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Irán

Irán: más de 140 muertos y 7.000 detenidos en la “brutal” represión de las protestas

Human Rights Watch denuncia los abusos policiales contra los manifestantes y sus familias. Desapariciones forzosas, muertes y violencia en medio de un apagón informativo que incluye los medios e internet

Aftermath of protests over increasing fuel price
Uno de los edificios quemados en las protestas contra el régimen de los ayatolásSTRINGEREFE

Ante la falta de transparencia de Irán en las protestas más importantes del país después de las vividas en 2009, la organización Human Rights Watch pidió ayer a las autoridades de Teherán que arrojen datos fidedignos sobre los muertos y desaparecidos, tras doce días de manifestaciones que han sido silenciadas por los masivos cortes de internet.

“Han rechazado facilitar datos sobre las muertes y en su lugar han amenazado a los detenidos con la muerte", denunció este miércoles el subdirector de HRW para Medio Oriente, Michael Page. "Han mantenido a las familias en la oscuridad sobre el destino de sus seres queridos mientras aumenta la atmósfera de miedo, en una estrategia deliberada del Gobierno para sofocar a la disidencia", advirtió Page.

HRW pidió al Gobierno de Teherán que permita realizar una investigación independiente sobre los presuntos abusos policiales y que informe a los familiares de los detenidos la ubicación de sus parientes. "Las desapariciones forzosas ocurren cuando las autoridades detienen a un individuo y niegan la detención o no brindan información sobre sus circunstancias o su paradero", señaló.

En el informe, consultado por LA RAZÓN, se estima que “más de 140 personas murieron y que las fuerzas de seguridad arrestaron a hasta 7,000 personas en protestas que estallaron la noche del 15 de noviembre en más de cien localizaciones en todo Irán. El 16 de noviembre, las autoridades bloquearon Internet, que no ha sido completamente restaurado. El acceso a la telefonía móvil sigue siendo escaso, agregó HRW.

En 2019, según la Autoridad Reguladora de Comunicaciones de Irán, unos 62 millones de personas usaban Internet en sus teléfonos móviles. En respuesta a las protestas, las autoridades llamaron a los manifestantes “alborotadores" y los amenazaron con la ejecución.

Entre el 25 y 26 de noviembre, la Agencia de Noticias de Activistas de Derechos Humanos (Hrana), un sitio web independiente de derechos humanos en Irán, publicó que las autoridades habían informado del arresto de al menos 97 personas como "líderes" o "actores influyentes" en lo que el gobierno describió como "instigadores", acusándolos sin evidencia de causar daños a la propiedad pública. El 23 de noviembre, el grupo informó que, basándose en una recopilación de casos oficiales, las autoridades habrían arrestado entre 2.437 y 2.871 personas. Según las estimaciones de Hrana, hasta 3.980 personas pueden haber sido arrestadas, en base a informes de los activistas.

Asimismo, el 26 de noviembre, el periódico iraní "Etemad" citó al parlamentario Naghavi Hosseini, que había dicho que el número de arrestos durante las protestas podría elevarse a 7.000, lo que es un signo alarmante de la represión.

En los últimos diez días, las autoridades también arrestaron a 32 estudiantes universitarios después de una protesta en la Universidad de Teherán el 18 de noviembre, dijo una fuente a Human Rights Watch. Además, los servicios secretos iraníes han arrestado también a varios activistas, como es el caso de Mohammad Moased, un periodista de investigación, que había informado sobre el apagón informativo de Irán en Twitter. Previamente, Amnistía Internacional publicó otro informe en el que coincidía en que al menos 143 personas murieron durante las protestas.

Arresto de presuntos agentes de Estados Unidos

Mientras tanto, desde Irán, El líder supremo, Alí Jamenei, denunció de nuevo la ola de disturbios, que definió como una "conspiración muy peligrosa", mientras las autoridades reportaron incendios a cientos de bancos e instalaciones gubernamentales.

Al hilo de estas afirmaciones, las fuerzas de seguridad iraníes informaron de la detención de ocho personas por su presunta colaboración con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos durante la última ola de protestas. La Inteligencia iraní ha asegurado que seis de los sospechosos fueron detenidos en plenas manifestaciones, mientras que otros dos, supuestamente encargados de recabar información, fueron arrestados antes de que abandonasen el país, según la agencia de noticias oficial IRNA.

Teherán considera que estos individuos ya habían recibido fondos de la CIA bajo una actividad encubierta de "periodistas ciudadanos". La información que recogían pretendían enviarla al extranjero, reza la nota de IRNA.