado mexicano da señales de encontrarse sobrepasado y descoordinado para atajar la violencia contra las mujeres. La fiscal de Ciudad de México Ernestina Godoy anunciaba medidas para castigar con más dureza a quienes filtren ese tipo de imágenes (seis policías y fiscales están siendo investigados por compartir las fotos del cuerpo de Ingrid).